Costa Rica mantuvo su calificación democrática en el Índice de Democracia del 2023 elaborado por la revista The Economist. Obtuvo una nota de 8,29, destacando como la segunda de las democracias más estables y funcionales en América Latina.
Si bien el país no presentó mejoras en los indicadores, consiguió replicar las calificaciones que obtuvo en el 2022, con lo que conserva el grado de “democracia plena”, contrario a la tendencia internacional que va hacia el deterioro.
En el informe, Costa Rica destaca por su compromiso con los principios democráticos y el respeto a las libertades civiles. En Latinoamérica, solo dos países están en la mejor categoría: Costa Rica y Uruguay. Para alcanzar una democracia plena, se requiere obtener como mínimo 8 puntos de 10 posibles.
A nivel centroamericano, el Estado costarricense es el único que no registró un retroceso, pues El Salvador, Honduras y Guatemala descendieron en sus calificaciones.
Costa Rica había tenido una tendencia de continuo progreso con mejoras año con año. Por ejemplo, el país pasó de un 8,04 a un 8,20 entre el 2010 y el 2020, y en el informe del 2022, alcanzó el 8,29, cifra que se mantuvo en el nuevo reporte.
El Índice de Democracia de The Economist es una herramienta que evalúa el estado de la democracia en 167 países, clasificándolos en cuatro grupos: democracia plena, democracia defectuosa, régimen híbrido o régimen autoritario.
Para hacer sus evaluaciones, el informe toma en cuenta cinco indicadores: el proceso electoral y el pluralismo, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades civiles.
Destacan proceso electoral y libertades civiles
En cada uno de los indicadores, esta vez Costa Rica obtuvo el mismo resultado que el año anterior.
Los indicadores costarricenses mejor calificados son los de procesos electorales nacionales y libertades civiles. En el primero, por cuarto año consecutivo, la nota es de un 9,58. En el caso de las libertades civiles, la nota nuevamente fue de un 9,71, la cual se ha mantenido igual desde el 2020.
La calificación más baja es la de cultura política, en la que el país obtuvo, por tercer año consecutivo, 6,88 puntos; aunque en el 2020 había logrado subir a 7,5.
La cultura política se refiere a si los partidos perdedores y sus simpatizantes aceptan la voluntad del electorado y permiten la transferencia pacífica del poder.
En noviembre del 2023, otro índice mundial de calificación democrática, elaborado por Idea International, registró que Costa Rica cayó del puesto 2 al 13 en la categoría de representatividad, por causa de los cuestionamientos al financiamiento electoral y los ataques a medios propiciados por el gobierno del presidente Rodrigo Chaves. Este estudio se denomina Estado Global de la Democracia 2023.
Aumenta el retroceso democrático mundial
El informe de The Economist resalta que, de forma general, la puntuación democrática media mundial cayó de 5,29 a a 5,23 entre el 2022 y el 2023, en consonancia con una tendencia general de regresión y estancamiento en los últimos años.
La mayor parte de la regresión se produjo entre las naciones clasificadas como regímenes híbridos y regímenes autoritarios.
La región de América Latina y el Caribe resalta como una de las de mayor retroceso; su índice promedio cayó de un 5,79 a un 5,68. Este es el octavo año de decadencia democrática en la región.
La mayor regresión se produjo en la subregión de América Central, impulsada por caídas en El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras.
Nicaragua está calificada como régimen autoritario y los demás, como híbridos.
En Latinoamérica, dos tercios de los 24 países de la región registraron una caída en sus puntajes, mientras que las puntuaciones de cinco presentaron estancamiento, entre ellos Costa Rica.
En el grupo de democracias plenas, se ubican solo 24 países que representan el 7,8% de la población mundial. Las naciones clasificadas como regímenes autoritarios son 59 y, en ellas, vive el 39,4% de la población del planeta.
“Los resultados para el 2023 apuntan a un malestar democrático continuo y una falta de impulso. Solo una minoría de países mejoró la puntuación de su índice”, señala el reporte.