Cinco de nueve partidos políticos salieron airosos de la revisión de gastos por parte del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y recibirán ¢7.400 millones por deuda política.
Este monto es casi todo el dinero al que tenían derecho estos grupos por la cantidad de votos alcanzados en los comicios nacionales del 2014.
El TSE le reconoció el 100% de la contribución estatal a Liberación Nacional (PLN), Movimiento Libertario, Renovación Costarricense y Restauración Nacional.
Al Frente Amplio, por su parte, el Tribunal le admitió un 90% de los gastos que alegó haber tenido en la campaña.
Las cinco agrupaciones podrán cobrarle su parte al Estado, una vez que los magistrados del TSE ordenen a la Tesorería Nacional girar el dinero.
Esos ¢7.400 millones representan, por ejemplo, 3,3 veces el costo de ampliar el puente sobre el río Virilla, en la General Cañas, cuya inversión es de ¢2.190 millones.
El reconocimiento de los gastos tiene el visto bueno del Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos, el cual se encargó de revisar por muestreo las facturas que presentaron las cinco agrupaciones.
Acción Ciudadana (PAC), Unidad Social Cristiana (PUSC) y Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) todavía esperan el resultado de sus liquidaciones, mientras que Alianza Demócrata Cristiana desistió de cobrar.
Tras las elecciones del 2010, el TSE denunció ante el Ministerio Público cinco presuntos cobros ficticios en este tipo de liquidaciones de deuda política.
PLN, el de más. Liberación recibirá más que cualquiera. Tanto es así que cobrará casi una cuarta parte de la deuda política destinada a las votaciones del 2014, la cual superó los ¢18.100 millones.
Al PLN se le reembolsarán ¢4.345 millones, una vez descontados el adelanto hecho antes de las elecciones y la reserva para organización y capacitación.
El jefe de Financiamiento de Partidos del Tribunal, Rónald Chacón, aclaró que si bien Liberación alcanzó el monto máximo al que tenía derecho por cantidad de votos, también a ellos se les rechazaron facturas.
El TSE no reconoció a Liberación ¢1.100 millones que incluyó en su liquidación, la cual excedía el monto al que tenía derecho.
“Tenían un colchón de gastos significativo, presentaron facturas en exceso. Eso permitió que aunque muchas facturas fueron rechazadas, siempre alcanzaran el monto máximo”, dijo Chacón.
Lo mismo ocurrió con el Libertario y los partidos evangélicos.
En el primer caso, el TSE le aceptó ¢1.620 millones de un total de ¢2.360 millones en facturas.
Aunque aun así pudieron cobrar el monto máximo al que tenían derecho, el dinero para los libertarios sería insuficiente para saldar las deudas de campaña porque solo al Banco Lafise le deben ¢2.500 millones.
El déficit del partido podría superar los ¢950 millones porque tanto sus cuentas bancarias como su deuda política fueron embargadas por un empresario que reclama una deuda desde el 2010.
Renovación, en tanto, solicitó casi ¢550 millones y recibiría los ¢350 millones a los que tenía derecho. Restauración podía cobrar ¢260 millones y presentó una liquidación por casi ¢300 millones.
Cobró menos. El Frente Amplio fue la única agrupación que cobró menos del dinero al que tenía derecho. Podía cobrar casi ¢2.900 millones, pero remitió una liquidación de ¢1.050 millones.
Al final de cuentas, el TSE le reconoció unos ¢800 millones.
“La recomendación es que se les autorice una suma que ronda el 90% del monto liquidado, ese porcentaje es muy positivo, tomando en cuenta que el Frente Amplio incluso presentó menos gastos”, dijo Rónald Chacón.