Un “recorrido visual” que determinara si la ruta estaba “bien” fue el método empleado por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para determinar si el paso por Cambronero, en la ruta 1, era transitable o no, antes de la tragedia en la que murieron nueve personas al caer un bus a un guindo producto de un derrumbe.
Así lo confirmó el director del Conavi, Mauricio Batalla, quien argumentó que lo sucedido en Cambronero el sábado fue un hecho imprevisible, similar a los sismos. Señaló que se trata de un “criterio visual donde no haya caída de agua, fisuras ni material donde se puede prever que haya posibles deslizamientos”.
Según el funcionario, en este caso se hizo esa inspección visual, sin que fuera posible determinar que ocurriría este deslizamiento que cobró nueve vidas y dejó 55 heridos en el sitio conocido como Los Chorros, a diez kilómetros de San Ramón.
Asimismo, indicó que “ningún geotecnista, ningún geólogo puede decir ‘esto se va a caer mañana’, esto no existe, hay probabilidades”.
En el caso de Cambronero, la vía presentó otro derrumbe en un sitio distinto, por lo que había estado cerrada o con paso regulado entre viernes y sábado. Sin embargo, una vez que se terminó el levantamiento del escombro, se habilitó esta ruta, luego de colocar señalización en la zona, según Batalla.
El jerarca explicó que existen sistemas de alerta temprana, con el que país no cuenta, como colocación de cámaras, sensores y otras tecnologías, a las que el país aspira acceder a través de créditos.
Pese a que el presidente de la República, Rodrigo Chaves, señaló en conferencia de prensa que este evento se pudo haber evitado porque estaba identificado, el director ejecutivo indicó que no lo estaba. “En ese punto no había registros anteriores donde haya habido afectaciones meses o años antes”, dijo.
La orden de apertura de Cambronero se emitió, según Batalla, luego cumplir un protocolo y por parte de ingenieros especialistas se determine la seguridad de la vía.
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Consultado sobre si se pudieron haber realizado cierres preventivos, Batalla manifestó que, si dependiera de las condiciones lluviosas, todas las rutas tendrían que estar cerradas de setiembre a noviembre.
“Toda la ruta es vulnerable, teníamos un problema en ruta 27 que se estaba generando complicaciones al tránsito y, entonces, lo que se hizo fue remover los escombros de ruta 1 y a partir de ahí valorar que la ruta estuviera en buen estado y a partir de ahí generar el protocolo de apertura”, dijo.
El director ejecutivo dijo que el ministro no pidió acelerar la apertura de Cambronero, sino que la solicitud fue que se hiciera de forma “expedita”, sin que se incumplieran los protocolos, pero sí de forma eficiente.
Además, indicó que las labores de limpieza estuvo a cargo de las brigadas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) al no contar con contratos de conservación vial que están vencidos desde febrero del 2021.