A Eduardo Newton Cruickshank Smith le interesa la política desde joven, cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Costa Rica (UCR). Sin embargo, hace unos cinco años, en sus planes no estaba convertirse en diputado.
Cruickshank estaba concentrado en el ejercicio de su profesión y en su rol como pastor de varones en la iglesia Colina de su Gloria, en su natal Limón, cuando recibió la invitación de Carlos Avendaño para unirse al Partido Restauración Nacional (PRN), de cara a las elecciones del 2018.
Su esposa, Jeannette Edwards, cuenta que la decisión no fue fácil.
“Él no quiso aceptar de una vez, lo consultó con su familia, con Dios, con la pastora, con los hermanos que saben de política, para ver qué les parecía. Sin embargo, dudaba mucho, y decía: ‘voy a ver que Dios me dé alguna señal’”, narró Edwards, profesional en Derecho y excandidata a la alcaldía de Limón.
Pese a las dudas iniciales, el 1.° de mayo del 2018 Cruickshank asumió su curul en el alto de Cuesta de Moras. Dos años después, en la misma fecha y ahora con 62 años, asciende a la presidencia de la Asamblea Legislativa.
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Su designación se enmarca como la primera vez que una persona afrodescenciente alcanza el alto cargo. Desde que emprendió su tarea legislativa, Cruickshank se ha caracterizado por incluir en su labor la denuncia del racismo.
Desde joven en política
El nuevo jerarca del Congreso está casado desde hace 37 años, tiene dos hijos y es abuelo. Además, es el menor de ocho hermanos, uno de los cuales es Clinton Cruickshank Smith, exdiputado y excandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN).
La primaria la hizo en la Escuela General Tomás Guardia, en Limón. Luego, se trasladó a San Pedro de Montes de Oca, San José, donde cursó en el colegio en el Liceo José Joaquín Vargas Calvo. La educación superior la obtuvo en la UCR.
"Jalamos tres años y medio. Desde que estaba en la UCR, en la Facultad de Derecho, ha andado en política. Nosotros fuimos novios desde muy jovencitos, esa carrera política la vengo recorriendo con él desde hace años”, contó la esposa del presidente legislativo.
Cruickshank trabajó como abogado y notario en múltiples entidades financieras, entre las cuales están los bancos Nacional, Popular y Crédito Agrícola de Cartago.
En su cantón, fue presidente de la Asociación Deportiva Limonense y regidor municipal, entre 1994 y 1998, por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
De acuerdo con Edwards, esa fue la agrupación con la que ambos simpatizaron durante muchos años, aunque dejaron de involucrarse con ella a inicios de los 2000.
Ya en el Congreso y durante los últimos meses, el principal interés de Cruickshank ha sido promover su proyecto para permitir el retiro anticipado de los fondos del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP). Por el contrario, fue parte de los diputados que se opusieron al crédito de $31 millones para proteger y restaurar el Teatro Nacional.
“Yo declaro que el Teatro no se va a quemar, como sí se quemó el teatro de los limonenses, el Black Star Line, el Liberty Hall”, dijo Cruickshank sobre ese proyecto, en junio del 2019.
Su esposa cree que “el gusanito” de ocupar el máximo cargo del Poder Legislativo fue creciendo en su cónyuge durante los últimos meses. Ella considera que el trabajo y las cualidades de Cruickshank hicieron que los legisladores vieran en él a un buen candidato.
“Aparte de que es muy aplicado, es muy estudioso. Él se acuesta en las madrugadas preparando proyectos; si no sabe mucho de un tema, él investiga”, afirmó Edwards.
Ella considera que Cruickshank es un hombre inteligente, paciente y un buen maestro, pues tiene facilidad para explicar.
En lo personal, según Edwards, el diputado disfruta de hacer ejercicio, leer la Biblia, preparar prédicas y compartir con sus amigos y familiares.
“Más bien conversa demasiado, no deja hablar a nadie”, bromeó.
Y pese a que la diputación consume la mayor parte de su tiempo, Cruickshank aun saca tiempo para apoyar la iglesia, e incluso prepara prédicas para algunos domingos, cuando la pastora de la congregación se lo pide.
En los últimos años, la famila de Cruickshank se involucró de lleno con su proyecto político, en particular sus hijos, quienes durante la campaña política pasada dejaron en forma temporal sus trabajos para acompañar a su papá, desde Pococí hasta Sixaola.
El nuevo presidente del Congreso, según su esposa, también se apoya mucho en sus hermanos, pese a las diferencias ideológicas entre ellos.
“En la familia hay liberacionistas, otros son de la Unidad, pero cuando uno está en algo todos se apoyan (...). Clinton, con su experiencia política, le ha dado sus consejos, también las hermanas mayores”; afirmó Edwards.
Cruickshank llega a la presidencia legislativa con la promesa de propiciar inclusión, gobernabilidad y consensos. La recomendación de su esposa, al momento de iniciar su gestión, es que mantenga de lado la bandera de su partido, aunque haya quienes puedan malinterpretar las alianzas.
“Mi consejo es que se una con todos los que tenga que unirse cuando las cosas sean buenas para el país. En este momento no hay que pensar en el partido, sino en la urgencia en que se encuentra el país. Y si hay que ayudarle al gobierno, entonces le ayudan al país también”, afirmó Edwards.