Jorge Rodríguez Vives, jefe de despacho de Casa Presidencial, les ordenó este martes a los directores de Comunicación de las instituciones públicas limitar el flujo de información pública. “No lo vean como censura, sino como disciplina absoluta”, les dijo a los funcionarios reunidos a las 10:30 a. m. en el auditorio de la Presidencia, en Zapote, San José.
“Fue horrible”, relató uno de los presentes. “Fue una combinación de autoritarismo y populismo”, agregó.
La noche del lunes, Casa Presidencial convocó a todos los jefes de Comunicación de ministerios e instituciones descentralizadas a una reunión en Zapote, en principio, para coordinar la labor de comunicación. Los funcionarios fueron recibidos por la ministra de Comunicación, la periodista Patricia Navarro Molina; y el director de Prensa de Presidencia, Armando Gómez. Luego, apareció el jefe de despacho del presidente y tomó la palabra.
“Era para darnos línea de comunicación: los medios son nuestro enemigo; necesitamos disciplina absoluta; el enemigo está afuera y ustedes saben quién es”, reseñó una segunda fuente que asistió a la cita y que calificó la reunión de “patética”.
Otros dos testigos confirmaron lo sucedido. La identidad de las cuatro fuentes se mantendrá oculta, por razones obvias de confidencialidad, pero todos dirigen oficinas de Comunicación en ministerios e instituciones autónomas y descentralizadas y estuvieron en el auditorio de Casa Presidencial.
“No se puede interpretar de otra manera”, dijo una tercera fuente. “Me parece que no era el objetivo de la reunión; ese fue un mensaje que llegó ahí, porque no estaba ni siquiera entre los muchachos del equipo de comunicación, sino que fue la persona que vino (el jefe de despacho del presidente)”.
La cuarta fuente coincidió: “Así tal cual, ‘no lo vean como una censura, sino como disciplina absoluta’”.
“Aclaro que estas frases no salieron de la señora ministra, pero sí me causaron asombro e incluso me pareció chocante.
“De verdad todo estaba bien hasta que ese señor pidió la palabra, porque la línea de la ministra nunca fue de confrontación”, continuó.
No obstante, esta fuente resaltó que, ante las palabras del jefe de despacho presidencial, “ni la ministra ni nadie dijo nada, todos callados”.
La primera fuente citada en este artículo agregó que la ministra dijo: “Más claro que el agua no puede estar”.
“Sigo sin entender qué hacía el jefe de despacho del presidente en esa reunión con puros periodistas. Fue una actitud de prepotencia, de absoluta disciplina en estos temas. Dijo que ‘la prensa no nos quiere y vamos a referirnos con la ciudadanía’, instándonos a darle lo básico a los periodistas.
“Ella (la ministra Patricia Navarro) dijo que a la prensa no hay que tenerle miedo. Fue muy light lo que dijo, pero Jorge Rodríguez habló con mucha vehemencia. Le robó el show a la ministra.
“Muchos de nosotros nos dijimos que pueden decir lo que les da la gana, pero yo no voy a dejar la relación que tengo con la prensa por cuatro años”, recordó la primera fuente.
En esto último coincidió la tercera fuente.
Una noticia publicada por el medio digital Crhoy también da cuenta de que, en la reunión, se ordenó restringir el contacto de los jerarcas públicos con los periodistas y aplicar la política de solo permitir una pregunta por medio de comunicación, sin derecho a la repregunta. Estos hechos también fueron confirmados por una fuente de La Nación.
Este diario procuró hablar con la ministra de Comunicación sobre lo sucedido este martes. Se le hicieron llamadas, se le pusieron mensajes de WhatsApp y un correo electrónico, pero no contestó por ninguna vía.
Después del encuentro, Casa Presidencial les envió a los directores de Comunicación de las instituciones una minuta de la reunión en la que no se mencionan las palabras del jefe de despacho del presidente.
En cambio, se citan instrucciones como las siguientes: “Cooperar y no censurar: Cumplir con un discurso coherente, evitar contradicciones, coordinar con el Ministerio de Comunicación”.
Jorge Rodríguez Vives, de 37 años, es una figura cercana al presidente Rodrigo Chaves. Fue su viceministro de Ingresos cuando el hoy mandatario ejerció como ministro de Hacienda, en el gobierno de Carlos Alvarado. Anteriormente, había sido asesor especializado en diálogo social de la Presidencia de la República, en el 2019.
También, fue asesor presidencial del 2008 al 2010 durante el gobierno de Óscar Arias y director de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) del 2010 al 2014, en el periodo de Laura Chinchilla.
Quien ejerce el cargo de jefe de Despacho del presidente de la República responde a órdenes del gobernante de turno. Es una figura influyente pues se le asocia con el mandatario de turno al ser una persona de su total confianza pues se encarga de múltiples tareas y encargos, como llevar la agenda de presidente o ser su enlace con ministros.
En su plan de gobierno, el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) propuso “apertura total a la prensa, a cuerpos académicos y a la ciudadanía en general para que evalúen la gestión pública”.