En 16 distritos de la gran área metropolitana (GAM), la población electoral se redujo en comparación con el 2018, contrario a lo que ocurre en el resto del país. Las disminuciones son hasta de un 7%.
Ese es el caso de San Juan de La Unión, en Cartago, donde se presentó ese porcentaje de disminución, el cual equivale, en término absolutos, a 609 personas menos, lo que lo convierte en el distrito con la mayor disminución porcentual en el número de electores.
Por número de personas, el territorio con la mayor baja es Hospital, en el cantón central de San José. Esa parte del corazón de la capital perdió 745 personas en el padrón electoral, es decir, un 4% menos.
San Juan de La Unión posee una población electoral de 8.000 ciudadanos, mientras que el distrito josefino tiene 18.000 empadronados.
Estos datos se desprenden de un análisis realizado por La Nación con base en los registros del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
El distrito Occidental, del cantón central de Cartago, también tuvo una reducción considerable del 4,3%, que equivale a 434 empadronados.
Los datos del TSE también evidencian que tres distritos de la GAM llevan 12 años seguidos con una caída en la población electoral. Se trata del distrito de Heredia, ubicado en el cantón central de Heredia; Llorente, en Tibás; y Mercedes, en Montes de Oca.
En el caso del distrito herediano, en el 2010 contaba con un padrón de 18.262 y, para el 2022, ya va por 17.297. Ha perdido más de un 5% de su población electoral al cabo de 12 años.
La GAM está compuesta por 164 distritos que representan el 4% del territorio nacional, donde se concentra la mayor parte de la población nacional. Dichas comunidades se ubican en las provincias de San José, Alajuela, Heredia y Cartago.
En cambio, hay distritos donde el fenómeno se revierte, por ejemplo, en Purral de Guadalupe hay 1.121 electores más que en el 2022.
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Las causas
Gilbert Brenes, director del Centro Centroamericano de la Población de la Universidad de Costa Rica (UCR), explicó que la densidad poblacional y la baja de la fecundidad están relacionadas con ese decrecimiento en el número de electores en varios distritos.
Según el experto, en términos de densidad poblacional, distritos como San Juan de Tibás, Hospital, San Francisco de Dos Ríos, Guadalupe, Calle Blancos y Desamparados centro tienen densidades mayores a 7.000 habitantes por Kilómetro cuadrado y una tasa baja de fecundidad.
“Con base en información del Censo del 2000, las mujeres de 15 a 35 años de la mayoría de estos distritos tenían en promedio menos de un hijo al momento de ser censadas; el promedio nacional era de 1,2 hijos”, explicó Brenes.
Esa combinación de alta densidad y baja fecundidad es la que produce decrecimientos en el número de votantes.
Otro de los factores que podrían construir en este fenómeno son los procesos económicos, ya que la mayoría de estos distritos tienen un alto porcentaje de su territorio para uso comercial de suelo, pues muchos de ellos son cabeceras de cantón o están cerca del centro de San José.
“Antiguos espacios habitacionales ahora son destinados para tiendas, oficinas, restaurantes y otras actividades empresariales. La gran cantidad de actividad comercial induce a sus habitantes a migrar hacia otros distritos con mayor concentración de viviendas. Por ejemplo, algunos de los distritos con mayor crecimiento absoluto y relativo entre 2018 y 2022 son lugares con un activo desarrollo habitacional como Sánchez de Curridabat, Brasil de Mora, La Guácima de Alajuela o Ulloa en Heredia”, concluyó Brenes.
Cantones con menor crecimiento
Los tres cantones de menor crecimiento electoral se encuentran en la provincia de San José; se trata de Tibás, San José y Montes de Oca, que registraron un alza de menos de un 2% entre el 2018 y el 2022.
Tibás presentó el menor aumento, con solo un 1,1%. El cantón central de San José, pese a ser el más poblado del país, es el segundo con menor crecimiento; ahí se pasó de 234.352 empadronados a 237.820, lo que equivale a un alza del 1,5%. Esa diferencia, en términos absolutos, representa 3.468 personas, un número bajo para un municipio tan poblado.
Después sigue Montes de Oca con un incremento de solo un 1,6%. Ahí la variación es de solo 699 ciudadanos mayores de 18 años.
Por otra parte, hay cantones donde sí se presentaron grandes diferencias, todas con alzas considerables. Ese fue el caso de Talamanca, en Limón, donde se registró la variación más alta del país: su padrón creció un 14% en estos cuatro años.
Si bien Talamanca está lejos de ser uno de los cantones más poblados del país, esa alza es mayor a la registrada en el cantón central de San José, el más poblado. Este municipio caribeño sumó 3.515 empadronados, es decir, 47 más que San José.
En el caso del cantón de Grecia, en Alajuela, la merma en su población electoral obedece a que Río Cuarto, que anteriormente era su distrito, se convirtió en cantón.
“El cantón con menor crecimiento, Tibás, es el cantón con mayor densidad poblacional en Costa Rica. Alta densidad poblacional implica que hay poco espacio físico para que la población crezca, excepto por la vía de la construcción vertical (algo que ya está sucediendo en estos cantones).
“Sin embargo, no solo la densidad poblacional explica el bajo crecimiento de estos cantones. Algunos de estos se caracterizaban por tener una baja fecundidad, alrededor del año 2000, lo que desemboca en pocos jóvenes que aumenten el padrón en el 2018 y en el 2022. Moravia, Montes de Oca y Goicoechea presentaban tasas de fecundidad general menores a 20 nacimientos por cada 100 mujeres en edad fértil, por debajo de la tasa para todo el país, que era de 23 nacimientos por cada 100 mujeres de 15 a 49 años”, argumentó el director del Centro Centroamericano de la Población de la UCR.