Luego de varias horas de polémica discusión, una ruptura de cuórum el miércoles y nuevamente debates encendidos este jueves, los diputados aprobaron de forma definitiva el proyecto que revive la pesca de arrastre.
La iniciativa, que se aprobó en primer debate en noviembre del 2019 y pasó por el filtro de la Sala Constitucional, recibió el aval de 28 legisladores, mientras que 18 se pronunciaron en contra.
La iniciativa, impulsada por Melvin Núñez Piña, del Partido Restauración Nacional, habilitaría al Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) a entregarles nuevas licencias a los barcos semiindustriales para la pesca de camarón con redes de arrastre en el fondo marino.
La decisión fue tomada en el plenario pese a la oposición de la fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), del Gobierno y de criterios científicos sobre la necesidad de sostenibilidad ambiental, en particular de la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional y de la fundación MarViva.
El plan revive las licencias para pesca de arrastre a barcos semiindustriales hasta de 21 metros de largo por seis metros de ancho.
En el 2013, la Sala Constitucional había suspendido la emisión de licencias al declarar que ese tipo de pesca produce un grave daño ambiental, por la gran cantidad de especies que captura aparte del camarón.
Mucha de esta fauna de acompañamiento son especies de peces y tortugas, que quedan atrapadas en las redes.
La iniciativa sostiene que un experimento del Incopesca demuestra que un nuevo tipo de red, de nombre AA Costa Rica, permite capturar un 75% de camarón por cada tonelada arrastrada y un 25% de otras especies, a la inversa de la técnica tradicional.
LEA MÁS: Denuncia de Paola Vega sobre pesca de arrastre causa lluvia de ataques en plenario
Los científicos universitarios cuestionaron esos estudios, además de que la Procuraduría General de la República, ente abogado del Estado, declaró que el estudio del Incopesca es insuficiente.
No obstante, la Sala IV no encontró vicios de inconstitucionalidad en el proyecto de ley aprobado este jueves.
Hasta la fecha, se siguen manifestando en contra de este plan los pescadores artesanales, porque consideran que la técnica de arrastre les reduce la disponibilidad de recurso marino.
A partir de la entrada en vigencia de la iniciativa legal, el Incopesca tendrá un año para realizar los estudios que le permitan conocer cuántas licencias de pesca podría otorgar.
“Las solicitudes correspondientes deben ajustarse a los criterios técnicos establecidos por el Incopesca y su ejercicio estará sometido a las condiciones que establezca dicha entidad”, dice la iniciativa legal.
En el 2013, cuando se suspendieron las licencias, había 44 licencias en operación.
La propuesta legal ordena al Incopesca determinar cuáles especies de camarón pueden ser aprovechadas comercialmente y exige a cada embarcación utilizar dispositivos satelitales para que respeten la zonificación de pesca establecida en el 2017.
En ese año, la entidad definió las áreas en que se puede recoger el camarón. Desde la costa hasta 70 metros de profundidad, mar adentro, se permite la pesca artesanal de camarón blanco de alto valor económico.
De los 70 metros hasta los 1.100 metros, se permite la pesca semiindustrial, enfocada en las especies colorado (pinky) y fidel.
La iniciativa prohíbe la pesca de camarón en esteros, desembocaduras de ríos, arrecifes, parques nacionales y todas las áreas que establezca el Incopesca.
Melvin Núñez: ‘Esa fauna sirve para las croquetas de los gatitos’
El principal impulsor de la iniciativa, el restauracionista Melvin Núñez, aseguró que los criterios opuestos les mienten a los costarricenses, dicen “cosas sin sustento científico, técnico y menos jurídicos”.
“Es más fácil para algunos decir que guardan el medio ambiente cerrando la pesquería, cuando las pesquerías no se cierran, se regulan. (...) Algunos ambientalistas y algunos ambientalistos cierran la oportunidad de labor de 3.000 personas”, dijo.
Núñez aseguró que cinco biólogos le dieron el sí a la red de arrastre AA Costa Rica y alegó que algunos diputados “solo se aprendieron el libreto de MarViva”.
“La doble moral de los que se oponen, pero comen camarón, traído de Nicaragua, Panamá, México y Estados Unidos. Esa fauna de acompañamiento no se desaprovecha, sirve para croquetas que se les da a los gatitos”, dijo.
En cambio, la principal opositora de la iniciativa, la oficialista Paola Vega, manifestó que “es terrible dar la discusión en el plenario”, por un camino que olvida la ciencia y la técnica.
Vega aseguró que es vergonzoso dar la discusión sobre pesca de arrastre y que los diputados se intercambien apoyo a proyectos, sin pensar en la protección ambiental.
Alegó que la nueva red no es ninguna panacea y que el problema del arrastre no es la salida o no, sino que el problema es el peso de la red, que impide que la otra fauna se libere.
Vega denunció que, además, el barco con el que se hicieron los estudios sobre la red de arrastre AA fue contratado por el Incopesca a un empresario camaronero.
Ruptura en el PLN
Tal como sucedió en la votación del primer debate, la bancada de Liberación Nacional se quebró prácticamente por la mitad. Mientras hubo siete liberacionistas a favor, seis se manifestaron en contra.
En sus intervenciones, Roberto Thompson y Karine Niño atacaron duramente las intenciones de los promotores del proyecto, incluso a los de su propia fracción que “se dicen defensores del turismo sostenible y la protección ambiental, pero avalaron este proyecto”.
