Con 39 votos en contra, el plenario de la Asamblea Legislativa rechazó este jueves el segundo presupuesto extraordinario de la República planteado por el gobierno para el 2020.
La mayoría de los diputados se acogió al dictamen negativo emitido por la Comisión de Asuntos Hacendarios, en el que se recomendó archivar la propuesta por considerar que, mientras los ingresos por impuestos caen considerablemente producto de la crisis del coronavirus, el Ejecutivo no se ha tomado en serio el recorte del gasto y solo plantea medidas “irrisorias”.
Solamente se opusieron a la decisión nueve legisladores del Partido Acción Ciudadana (PAC) y el frenteamplista José María Villalta.
La oficialista Laura Guido, de la Comisión de Hacendarios, lamentó la decisión y dijo que existían opciones para modificar el expediente y darle prioridad a los dineros para la atención económica y médica de la emergencia, y no archivar el proyecto.
En tanto, la oposición considera que, si los ingresos tributarios del gobierno caerán en casi ¢1 billón (un millón de millones) este año, no es aceptable que el Ejecutivo solo plantee reducir gastos en ¢62.000 millones.
Este segundo presupuesto consistía en lo siguiente:
– Destinar ¢183.000 millones a la amortización de deuda pública con recursos provenientes de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Esta acción permitiría reducir la necesidad de obtener recursos prestados en el mercado interno, donde son más caros.
– Destinar ¢34.334 millones para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el fin de compensar la decisión de reducir la base mínima contributiva por la pandemia.
– Transferir ¢75.000 millones del Instituto Nacional de Seguros (INS) a los bonos Proteger, creados por el gobierno para ayudar a las personas económicamente afectadas por la crisis.
– Reducir gastos en ¢62.453 millones, principalmente por disminución en el pago de intereses de deuda gracias a un canje de financiamiento interno por externo.
La liberacionista Karine Niño, por ejemplo, criticó que el Gobierno alegue no tener dinero para los bonos, pero sí para hacer “encuestas de percepción”, como la que haría la Comisión Nacional de Emergencias, por ¢14 millones, para medir la percepción ciudadana sobre su labor.
"Se tiene plata para gastar en encuestas de percepción, pero les dicen a los costarricenses que por culpa de otros no va a haber bono Proteger ni hay plata para la CCSS", dijo Niño, quien añadió que al Gobierno le falta orden.
A través de sus redes sociales, el jefe del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Peña, aseguró que es "impensable que los gastos superfluos se mantengan como si nada" a la luz de la pandemia.
"Se le ha detallado al Poder Ejecutivo dónde hacer los recortes, sin rebajar los salarios de ningún funcionario público y sin afectar la prestación de servicios públicos ni el funcionamiento de las instituciones", alegó Peña.
Si bien el frenteamplista José María Villalta adujo que comparte las críticas de otros legisladores a la incapacidad del equipo económico gubernamental, añadió que al rechazar el presupuesto extraordinario no se “castiga al Gobierno”, sino a los hogares afectados por la crisis y a la CCSS que está en la "primera línea de atención de la pandemia.
Presidente Carlos Alvarado reacciona
Ante lo ocurrido en el Congreso, el presidente Carlos Alvarado afirmó: “Parte de mí siente algo de tristeza dado el rechazo temporal del presupuesto extraordinario que tenía los fondos para dar continuidad al plan Proteger y dar recursos a la Caja Costarricense de Seguro Social".
“No obstante así, nosotros seguiremos trabajando para procurar que esos fondos lleguen a las personas que necesitan el bono Proteger y a la CCSS, y confío plenamente que habrá la voluntad legislativa para que esto se materialice en la realidad, y se lo digo hoy a los muchos costarricenses que nos ven y que están a la espera, para tener esos fondos y poder ayudarles, y también para poder fortalecer a la Caja en este contexto de pandemia”.
“Estamos proponiendo otras medidas de austeridad, el tema de las anualidades, el gobierno ya lo ha planteado para el año 2021 y 2022, difícil sí, pero también bajo la filosofía de que quienes tienen una estabilidad laboral puedan apoyar en esta situación.
“Hemos puesto medidas transformadoras como el cierre de Fonabe, hay un plan que nos permite consolidar el año 2020, y como la dicho el ministro de Hacienda, nuestro enfoque es ejecutar bien ese plan en este año y, para el 2021, hay que hacer una serie de cosas como readecuaciones, canjes, particularmente de deuda, para tener un 2021 de estabilidad”, continuó.