En su primer discurso ante los jefes de Estado del continente, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, solicitó este viernes más apoyo económico para atender a las poblaciones migrantes y refugiadas, ante la estrechez que afrontan las finanzas públicas del país.
“Costa Rica ha sido un país líder en la integración de personas refugiadas y en la protección de los migrantes, y queremos seguir siendo ese lugar de luz. Sin embargo, nos enfrentamos a una realidad: los recursos para poder seguir siendo un lugar seguro para estas poblaciones se nos están acabando rápidamente.
“Nuestro espacio fiscal es estrecho y seguir haciendo bien las cosas requerirá del apoyo de la comunidad internacional”, señaló el mandatario durante su intervención en la sesión plenaria de la Cumbre de las Américas, la cual se realiza en Los Ángeles, Estados Unidos.
Chaves aseveró que la condición de las naciones de renta media como Costa Rica ha disminuido las ayudas internacionales para apoyar a estos grupos migratorios “que fluyen como sangre viva en las corrientes de nuestro continente y su protección nos concierne a todos”.
De hecho, uno de los propósitos de la cumbre hemisférica es construir un nuevo pacto para atender el flujo de personas, continentales o extracontinentales, que recorren de sur a norte el territorio americano, en busca de llegar a Estados Unidos.
A lo largo y ancho de nuestra región hay un flagelo que nos une, y que solo podremos atender cuando entendamos que es un fenómenos que requiere de acciones colectivas: es el flagelo de las migraciones, forzadas por la violencia y la persecución así como por la falta de oportunidades de sociedades que les hemos fallado a nuestros ciudadanos”, expresó Chaves.
Ataque a la democracia
Durante su intervención de este viernes, Rodrigo Chaves aseguró que el ataque a la democracia figura entre los principales desafíos que enfrentan las naciones del hemisferio.
“Costa Rica, a pesar de su larga tradición y compromiso de su vida democrática, no escapa a esas amenazas, en nuestro vecindario o por nuestra propia cuenta”, aseveró ante los gobernantes y representantes de organismos internacionales.
“Pero es en honor de esa tradición democrática, que hemos tomado la estafeta de la defensa de los valores democráticos, de la libertad, de la gobernanza, que garantice estados eficientes, que una sus fuerzas con los ciudadanos, que traigamos a los empresarios a generar riqueza y a las organizaciones de la sociedad civil a proteger a los más vulnerables”, manifestó.
Chaves lanzó un llamado a las autoridades internacionales a combatir este problema, así como otros que enfrentan los pobladores de la región como la pobreza, la migración y la corrupción.
“Cada uno de nuestros países ha ensayado respuestas y recetas que en algunos casos han pasado por el conflicto armado o diplomático. Ya no más, es el momento decisivo para tomar acción, para reencontrar los valores compartidos que nos permitan construir una América próspera y democrática.
“Es el momento de encontrar respuestas comunes a los retos que enfrentamos en cada una de nuestras sociedades”, señaló.
Tan solo un día antes de su discurso, el presidente se refirió, ante consultas de prensa, sobre la decisión de Estados Unidos de no invitar a la cumbre a los gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela, debido a la falta de condiciones democráticas en esos países.
Chaves alegó que no tomará posición al respecto, pero propuso que para próximos encuentros regionales, sean las naciones democráticas las que decidan si invitan o no a esos países.
Corrupción
En la sesión plenaria, el presidente costarricense también abordó el tema de la corrupción. Afirmó que su gobierno trabaja en combatir ese flagelo para recuperar la confianza de la población.
“Sobre nuestras ambiciones y aspiraciones conjuntas debemos reconocer que se extiende la sombra de la corrupción. Un mal infame de oscuras manos que terminan convirtiendo a los Estados que sucumben ante ella, en máquinas ineficientes al servicio del clientelismo, que condenan nuestras economías al permanente rezago y hace que las personas dejen de creer en el sistema, en la clase política, que en muchos casos ha olvidado que el mandato del pueblo es para que gobernemos en su beneficio.
“Sin embargo, quedan lugares y países donde la clase política permanece abocada a proteger los intereses de unos pocos; tenemos que cambiar eso”, expresó el mandatario.