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El pasado 11 de febrero, el canciller Manuel Ventura recibió a Lucía Ubau, madre de Lucía Pineda, y a Alejandro Ubau, tío de la comunicadora, a quienes prometió que Costa Rica persistirá en las gestiones para resguardar a la periodista. Foto: Cancillería.
Pese al silencio de Nicaragua ante la petición de Costa Rica para estar presente en el juicio contra la periodista nicaragüense-costarricense, Lucía Pineda, nuestro país seguirá con atención el proceso penal que se inicia este lunes 18 de marzo.
Así lo aseguró la Cancillería en un comunicado, en el cual afirma que, aunque las autoridades de la nación vecina ignoraron dos veces la solicitud de formar parte de la audiencia, las representaciones diplomáticas y consulares costarricenses permanecerán atentas.
“El cónsul general, Oscar Camacho, que durante la semana recibió a la madre de la comunicadora, señora Lucía Ubau, solicitó estar presente durante el juicio, pero como en otras oportunidades, con absoluto menosprecio de normas entre las naciones contenidas en la Convención de Viena sobre los asuntos diplomáticos y consulares, las solicitudes no han sido respondidas”, exhorta el comunicado.
“Aun cuando físicamente no nos permitan permanecer en la sala de la audiencia, seguiremos por los medios posibles, atentos del caso y pendientes de lo que ocurra”, declaró el diplomático.
Lucía Pineda enfrentará este lunes el juicio por los cargos de “terrorismo” y de “incitación al odio” contra los seguidores del partido de Daniel Ortega (el FSLN), por la cobertura de las protestas desatadas en abril del año pasado, contra el régimen, en las que murieron al menos 325 personas. Ella está encarcelada desde el 21 de diciembre de 2018.
“Ningún periodista debería ser enviado a prisión por ejercer responsablemente su labor. Cada día en la cárcel de Lucía Pineda es una afrenta a los valores democráticos, a la libertad y los derechos humanos”, comentó el ministro de Relaciones Exteriores, Manuel Ventura.
Asimismo, enfatrizó el canciller, el país seguirá condenando cualquier acto represivo contra comunicadores y contra los derechos humanos en general que acontezca en Nicaragua.
“Costa Rica, que siempre denunció los ataques a la libertad de expresión y en contra de los periodistas en Nicaragua, deplora y lamenta que continué la privación de libertad de la señora Lucía Pineda y de otras personas que aún permanecen en prisión”, añadió el Ministro.
Decenas de peticiones ignoradas
Desde el día del encarcelamiento de la comunicadora, Costa Rica ha remitido 12 notas al Gobierno nicaragüense. En estas, las autoridades ticas han solicitado la autorización de una visita consular para indagar sobre la salud y condición jurídica de Pineda, así como para participar en las audiencias.
Además, asegura la comunicación de Cancillería, se han hecho tres solicitudes verbales ante el Ministerio de Gobernación del país vecino, así como ante representantes de justicia y del sistema penitenciario.
Sin embargo, el silencio ha sido la respuesta ante todas las peticiones.
El pasado 11 de febrero, el canciller recibió en su despacho, en la Casa Amarilla, a Lucía Ubau y Alejandro Ubau, madre y tío, respectivamente, de la periodista.
Ventura les reiteró a ambos que el país persistiría para resguardar la integridad física y el debido proceso de la comunicadora.
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El calvario de la comunicadora
Lucía Pineda, quien es jefa de prensa del canal independiente 100% noticias, fue arrestada el 28 de diciembre de 2018, cuando el régimen de Ortega irrumpió en las instalaciones de ese medio de comunicación, cortó la transmisión y lo clausuró.
En ese momento, fue encerrada en la cárcel de máxima seguridad El Chipote, en lo alto de la Loma de Tiscapa, en Managua, un reclusorio conocido como un centro de torturas.
Posteriormente, el 30 de enero, la periodista fue trasladada a la cárcel de mujeres La Esperanza, en Tipitapa, en las afueras de la capital nicaragüense.
En ambos sitios, ha sido víctima de actos violatorios contra su integridad y derechos humanos, desde tener que defecar sobre una mano envuelta en papel, hasta permanecer en una celda oscura en donde solo cabe una persona.