El Estado le prestó a Surcoop ¢2.250 millones y le regaló otros ¢870 millones. Le consiguió las tierras, le financió la compra de maquinaria e insumos necesarios para la producción agrícola y le otorgó condiciones favorables para pagar.
Sin embargo, la Cooperativa de Producción Agropecuaria Industrial y de Servicios Múltiples del Sur (Surcoop), quebró.
Alega que las cosechas se perdieron por efectos climatológicos y por culpa de las plagas, además de que fue víctima de la crisis financiera del 2008.
Hoy, el grupo espera que los diputados voten en primer debate la condonación de las deudas de agricultores con el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) que lo libraría de pagar ¢1.300 millones por las tierras.
No obstante, de aprobarse el proyecto, esta sería la segunda vez que el Congreso salva a Surcoop de pagar sus deudas con el Estado.
En el 2010, ya se le había eximido de pagar ¢2.300 millones del préstamo que les había facilitado el desaparecido programa de Reconversión Productiva, cuya cartera fue trasladada al Sistema Nacional de Banca para el Desarrollo (SBD), según confirmó esta última entidad.
Es decir, si prospera ese plan de los diputados, a Surcoop se le habrían perdonado deudas por ¢3.600 millones.
Incluso, a ese monto se le podrían sumar ¢1.300 millones más, pues el consorcio también figura entre los beneficiarios de un tercer plan de condonación con la Banca para el Desarrollo que se discute en el Congreso.
En total, Surcoop evitaría el pago de unos ¢4.900 millones, entre intereses y los préstamos iniciales otorgados entre el 2003 y el 2004 por el Inder (¢700 millones) y por Reconversión Productiva (¢1.550 millones).
Condonaciones. El primer perdón de deudas, por ¢2.300 millones con el que se benefició a la cooperativa fue promovido, en el 2010, por los 25 diputados que entonces integraban la fracción de Liberación Nacional (PLN).
En aquella oportunidad, los verdiblancos impulsaron la condonación de los préstamos de Reconversión Productiva, al alegar que la mayoría eran incobrables y se trataba de pequeños agricultores, cuyos proyectos habían fracasado.
El segundo plan se tramita actualmente en el Congreso, donde está listo para su votación en primer debate.
Se trata del expediente 18.875 que libraría a casi 1.200 productores (agricultores y cooperativas) del pago de las deudas por tierras adquiridas con el Inder, antes del 31 de diciembre del 2005.
La iniciativa fue presentada, en el 2013, por el otrora legislador de la Unidad Social Cristiana (PUSC) Wálter Céspedes, quien fue presidente del Inder en el 2003, año en que Surcoop asumió unos ¢700 millones en préstamos por 1.100 hectáreas, en Palmar y Piedras Blancas de Osa.
La tercera condonación, que se analiza en la Comisión legislativa de Agropecuarios sería para terminar de perdonar los créditos que no cubrió el plan que impulsó el PLN en el 2010.
Ese proyecto fue redactado, en el 2012, por los entonces diputados Carmen Granados y Jorge Gamboa, de Acción Ciudadana (PAC); el socialcristiano Wálter Céspedes, y Mireya Zamora, del Movimiento Libertario.
En crisis. El presidente de Surcoop, Gregorio López, negó que hayan cometido alguna irregularidad e insistió en la necesidad de que se les perdonen todas las deudas: “De parte de nosotros como organización no hay maldad, no hay derroche de dinero; no nos hemos robado ni un cinco (...). Lo que pasa es que no podemos salir adelante porque en las condiciones actuales, nadie nos presta dinero para un nuevo proyecto”.
En el Congreso, diputados el PAC, PUSC y Frente Amplio se niegan a beneficiar a Surcoop con nuevas condonaciones. Colaboró el periodista Aarón Sequeira