Aunque el pesimismo por el rumbo del país y la situación económica marcan el sentir de la población, los costarricenses aumentaron su confianza en las instituciones, según la más reciente encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), publicada este miércoles.
Después de que entre marzo y agosto sufrieron una pérdida generalizada en la valoración ciudadana, 16 instituciones registraron un repunte en noviembre.
Las más beneficiadas fueron la Asamblea Legislativa y la Iglesia católica, cuyos puntajes subieron en 0,8 puntos porcentuales con respecto a la medición efectuada tres meses antes.
En escala de 1 a 10, la nota del Congreso subió de un 3,9 a un 4,7 y la de la Iglesia, de un 5,8 a un 6,6.
Les sigue la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cuya nota aumentó en 0,7 puntos, al pasar de 5,6 a 6,3.
En tanto, subieron medio punto porcentual las notas sobre el Instituto Costarricense de Electricidad (7,1), la Defensoría de los Habitantes (6,3), la Sala IV (5,9), la Refinadora Costarricense de Petróleo (5), el Gobierno (4,3) y los partidos políticos (3,7).
Otras entidades y organizaciones experimentaron aumentos más moderados, de entre 0,2 y 0,4. Es el caso del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), las universidades privadas, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), el Poder Judicial, la policía, la Contraloría General de la República y las iglesias no católicas.
Pese a que fueron las únicas cuyas notas no experimentaron cambios, la UCR (con 8,1) y las demás universidades públicas (7,7) se mantienen a la cabeza de la medición, con los puntajes más altos.
En otro apartado, el informe del CIEP indica que la imagen del presidente Carlos Alvarado también mejoró, pues disminuyeron las percepciones negativas sobre su gestión.
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No obstante, al igual que en agosto, un 68% de los encuestados por el CIEP dijo que el rumbo del país es malo o muy malo, mientras que las opiniones negativas sobre la situación económica pasaron del 79% al un 80%.
La encuesta se nutrió del criterio de 1.004 personas, encuestadas entre el 18 y el 21 de noviembre..
Para el investigador del CIEP, Ronald Alfaro, el contraste entre el malestar por la situación del país y la mejoría en las notas de los ciudadanos es una señal de que la democracia costarricense aún tiene el respaldo ciudadano suficiente para resistir los momentos difíciles.
“Por un lado, la gente califica muy mal el rumbo, la situación económica y todo eso, pero cuando habla de instituciones es que la democracia resiste, tiene una capacidad de reinventarse o de resiliencia”, explicó Alfaro.
Agregó que los costarricenses pueden creer que los gobernantes y las instituciones hacen mal su trabajo, pero incluso así entienden que son necesarias y respetan su autoridad.
“Eso hace hace que, en Costa Rica, tengamos un contexto muy distinto al que estamos viendo en otros países de América Latina; es bastante más estable”, apuntó Alfaro.
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No obstante, según el investigador, dicho respaldo no es un cheque en blanco ni debe darse por sentado, pues la valoración de las instituciones sigue sin ser sobresaliente.
“No es que hayamos salido de esa situación en que la gente evalúa mal a las instituciones o a los políticos, no es que estamos ya en el otro extremo, pero sí hay un voto de confianza, pequeño, marginal, que los políticos van a tener que saber cuidar”, afirmó Alfaro.
Según el informe 2019 del Programa Estado de la Nación (PEN), el apoyo a la democracia se ha erosionado en las últimas dos décadas, al punto de que a un tercio de los costarricenses les es indiferente si los problemas del país se resuelven por una vía democrática o no.
El PEN advierte de que dicha circunstancia constituye terreno fértil para el populismo, y por lo tanto plantea dificultades para la gobernanza.
No obstante, todavía es mayoritario el bloque que cree o tolera la democracia.