Costa Rica mejoró su calificación en las variables de esperanza de vida e ingresos per cápita en la última medición mundial, realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Así lo indica el más reciente Informe Mundial sobre Desarrollo Humano, elaborado con datos del 2015 y presentado la mañana de este martes. El estudio mide y compara la calidad de vida que tienen los habitantes de 188 países en todo el mundo, a partir de tres indicadores: oportunidades para vivir una vida saludable, oportunidades de educación y posibilidad de tener un nivel de vida digno.
La primera categoría toma en cuenta la esperanza de vida al nacer, la cual pasó de 79,4 años en 2014 a 79,6 años en 2015.
Por otra parte, la posibilidad de tener una vida digna se calcula a partir del ingreso nacional bruto per cápita, el cual alcanzó un promedio de $14.006 anuales (unos ¢7,9 millones), mientras que el año anterior había sido de $13.774 anuales (¢7,7 millones).
Las oportunidades de educación se mantuvieron invariables, ninguno de sus dos componentes experimentó cambios: los años esperados de escolaridad se quedaron en 14,2, y los años promedio de escolaridad en 8,7.
Con esas condiciones, Costa Rica alcanzó un índice de desarrollo humano de 0,776; calificación que la ubica en la posición número 66 del ranquin mundial, y 5 en América Latina. En el último lustro, el país logró subir tres posiciones.
En esta ocasión, en el mejor puesto se ubicó Noruega con un índice de 0.949. La puntuación más deficiente fue la de la República Centroafricana, con 0.352.
La oficina del PNUD en Costa Rica señaló que en los últimos 25 años, el índice de desarrollo humano costarricense aumentó un 18,8%, aunque el crecimiento fue mucho más rápido en las décadas de 1990 y 2000, y luego desaceleró.
Tal comportamiento se presentó en muchos otros países, lo que hace pensar que puede ser consecuencia de la crisis económica en los años 2008 y 2009, según Gabriela Mata, especialista en desarrollo humano del Programa.
"El país también tiene indicadores relativamente buenos, y es difícil avanzar más que cuando se tienen indicadores más atrasados, porque se vuelve más caro invertir", explicó Mata.
Datos esconden desigualdad de género. Para los investigadores del PNUD, es necesario ver más allá de las puntuaciones generales de cada variable para notar desigualdades crecientes que se ocultan detrás de cifras que, a primera vista, parecen relativamente positivas.
Por ejemplo, pese a que el ingreso nacional bruto per cápita en el país es de $14.006 anuales, la diferencia es amplia si se calcula por género.
Los hombres ganan por año, en promedio, $18.502 (¢10,4 millones), mientras que el ingreso de las mujeres es de unos $9.955 (¢5,5 millones).
Sobre la brecha de género, el informe señala que en el país apenas el 33,3% de las curules en la Asamblea Legislativa están ocupadas por mujeres. Además, la participación femenina en el mercado laboral es de solo un 46,8%, frente a un 76,6% de los hombres.
Para combatir tales desigualdades, el PNUD propone medidas como la promoción de mecanismos subvencionados de crédito y que se garantice la implementación del principio de la paridad horizontal y vertical de mujeres y hombres en la participación política.