El Gobierno mantiene “en estudio” la solicitud de aceptación que Venezuela pidió para el diplomático José Huerta Castillo como embajador en Costa Rica, a quien las autoridades paraguayas investigan por supuesto acoso sexual e intromisión política.
La petición del beneplácito se presentó el 12 de febrero, hace casi cinco meses, un tiempo que en las costumbres diplomáticas podría entenderse como un rechazo de la designación.
El director del Servicio Exterior de la Cancillería costarricense, Víctor Monge, dijo desde el 6 de junio que los cuatro meses que se cumplían en ese momento eran un lapso exagerado para pensar en la posibilidad de aceptación de un beneplácito, según los usos en el país.
A pesar de que Huerta no tiene el necesario beneplácito de Costa Rica, aparece como “embajador extraordinario y plenipotenciario” en la página de Internet del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela.
En la embajada venezolana en San José presentan como jefa de la misión a Herly Teresa Peña Escalona, encargada de negocios. Ayer se intentó hablar con ella, pero no de volvió el mensaje que se dejó con su asistente.
La anterior embajadora, Nora Uribe, desempeñó labores incluso después de haber recibido un homenaje por el fin de su gestión en el país. Pero ya se marchó y ahora ocupa el cargo que tenía Huerta en Paraguay.
La Cancillería de Costa Rica estudió antecedentes de Huerta Castillo desde que se conoció que una exsecretaria suya lo denunció ante la Fiscalía de Paraguay, por acoso sexual.
En ese país también se acusó a Huerta de haberse involucrado con un excandidato a la presidencia paraguaya. Huerta aseguró al diario Al Día que todo obedece a una campaña de desprestigio contra sí y su Gobierno, que encabeza Hugo Chávez.
Se desconoce si Venezuela desistió del nombramiento y encargó a otro diplomático la tarea de trabajar por la relación bilateral, dominada hasta ahora por las diferencias entre Chávez y su contraparte tica, Óscar Arias.