Costa Rica cayó 15 puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, elaborada anualmente por la organización Reporteros Sin Fronteras, debido a los ataques del gobierno de Rodrigo Chaves a medios de comunicación y periodistas.
El país pasó de ocupar la octava casilla a nivel mundial en el 2022, a ubicarse en el puesto 23 este año.
El reporte, divulgado este miércoles 3 de mayo, destaca que Costa Rica dejó de ser “el último bastión” de la libertad de prensa del continente americano.
Pasó de la categoría “buena” al peldaño siguiente, llamado “más bien buena”, producto de “un retroceso muy marcado de su puntuación política”.
“La libertad de prensa y la libertad de expresión son dos principios muy respetados en Costa Rica, lo que la convierte en una excepción en América Latina. No obstante, ciertos medios sufrieron ataques verbales en el último año y el Ejecutivo restringió el acceso a la información pública”, señala el informe.
El estudio registró los intentos del gobierno de Rodrigo Chaves de “estigmatizar a la prensa crítica”. Durante su primer año de funciones, el mandatario ha calificado de canallas, ratas y sicarios políticos a periodistas de algunos medios de prensa.
No obstante, Reporteros Sin Fronteras destacó que, en medio de los ataques a la prensa, la Sala Constitucional “ha garantizado la protección de la confidencialidad de las fuentes y ha defendido la importancia de una prensa libre en una democracia”.
‘Es una estrategia de los líderes políticos’
El informe explica que la libertad de prensa ha empeorado incluso en países donde el panorama político es menos inestable, entre los que mencionó a Costa Rica.
“El uso de la desinformación y la propaganda, casi siempre ligado a la violencia en las redes contra periodistas y medios, se está normalizando y es ya un elemento en toda regla de la estrategia de los líderes políticos, que refuerzan así su control sobre el discurso público.
“Tradicionalmente bien situados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, Costa Rica, Uruguay y Argentina sufren el impacto de esta tendencia en el periodismo”, dice la organización Reporteros sin Fronteras.
Al respecto, el Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (IPLEX) lamentó este miércoles que Costa Rica “ya no sea un ejemplo” y que ningún país de América esté entre las primeras 10 naciones del mundo en libertad de prensa.
“En el marco de la Celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, nos unimos a instar a las autoridades de nuestro país a dejar de lado ataques que puedan ir en contra de la prensa, evitar la hostilidad que peligrosamente intenta silenciar la labor de las personas comunicadoras y, en su lugar, facilitar la labor que realizan los periodistas, en aras de la transparencia que solo le puede hacer bien a la sociedad costarricense”, manifestó IPLEX.
En diciembre pasado, la Sala IV anuló la orden emitida por el Ministerio de Salud para cerrar el Parque Viva, propiedad de Grupo Nación, al considerar que la acción constituyó un “mecanismo indirecto, atropellado e ilegítimo que violenta la libertad de expresión”.
Los magistrados agregaron en el fallo que la orden sanitaria se dictó sin “fundamento certero alguno” y que, más bien, se trató de un “castigo” para el diario La Nación –medio de comunicación del Grupo Nación–, “por lo ya publicado y dado a conocer respecto al mandatario, su partido político y su forma de pretender gobernar”.
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Ataque trol a periodista
El presidente Rodrigo Chaves justificó, en su primera conferencia de prensa de este año, que la entonces ministra de Salud, Joselyn Chacón, le pidiera al trol Piero Calandrelli atacar al periodista Jason Ureña, del medio CRHoy.
Chaves alegó, en ese entonces, que la exministra era una “persona joven”, de 31 años, que se sintió “atacada” por periodistas y medios de comunicación por publicaciones sobre decisiones de su gestión en materia de salud pública.
Alberto Vargas Zúñiga, administrador del personaje ficticio de redes sociales, reveló que la jerarca le pagó por atacar a al periodista y como evidencia difundió pantallazos de recibos y conversaciones que sostuvo con la funcionaria mediante WhatsApp.
La ministra y el presidente alegarorn que el pago fue para una campaña de salud, no para atacar a periodistas, políticos o medios de comunicación. Sin embargo, reconocieron el pedido de la jerarca de atacar a Ureña.
“Yo lo que veo es una mujer que se sintió vulnerable, atacada, afectada por la grave enfermedad de su madre, que quiso defenderse y que cometió un error en la manera que lo hizo. Sí, ‘arréenles a esos desgraciados’ fue lo que dijo, sí, eso fue lo que hizo”, declaró el mandatario, quien sostuvo a Chacón en el cargo luego del altercado.