Los presidentes de Costa Rica, Panamá y República Dominicana, Carlos Alvarado, Laurentino Cortizo y Luis Abinader, confirmaron este lunes, en San José, la consolidación de un bloque regional prodemocracia.
El mecanismo se llama Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD). Incluye a las tres economías más estables de la región con el respaldo del Gobierno de Estados Unidos como aliado estratégico.
Su creación fue impulsada por Costa Rica en setiembre de 2021. Seis meses después, la ADD celebró su cuarta cumbre con la presencia de los tres mandatarios y los ministros de Relaciones Exteriores y Hacienda de los países miembros, en San José, Costa Rica.
Este espacio tiene el objetivo de construir acuerdos estratégicos con Estados Unidos en cinco ejes: democracia, derechos humanos y libertades individuales; migración y refugio; sostenibilidad, medio ambiente y cambio climático; seguridad, justicia y lucha contra la corrupción; crecimiento económico y oportunidades socio laborales.
En esa línea, por ejemplo, los mandatarios acordaron crear el consejo empresarial del sector privado de la Alianza para el Desarrollo en Democracia con Estados Unidos, que contará con representantes de esos cuatro países para procurar nuevos negocios.
Como parte de las conversaciones con el Gobierno de Estados Unidos, los gobernantes centroamericanos también acordaron trabajar en un potencial acuerdo para la importación de gas natural desde esa nación, así como la creación de un fondo de prevención de la migración en cada una de las tres naciones.
Mediante la delegación norteamericana, la vicepresidenta Kamala Harris manifestó “el firme apoyo a la ADD, destacando la coincidencia de nuestros principios en materia de derechos humanos, estado de derecho, anticorrupción, equidad de género, libertad de expresión, migración e infraestructura”.
La próxima cumbre presidencial de la ADD se celebrará en Nueva York, en octubre próximo. Los mandatarios de Panamá y República Dominicana extendieron la invitación al próximo presidente de Costa Rica a integrarse a este espacio para continuar con la agenda en común.
“Yo estoy seguro que el presidente que venga va a seguir de la mano de nosotros luchando por el tema del desarrollo en democracia. Quien gane, cualquiera de los dos que gane las elecciones, yo tengo toda la confianza de que vamos a seguir trabajando como lo hemos hecho siempre. La relación que hemos tenido siempre ha sido muy fuerte y no tengo duda de que así va a continuar”, afirmó Cortizo.
Presidentes de la ADD: SICA debe resolver sus problemas
Por otra parte, los mandatarios negaron que este nuevo bloque estratégico de países tenga intenciones de sustituir el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que además está integrado por Guatemala, Honduras, Belice, El Salvador y Nicaragua.
Actualmente, ese foro de integración centroamericano se encuentra sin secretario general, pues el gobierno de Daniel Ortega no lo ha nombrado. Carlos Alvarado declaró que ese fue uno de los temas de discusión durante la cumbre de la ADD.
“La Alianza para el Desarrollo en Democracia no es una sustitución del sistema para nada, y eso lo quiero subrayar. Es un mecanismo político y diplomático donde tres países que tenemos una visión muy parecida en materia de democracia, económica, derechos humanos y otros, generamos un mecanismo de trabajo flexible, pero que, como demostramos, trae frutos.
“El SICA por su naturaleza tiene una formalidad y ciertamente ha tenido dificultades formales para avanzar recientemente. Nuestro trabajo ha sido, por un lado, desde la alianza, poder trabajar en los temas que son de nuestro interés, pero también procurar coordinar para una solución al tema del SICA.
“Particularmente la imposibilidad que ha habido de un tiempo acá de nombrar una secretaría general, en este momento le correspondería a Nicaragua hacer esa propuesta, según los Acuerdos de Tegucigalpa. Desde entonces, hemos estado en un impasse; eso es lo que procuramos resolver los distintos países que estamos acá para darle funcionalidad y reabrir el diálogo político. Pero ciertamente hay un impasse”, reconoció Alvarado.
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Un informe del Estado de la Región, publicado en setiembre pasado, alertó sobre la pérdida de interés de los gobernantes centroamericanos en la integración centroamericana. De acuerdo con el reporte, el único encuentro al que asistieron todos los jefes de Estado, en la última década, fue la cumbre celebrada en Tegucigalpa, Honduras, en 2012.
Se presentaron, en aquella ocasión, los mandatarios de Costa Rica, Laura Chinchilla; Nicaragua, Daniel Ortega; Panamá, Ricardo Martinelli; Guatemala, Otto Pérez; Honduras, Porfirio Lobo; El Salvador, Mauricio Funes; y República Dominicana, Leonel Fernández; así como el primer ministro de Belice, Dean Barrow.
No obstante, el compromiso de los sucesores en el poder con el proceso de integración centroamericana, a través del SICA, cayó a un nivel tan bajo que, en una de las cumbres presidenciales de 2019, no acudió ni un solo mandatario al encuentro.
“En esa oportunidad, el propio secretario general (Vinicio Cerezo, expresidente de Guatemala) admitió que la región estaba pasando por una etapa difícil para el diálogo político”, señala el informe.