Costa Rica se sumó a una declaración del Grupo de Lima que censura el masivo apagón en Venezuela que, a este domingo, suma tres días y deja un saldo de 18 víctimas en hospitales y clínicas por la falta de suministro eléctrico.
Así lo afirma la cancillería al indicar que los gobiernos de 11 países miembros del Grupo de Lima suscriben una declaración en la que se solidarizan con el pueblo venezolano, responsabilizan al régimen de Nicolás Maduro por el colapso energético y señala que ese apagón confirma la magnitud de la crisis humanitaria en ese país.
La declaración, emitida esta tarde, fija en 18 el número de víctimas en hospitales y clínicas por el colapso energético, que además mantiene sin agua e incomunicados a los venezolanos.
“Nos solidarizamos con los millones de venezolanos afectados por el apagón”, dice parte de un comunicado suscrito además por Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú.
Aunque Maduro denunció como una “agresión imperial” de Estados Unidos el apagón, el Grupo de Lima responsabiliza “exclusivamente “ a su “régimen ilegítimo” por el colapso.
“Esta situación no hace más que confirmar la existencia y magnitud de la crisis humanitaria que el régimen de Maduro se niega a reconocer”, añade la declaración divulgada por la Casa Amarilla en un comunicado.
No obstante, para el Grupo de Lima el apagón que a la tarde de este domingo alcanzaba las 72 horas, se suma a los innumerables percances y a las penurias cotidianas que sufren millones de venezolanos.
Nuevas pugnas
El apagón se convirtió en un nuevo pulso político entre Maduro y el presidente encargado Juan Guaidó.
Mientras Maduro señala a Estados Unidos por “ataques electromagnéticos” al cerebro de la hidroeléctrica Guri, la mayor de Venezuela ubicada en el estado sureño de Bolívar; Guaidó y expertos acusan al régimen por falta de inversión y mantenimiento, así como a la corrupción.
La suspensión masiva del servicio eléctrico, la peor registrada en ese país de 30 millones de habitantes, comenzó a las 4:53 p. m. hora local (2:53 p. m. en Costa Rica) del jueves, informó AFP.
Según esa agencia de noticias, el apagón prácticamente ha paralizado a ese país con negocios como supermercados cerrados, poco servicio de transporte, sin actividades laborales ni escolares y con la creciente preocupación de los ciudadanos porque la comida empieza a dañarse y el agua escasea.
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Esta tarde, el Grupo de Lima reiteró el apoyo a Guaidó y a la Asamblea Nacional en la lucha por resolver la crisis en su país, la cual insisten debe ser por canales democráticos como la realización de elecciones libres.
“Sólo un gobierno legítimo surgido de elecciones libres y democráticas podrá llevar a cabo la reconstrucción de las instituciones, la infraestructura y la economía del país que los venezolanos necesitan para recuperar su dignidad, el ejercicio de las libertades cívicas y el respeto de sus derechos humanos tras años de desconocimiento y negación”, declaró este domingo el Grupo de Lima.
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Costa Rica se adhiere a esta declaración dos semanas después de que se negara a firmar otra en la que el Grupo de Lima reafirmara el llamado a una transición democrática en Venezuela.
Ese texto, acordado por 11 países el 25 de febrero, dos días después de que Maduro bloqueara el ingreso de ayuda humanitaria desde Colombia, pide la salida de Maduro para que se puedan desarrollar elecciones libres con la participación de todas las fuerzas políticas.
La decisión de abstenerse a firmar fue tomada por el presidente Carlos Alvarado y, en primera instancia, el gobierno esgrimió que todos los esfuerzos de ayuda humanitaria en ese país deben ser en línea con principios internacionales de humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad operativa.
Costa Rica también argumentó que, para que unas elecciones en Venezuela sean libres, deben de participar todos actores políticos, con la finalidad de prevenir mayor violencia y sufrimiento al pueblo de ese país.
Luego, Alvarado y el canciller Manuel Ventura explicaron que Costa Rica no se sumó a la declaración para evitar confusiones en el sentido de que el país estaba apoyando una intervención militar, como lo insinuaron previo a esa reunión algunos líderes latinoamericanos.