Cuatro pisos de altura, piso de corcho y paredes especiales para evitar la reverberación del sonido, adornado con un escudo de ¢35 millones detrás de la mesa del Directorio legislativo y sillas de ¢1,5 millones, con garantía de 15 años.
Así es el plenario del nuevo edificio de la Asamblea Legislativa, una estructura que se levanta 18 pisos por encima del suelo y se sume cuatro pisos por debajo, al costado oeste del edificio principal que hoy alberga a los diputados, y que se estrenará el 19 de octubre próximo.
El nuevo plenario también cuenta con un nuevo sistema de grabación, pantallas táctiles en cada una de las curules y un espacio previsto para crecer hasta el doble de curules.
La administración de la Asamblea Legislativa gestiona desde ya que el Directorio del Congreso autorice un receso de una semana y media, a partir del 7 de octubre, para hacer el traslado de las oficinas de los 57 diputados, las seis comisiones ordinarias permanentes y una gran cantidad de oficinas auxiliares a las nuevas instalaciones.
El centro de ese edificio es un plenario diseñado con piso de corcho y aire acondicionado que viene desde el suelo, así como un espacio para un eventual incremento hasta el doble de diputados, según explica el director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales.
Para el traslado de las oficinas y despachos, la administración del Congreso contrató una empresa de mudanzas por ¢80 millones, que incluiría dos etapas: el traslado hacia el nuevo edificio y la movilización de todos los departamentos que están en inmuebles alquilados y el antiguo colegio Sión.
¿Cómo es el plenario?
El plenario de la Asamblea Legislativa tiene una altura de cuatro pisos, con una pared detrás de la mesa del Directorio, de rayas horizontales sobre las que se empotra el escudo de ¢35 millones y una prevista para hasta 114 curules.
El piso y las pareces tienen, según Marlon Velázquez, director interino del Departamento de Servicios Generales de la Asamblea, un sistema acústico para no “generar reverberancia” y tiene una distribución similar a la actual.
“Los aires vienen de la parte inferior, para acondicionar la parte de abajo. Hay grandes pantallas para exponer toda la información necesaria durante la sesión”, dijo Velázquez.
Este funcionario añadió que, en general, el costo por metro cuadrado constructivo del edificio ronda entre $1.600 y $1.700, pero reconoció que las características del plenario incrementan ese costo un poco para ese espacio específico.
Edificio de ¢83.000 millones
Según Ayales, el costo total de la obra asciende a los ¢83.000 millones, en la modalidad de leasing con opción de compra, por el que se empezaron a pagar, mensualmente desde abril, casi ¢1.000 millones.
“Teníamos un presupuesto de ¢86.700 millones, pero estamos saliendo con ¢83.000 millones”, indicó.
Originalmente, cuando la obra se asignó al fideicomiso inmobiliario Asamblea Legislativa/BCR 2011, este preveía la construcción, bajo la modalidad llave en mano, por $76 millones, o sea, ¢45.000 millones.
Sin embargo, Ayales arguyó que, supuestamente, eso no contemplaba todo el mobiliario y el equipo necesario.
El director ejecutivo agregó que se pagará durante 14 años, al cabo de los cuales el edificio pasará totalmente a manos del Estado. A precio de hoy, eso significa que se terminará pagando ¢157.920 millones al término del plazo, o sea, ¢11.280 millones por año.
En lo que corresponde al plenario, Ayales enfatizó que el costo del escudo en simulación de bronce es de ¢35 millones y las sillas ¢1,5 millones, con una garantía de 15 años.
Alegó que eso sale mejor que las sillas “baratas” de $400 o $500, que se tienen que estar cambiando cada dos o tres años.