El alajuelense adujo que él no necesita ser de Puntarenas para entender la realidad de esa provincia, ni ser pescador para entender la angustia de ese sector.
Eso sí, afirmó que no solo hay que dejar a las futuras generaciones paz, libertad y trabajo, sino también protección al medio ambiente.
“Hay tres votos salvados en la resolución de la Sala Constitucional que dicen que el proyecto tiene dos vicios sustanciales de procedimiento, por violación a los principios de objetividad en la tutela del medio ambiente y desarrollo sostenible democrático”, indicó.
Advirtió además de que la reforma viola los principios de progresividad y no regresividad en materia de protección ambiental.
Karine Niño, por su parte, prefirió evitar los argumentos técnicos y enfatizó en que el proyecto “es totalmente inconveniente para el país”.
“Yo no quiero ser parte de esos diputados que le mienten a la población. Este proyecto no garantiza el otorgamiento de licencias ni genera empleo automáticamente”, manifestó la verdiblanca.
Agregó que la técnica de arrastre es dañina y afecta al sector pesquero artesanal.
“Nos hemos llamado aquí, muchos, defensores del turismo. Andamos diciendo que conocemos del tema y somos grandes defensores y, durante esta pandemia, hemos apoyado proyectos para ayudarle y ahora venimos a borrar con el codo todo lo que hemos avanzado”, dijo.
Niño añadió que no entiende cómo hay muchos legisladores que aprobaron el plan pese a todos sus efectos negativos, y a que perpetua la desigualdad y feminiza la pobreza.
“Los dueños ganan más de 37 veces de lo que ganan las mujeres peladoras (de camarón), que en promedio ganan ¢98.000”, dijo y cuestionó que los congresistas hayan negociado sus principios al aprobar una técnica tan dañina de pesca.
Aunque no llegó a usar la palabra en el plenario, porque la presidencia legislativa debió levantar la sesión del plenario ante la alerta sanitaria, Carlos Ricardo Benavides anunció que hablará en profundidad el próximo martes.
Consultado sobre sus razones para apoyar el plan, Benavides dijo que el único país del continente americano que prohíbe la pesca de camarón es Venezuela y enfatizó que todos los demás la permiten, debidamente regulada “con zonas específicas, vedas, control satelital y prohibición de pesca en áreas protegidas, arrecifes y otros”.
“Muchos países del mundo tienen certificaciones de sostenibilidad de la pesca de arrastre del camarón, entre ellos Noruega, Australia, Chile, México, Alemania y Suecia. Costa Rica no debe ser la excepción, las pesquerías se regulan, no se prohíben”, dijo.
Agregó que la pesca de camarón existe en el país desde 1940, con todas las técnicas conviviendo, además que de por año se importan casi 2 millones de kilos desde Nicaragua y Panamá, mientras que “ese mismo producto se podría generar acá con los beneficios laborales y comerciales que implica”.
Votaron a favor del proyecto:
PLN: Carlos Ricardo Benavides, Luis Fernando Chacón, Jorge Fonseca, David Gourzong, Wagner Jiménez, Franggi Nicolás, Paola Valladares.
PUSC: Pablo Abarca, Óscar Cascante, Erwen Masís, Pedro Muñoz, María Inés Solís,
PRN: Carlos Avendaño, Eduardo Cruickshank, Melvin Núñez, Xiomara Rodríguez,
PIN: Wálter Muñoz y Patricia Villegas.
PRSC: Otto Roberto Vargas.
Bloque independiente Nueva República: Ignacio Alpízar, Marolin Azofeifa, Carmen Chan, Nidia Céspedes, Harllan Hoepelman, Jonathan Prendas,
Independientes: Dragos Dolanescu, Erick Rodríguez Steller y Zoila Volio.
Votaron en contra:
PLN: Luis Antonio Aiza, Ana Lucía Delgado, Yorleny León, Karine Niño, Roberto Thompson y Daniel Ulate.
PAC: Luis Ramón Cascante, Mario Castillo, Laura Guido, Carolina Hidalgo, Catalina Montero, Víctor Morales Mora, Welmer Ramos, Enrique Sánchez y Paola Vega.
PUSC: María Vita Monge
PRN: Mileyde Alvarado.
FA: José María Villalta.
Minae lamenta decisión
El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) indicó este jueves por la noche que lamentó que los diputados aprobaran el proyecto que revive la pesca de arrastre, ya que asegura que carece de sustento científico.
“Respetamos la decisión del Poder Legislativo, pero lamentamos la ausencia de un sustento científico robusto para autorizar una actividad que pondrá en riesgo la biodiversidad marina y limita la oportunidad de una recuperación económica sostenible a los pescadores artesanales”, dijo la ministra Andrea Meza.
El Minae destacó que la técnica de pesca de arrastre no abrirá el camino al desarrollo económico de las costas y que, por el contrario, generará mayor presión en ecosistemas y recursos ya sobreexplotados, o en especies en peligro de extinción, por tratarse de “una técnica poco selectiva”.
La cartera precisó que seguirá comprometida con impulsar actividades económicas que contribuyan con una reactivación económica, con técnicas más sostenibles y de mayor valor agregado.
Entre estas citó la pesca artesanal con certiticaciones, camarón sostenible en maricultura y actividades turisticas costeras.
Nota actualizada a las 8:20 p. m. con comunicado del Minae
Colaboró el periodista José Andrés Céspedes