Liberia y La Cruz. “Yo busco el sueño americano (...). Dejé un bebé de un año en Cuba, estoy loca por llegar a Estados Unidos y traérmelo. Estados Unidos me da esa posibilidad. Una vez que esté legal, lo puedo reclamar”.
Las palabras las dijo Yumiley Díaz, joven secretaria que integra el primer grupo de 180 cubanos que Costa Rica logró embarcar este martes rumbo al norte, saliendo del aeropuerto Daniel Oduber, en Liberia, luego de casi dos meses de una crisis migratoria, con secuelas políticas regionales, que se inició cuando Nicaragua decidió no darles paso a los isleños alegando violación a su soberanía.
Esa legislación de los años 60 establece que, una vez que un cubano entre a suelo estadounidense por vía terrestre o marítima, debe ser acogido. Un año después, podrá optar por la residencia y, en el proceso de legalización, incluso es factible que solicite ayuda económica del Gobierno de Estados Unidos.
Cubanos realizan los últimos preparativos en el aeropuerto Daniel Oduber Quirós, de allí tomarán el vuelo El Salvador y continuarán su plan original de llegar a Estados Unidos.Rafael PachecoEstos primeros 180 isleños llegaron a las 8 p. m. de este martes a la terminal liberiana, para salir a las 10:30 p. m. en un vuelo chárter hacia El Salvador. De allí seguirán por tierra su éxodo hasta suelo estadounidense.
Para las 11:15 a. m. de este miércoles, los migrantes deberían estar en el límite entre Guatemala y México, en el puesto de Hidalgo, en Chiapas. El Gobierno mexicano les dará 20 días para salir por algún punto de la frontera con Estados Unidos.
Estos cubanos forman parte del plan piloto acordado por los países del Istmo, excepto Nicaragua, para dar salida a los 7.800 migrantes varados en Costa Rica desde que la administración de Daniel Ortega les cerró el paso el 15 de noviembre anterior. De su éxito dependerá el viaje del resto, así como de otros 1.000 que están en Panamá.
El embarque se produjo ante la presencia del canciller tico Manuel González, quien encabezó las negociaciones con la región. “La operación piloto ha sido exitosa hasta el momento, ellos se han mantenido con orden y calma, esperamos se convierta en un mecanismo más estable”, manifestó el diplomático.
Costa Rica aspira a que, en adelante, salgan dos vuelos diarios con migrantes, con lo que se podría embarcar a todos los 7.800 cubanos en menos de un mes.
Llegar o llegar. “Lo más importante es salir de aquí y llegar a Estados Unidos. Allá ya veremos qué hacemos”, dijo Raúl Hernández, de 22 años y operario de maquinaria. Él entró a Costa Rica a inicios de noviembre, solo, pero en Miami lo esperan un hermano, tres tías, dos primos y un abuelo.
“La Ley de Ajuste Cubano le permite a uno estudiar; eso es lo que quiero hacer y buscar un trabajo de medio tiempo. Cuando uno tiene familia allá que lo ayuda, es más fácil”, contó Hernández mientras pasaba el último rato en el albergue antes de partir.
“Es indignante cuando se explota la generosidad del pueblo estadounidense”, consideró Rubio, senador por Florida, donde organizaciones no gubernamentales anunciaron que se preparan para ayudar a los migrantes.
Esa ley fue objeto de críticas de Cuba, Nicaragua, Guatemala y hasta de Costa Rica.
Cubanos salieron del país a las 10:30 p. m. rumbo a El Salvador. Rafael Pacheco.Pago. Para viajar, los cubanos pagaron $555 (casi ¢300.000), incluyendo pasaje aéreo, impuestos en Costa Rica, El Salvador y Guatemala, trayectos en bus, alimentación y seguro médico.
La viceministra de Gobernación, Carmen Muñoz, declaró que, en caso de que algunos indiquen no poder pagar, se analizará extenderles un permiso de trabajo para que reúnan el dinero.
“Quedamos agradecidos con el Gobierno de Costa Rica aunque hemos gastado mucho dinero. Este país es muy caro, el más caro de Centroamérica”, opinó el isleño Serguey Acosta poco antes de reanudar su aventura.