En marzo de 2017, la Asamblea Legislativa aprobó crear el cantón número 82 del país, Río Cuarto. Habían pasado 37 años sin que el país viera el nacimiento de un nuevo municipio, desde el surgimiento de Garabito, que se separó de Puntarenas en 1980. ¿Cómo se funda una municipalidad desde cero? En el caso riocuarteño, se trata de una historia de penurias y tropiezos.
José Miguel Jiménez, electo en el 2020 como el primer alcalde de Río Cuarto, explicó a La Nación que, aunque la creación del nuevo cantón fue positiva y justificada por la larga distancia con Grecia, la institucionalidad del país no estaba preparada para apoyar el reto.
“En el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), no había ninguna documentación ni procedimientos sobre los pasos a seguir. Entes como la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias (ANAI) y el Ministerio de Planificación (Mideplán) tuvieron una participación muy básica, pero es que no había autoridades municipales elegidas, ¿a quién le explicaban?”, recordó.
Jiménez y la vicealcaldesa, Stephanie Aguilar, resultaron electos el 2 de febrero de 2020 y, cuando ingresaron a sus funciones el viernes 1.° de mayo, encontraron que la Municipalidad de Río Cuarto tenía solamente dos empleados: una plataformista de servicios y un supervisor facilitados por la Municipalidad de Grecia.
A esto se suma que no tenían un presupuesto ordinario aprobado por la Contraloría General de la República (CGR); por lo tanto, no estaban autorizados a realizar ningún gasto, ni siquiera en salarios. El alcalde y la vicealcaldesa trabajaron de gratis por tres meses hasta que, en julio de 2020, se les aprobó su primer presupuesto.
Durante ese tiempo, el salario de los dos únicos empleados, así como el pago de servicios públicos de la sede municipal, fue asumido generosamente por el ayuntamiento griego, a la cual el alcalde agradece. “Grecia fue una madre responsable”, ratifica.
En opinión del alcalde, esta es una de las principales falencias cuando se crean nuevos cantones: se aprueba una ley con buenas intenciones, pero sin ningún recurso económico.
“Hubo un hijo y al papá no le exigieron la pensión. Este fue un nuevo hijo de Costa Rica y el Estado se hizo poco responsable, no lo mantuvo, no compró todo lo que necesitaba el niño en sus primeros días de nacido. Eso es lo que el Estado debería procurar que no vuelva a pasar”, criticó.
Jiménez contó una anécdota que ejemplifica esta situación: para estar oficialmente constituido como tal, el ayuntamiento debe tener una cédula jurídica inscrita ante el Registro Nacional. Empero, como no había presupuesto municipal, el gobernante riocuarteño tuvo que pagar de su bolsillo aproximadamente ¢70.000 por ese trámite.
“Las instituciones del Estado conversan con las asociaciones procantonato y las asociaciones de desarrollo, pero las personas que se encargarán de la municipalidad son elegidas tres meses antes de entrar. Es un lapso muy corto de tiempo, sin planificación y sin presupuesto. Debo agradecer al expresidente Carlos Alvarado y al Ministerio de Gobernación porque dispusieron una partida de ¢800 millones para iniciar esta municipalidad, no sé si las nuevas municipalidades tendrán ese impulso”, declaró el gobernante local.
Esos primeros meses, el alcalde, la vicealcaldesa y sus dos colaboradores trabajaron en una pequeña oficina que la Municipalidad de Grecia tenía en el centro de Río Cuarto. Utilizaron sus propios vehículos, computadoras, teléfonos y software.
Una situación similar vivieron las cinco regidores del cantón, que celebraron su primer sesión sin secretaría, sin equipos de sonido, sin actas y en un espacio físico escasamente acondicionado.
“Es trabajar con las uñas. A Río Cuarto le decían que iba a nacer quebrado. Hoy por hoy, este no es un municipio millonario, pero es ordenado y financieramente estable, no tenemos deudas. Lo más fuerte es la creación del primer presupuesto, porque tiene muchos requisitos de legalidad y técnica financiera. Grecia nos ayudó enormemente, que no siempre sucede”, destacó el alcalde.
Un convenio firmado con la Municipalidad de Grecia para el préstamo de tres funcionarios, un software y una base de datos, les permitió iniciar el cobro del impuesto de bienes inmuebles el 4 de agosto de 2020, tres meses después de ingresar. Esto era vital, ya que ese tributo es el más importante en la recaudación del ayuntamiento.
Empezar con el cobro de impuestos por patentes fue más complicado, ya que debe fijarse por medio de una ley que aprueban los diputados. La aprobación llegó el 27 de enero del 2021 y, para febrero de ese año, se inició la recaudación.
El convenio firmado con Grecia también permitió a Río Cuarto empezar a brindar servicios municipales cotidianos, como exoneraciones o declaraciones de bienes, en agosto del 2020. Sin embargo, a la fecha, la nueva municipalidad aún tiene pendiente ofrecer otros servicios que requieren más logística y planeamiento, como la recolección de residuos.
Hoy en día, la basura la recogen empresarios privados a los cuales los vecinos riocuarteños pagan. El municipio realizó estudios y sacó una contratación pública para empezar a ofrecer el servicio, sin embargo, no se recibieron ofertas.
Actualmente, el municipio analiza dos posibilidades: volver a sacar una contratación pública, o comprar un camión y ofrecer por sí mismo el servicio.
De cara al futuro de Río Cuarto, Jiménez destacó la necesidad de que las instituciones del Poder Ejecutivo se instalen en el cantón, pues hoy, al igual que hace cuatro años, no tienen oficinas del Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ni Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), entre otras.
“El problema de la falta de institucionalidad está igual. Los riocuarteños siguen sin acceso eficiente al Estado, que fue el espíritu del Legislativo en la creación del cantón. Muchos servicios son atendidos en Grecia, San Carlos o Sarapiquí.
“Pido respetuosamente al Gobierno: nosotros les ofrecemos el terreno, tenemos un espacio donado de 15.000 metros cuadrados para que nos atiendan tres instituciones prioritarias: el Ministerio de Salud, el IMAS y la Caja. Está más cerca de tener oficinas aquí el Poder Judicial que el Ejecutivo”, dijo Jiménez.
En esta misma zona, que se encuentra en pleno centro del cantón, se construirá el futuro edificio municipal de Río Cuarto.
El alcalde Jiménez lamentó que el acompañamiento por parte del IFAM y Mideplán fuese escaso, ya que el nuevo ayuntamiento del conocimiento necesario.
“Yo esperaría que Monteverde y Puerto Jiménez no pasen por lo que pasó Río Cuarto. No critico a las personas, a doña Marcela Guerrero y don Patricio Morera (exjerarcas de IFAM) estuvieron acá en alma, vida y corazón, pero la institucionalidad no tenía conocimiento sobre eso”, recalcó.
Durante las elecciones cantonales del próximo 4 de febrero los ciudadanos elegirán las alcaldías de dos nuevos ayuntamientos: Monteverde (83) y Puerto Jiménez (84), ambos de la provincia de Puntarenas, pero en condiciones muy dispares.
Los casos de Río Cuarto y Puerto Jiménez son similares, que se desprenden de Grecia y Golfito, respectivamente. En estos lugares, los ciudadanos debían desplazarse durante horas para ir a la cabecera de cantón a realizar trámites.
En Monteverde, la situación es diferente ya que, aunque presupuestariamente pertenecían al cantón central de Puntarenas, era uno de los ocho Concejos Municipales de Distrito existentes en el país, lo que les daba cierta autonomía para decidir cómo invertir sus recursos. Asimismo, cuentan con edificio municipal propio.
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