Luego de evacuar más de 60 mociones de reiteración, el plenario de la Asamblea Legislativa aprobó este lunes en primer debate la Ley para Atraer a más Extranjeros que Trabajen de Forma Remota en el País, conocidos como nómadas digitales.
La iniciativa se avaló con 41 votos a favor y 1 en contra, este último provino del diputado frenteamplista José María Villalta.
El proyecto, planteado por el diputado Carlos Ricardo Benavides, del Partido Liberación Nacional (PLN), establece una serie de facilidades, entre ellos beneficios fiscales, para fomentar la visitación de larga estancia en Costa Rica y aumentar con ello el gasto de recursos de origen extranjero.
De acuerdo con Benavides y Rubén Acón, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), cada nómada digital que decida convertir algún destino de Costa Rica en su oficina de trabajo, puede inyectar a la economía nacional ¢15 millones por semestre.
El concepto de “nómada digital” se refiere a las personas que deciden hacer su trabajo desde cualquier parte del mundo, siempre que cuenten con una buena conexión a Internet.
En este caso, lo harían desde algún destino destino turístico en Costa Rica, para lo cual los diputados aprobaron las regulaciones.
Entre estas, ordenan a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), otorgar la categoría migratoria de no residente, subcategoría de estancia, Trabajador o Prestador Remoto de Servicios.
El beneficio migratorio se otorgará por un año, prorrogable por un único periodo de un año adicional, siempre que la persona cumpla con los requisitos.
Parte de los requisitos económicos son demostrar que ha recibido una remuneración mensual estable o rentas fijas durante el último año, por un monto igual o superior a $3.000.
Si el solicitante desea extender el beneficio a su núcleo familiar, la suma de ingresos por demostrar ascendería a $4.000.
Del mismo modo, deberá obtener una póliza de servicios médicos que lo cubra durante su estancia en el país. La cobertura se podría extender a sus familiares, según las condiciones que determine la DGME.
En cuanto a los beneficios fiscales, el nómada digital tendrá exención total del impuesto sobre las utilidades. La iniciativa no consideraría a estas personas como residentes en el país para efectos tributarios.
Tampoco se considerará el ingreso que reciben del exterior como de fuente costarricense.
Este beneficio no será aplicable al grupo familiar de la persona beneficiaria, salvo que aplique y cumpla con todos los requisitos del beneficiario directo.
El nómada digital también contará con exoneración del pago de todos los impuestos a la importación de su equipo personal básico de computo, informático, de telecomunicaciones o análogos, necesarios para cumplir con sus labores.
La licencia de conducir otorgada en el país de origen de la persona será válida en Costa Rica, siempre que se encuentre vigente.
Los beneficios rigen durante el tiempo que la persona ostente la categoría migratoria.
En cuanto a las restricciones, la legislación dice que las personas beneficiarias no podrán ocuparse de labores o servicios remunerados en el territorio nacional distintas a la registrada al recibir el beneficio especial.
Durante la discusión de las más de 60 mociones de reiteración, las cuales habían sido rechazadas en comisión, el plenario aprobó cuatros mociones del frenteamplista José María Villalta.
Una de estas establecería que si la persona traspasa sus equipos de trabajo personal, deberá cancelar los impuestos de importación.
Otra moción contempla que el beneficiado pague “todas las obligaciones tributarias” si realiza labores distintas a las que autoriza la legislación.
El resto de mociones reiteradas, principalmente por Villalta y los diputados oficialistas Paola Vega y Welmer Ramos, fueron rechazadas o retiradas de la discusión por sus proponentes.
Luego de aprobarse en primer debate, la presidencia legislativa fijó la discusión del segundo debate para el próximo 13 de julio.
Aprobaron la iniciativa diputados del PLN y de los partidos Unidad Social Cristiana (PUSC), Acción Ciudadana (PAC), Restauración Nacional (PRN); el bloque Nueva República y la independientes Zoila Rosa Volio e Ivonne Acuña.
Los nómadas digitales son personas de alto perfil profesional y salarial, ya sean patronos o trabajadores.
Aunque vienen a hacer teletrabajo, también buscan realizar actividades propias del turista, pero con la diferencia de que se relacionan con las comunidades donde se hospedan y tienen un mayor potencial económico.
El país no tiene datos exactos de cuántos visitantes de este tipo viven en Costa Rica. Sin embargo, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) calcula que la cifra ya podría rondar entre 3.000 y 4.000.
Costa Rica tiene todo para competir
El verdiblanco Benavides, aseguró que el país tiene las mejores condiciones para convertirse en un destino favorito de los nómadas digitales.
“Es una corriente mundial que Costa Rica puede aprovechar enormemente. Se estima que en los próximos años se van a contar por millones los nómadas digitales alrededor del planeta y el país tiene todo para convertirse en un gran receptor sin tener que hacer grandes transformaciones”, resaltó el legislador.
Benavides calcula que cada grupo de 10.000 trabajadores que ingresen al país bajo esta modalidad, inyectarían alrededor de $600 millones ya sea por la compra de bienes y servicios o aportando al fisco con el pago del impuesto del valor agregado (IVA).
“Pero especialmente dejando plata en las comunidades, tanto en turismo, comercio y profesionales o no profesionales que les brinden servicios. Desde una peluquería hasta un abastecedor, alguien que alquile una casa o cabina”, finalizó.