La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28), realizada en Emiratos Árabes Unidos, concluyó la madrugada de este 13 de diciembre con un acuerdo histórico de “transición para alejarse de los combustibles fósiles”, según comunicó la presidencia emiratí del foro.
Con ese breve texto incluido en la declaración final de la cita planetaria, casi 200 países acordaron efectuar un cambio energético que permita abandonar progresivamente los combustibles fósiles; cuya fuerte incidencia en el cambio climático ha sido señalada en forma costante por la ciencia y grupos ambientalistas.
El “principio del fin” de la era de los combustibles fósiles, según el acuerdo adoptado, es sentar las bases para una transición rápida, justa y equitativa, respaldada por profundos recortes de emisiones y una ampliación del financiamiento en esta década.
En una demostración de solidaridad global, indicaron comunicados de prensa de la COP28, los negociadores también se reunieron en Dubái para tomar una decisión sobre la primer ‘evaluación global’ del mundo para intensificar la acción climática antes del final de la década, con el objetivo general de mantener el límite de temperatura global de 1,5°C al alcance.
“Aunque no pasamos página de la era de los combustibles fósiles en Dubái, este resultado es el principio del fin”, informó el secretario ejecutivo de ONU sobre Cambio Climático, Simon Stiell, en su discurso de clausura. “Ahora todos los gobiernos y empresas deben convertir estas promesas en resultados de economía real, sin demora”, manifestó.
Compromisos concretos
El balance global es considerado como el principal logro de la COP28, ya que contiene todos los elementos que estaban bajo negociación y que ahora pueden ser utilizados por los países para desarrollar planes de acción climática más sólidos previstos para 2025.
Dicho balance reconoce la ciencia y variedad de estudios que indican que las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse 43% para 2030, en comparación con los niveles de 2019, para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (°C) hacia el año 2030.
Sin embargo, señala que las partes (países y otras entidades en la Conferencia) están desviadas en lo que respecta al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, emitido hace ocho años.
En simple: no es posible limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (°C) para el año 2030 dado el poco cumplimiento acumulado hasta ahora.
Por lo tanto, el balance global acordado en la COP28 insta ahora a las partes a tomar medidas para lograr, a escala global, triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar las mejoras en la eficiencia energética para el 2030 para tratar de conseguir el objetivo pactado en París.
La lista también incluye acelerar los esfuerzos hacia la eliminación gradual de la energía incesante a base de carbón, y la eliminación gradual de energías fósiles ineficientes y de subsidios a los combustibles, así como la aplicación de otras medidas que impulsen la transición para alejarse de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, con los países desarrollados continuando a la cabeza.
A corto plazo, se alienta a las partes a presentar objetivos ambiciosos de reducción de emisiones para toda la economía, que abarquen todos los gases de efecto invernadero, sectores y categorías y estén alineados con el límite de 1,5 °C en su próxima ronda de planes de acción climática (conocidos a nivel nacional como contribuciones determinadas) para el 2025.
“Tenemos la base para lograr un cambio transformador”, había dicho la víspera el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, antes de que el acuerdo fuera adoptado por consenso, lo que provocó que los delegados se levantaran y aplaudieran al cierre de la Cumbre.
Omisiones clave
No obstante el histórico logro, sí quedan asuntos pendientes muy delicados por atender mientras el tiempo avanza.
Johan Rockström, científico del sistema terrestre y codirector del Instituto de Potsdam sobre Investigación del Impacto Climático en Berlín, explicó que el acuerdo de la COP28 no permitirá que el mundo mantenga el límite de 1,5°C, pero afirmó que el resultado es un hito fundamental.
Este acuerdo, explicó, pretende dejar claro a todas las instituciones financieras, empresas y sociedades que al fin nos encontramos -con ocho años de retraso con respecto al cronograma del Acuerdo de París- en el verdadero “principio del fin” de la economía mundial impulsada por los combustibles fósiles.
Según él, la ciencia pidió una COP de mitigación, y obtuvimos una COP de mitigación, centrada en la transición para abandonar los combustibles fósiles.
“Todas las partes interesadas del mundo deben actuar ahora en consecuencia y cumplir el Acuerdo de Balance Global de la COP28, lo que significa una rápida transición para alejarse del petróleo, el carbón y el gas, apuntando a reducciones de más del 40 % para 2030 y alcanzar el cero neto para 2050, como se reconoce en el texto”, declaró Rockström.
Sin embargo, el científico consideró que la transición para alejarse de los combustibles fósiles sigue siendo demasiado vaga en el acuerdo y sin límites estrictos ni responsables para las décadas del 2030, 2040 y 2050.
En ese sentido, sostuvo que el acuerdo no reconoce el hecho de que es necesario ampliar las tecnologías de eliminación de dióxido de carbono además de la fase de abandonar los combustibles fósiles para tener alguna posibilidad de limitar el calentamiento global a 1,5°C hacia el final de esta década.
Además, manifestó que no existe un plan convincente sobre cómo se producirá la transición acordada.
“Sabemos que esto no sucederá únicamente a través de medios voluntarios nacionales. También se necesitan acuerdos colectivos y globales sobre finanzas, fijación de precios del carbono e intercambio de tecnología, a una escala que excede ampliamente lo que está ahora sobre la mesa”, agregó.