Dos estudiantes de la Universidad Nacional (UNA) que nunca antes se habían visto ni hablado, desarrollaron un repentino vínculo cuando se percataron de que ambas experimentaron situaciones similares en el consultorio de la institución, hace tres años.
Ocurrió el miércoles, luego de que la Federación de Estudiantes de la UNA (Feuna) convocara a través de su página de Facebook a una manifestación contra un médico institucional de apellido Camacho, quien para ese momento acumulaba cuatro denuncias por hostigamiento sexual contra alumnas.
Ambas leyeron la publicación y, a través de la misma red social, se pusieron en contacto.
Según contaron a La Nación, ambas recibieron tocamientos por parte del doctor que les generaron angustia e incomodidad; mientras Camacho, médico general, les practicaba revisiones mamarias.
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Las resoluciones de los procedimientos administrativos por hostigamiento sexual en la UNA dan fe de que en el 2005 y en el 2014, otras dos muchachas denunciaron actos impropios por parte del médico durante revisiones de sus pechos.
En total, seis mujeres han denunciado acosos por parte de Camacho en consultorios universitarios: tres casos constan en los registros de la Universidad, otro fue relatado por una docente de Antropología a este medio 20 años después de los hechos.
‘Manoseó mi cuerpo sin mi autorización’
Una de las jóvenes pidió ser identificada solo con el apellido Sánchez. Ella relató que en 2016 acudió a una cita médica, cuyo motivo no recuerda, en la cual la atendió Camacho. Afirmó que pese a que en ocasiones anteriores había notado miradas lascivas por parte del médico, él nunca había tenido aproximaciones inadecuadas.
De acuerdo con la alumna, durante la revisión, el doctor empezó a medir sus pulsaciones cardíacas. Recordó que el chequeo en su espalda fue normal, pero luego el médico colocó el instrumento justo encima de su seno, prácticamente al nivel del pezón.
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“Yo me asusté, de hecho me moví porque me estaba sintiendo incómoda, porque un doctor no puede llegar a ese punto del cuerpo para tomar las pulsaciones cardíacas. El resto me quedé quieta porque pensé que era capaz que si reclamaba me pasaba algo”, relató.
Sánchez dijo que no habló con nadie del hecho porque temió que nadie le creyera. Hasta esta semana, cuando se enteró de que más personas señalan al mismo funcionario.
“Hice una retrospección de lo que me pasó hace tres años y dije: no, este señor me acosó, este señor me tocó una parte de mi cuerpo que yo jamás permití que me tocara”, afirmó.
“Gracias a esa publicación que hizo la Federación yo me empoderé y dije: yo sé que hay chicas que van a buscar apoyo en mí y nos vamos a solidarizar para fundamentar la denuncia. Espero que esto sea un precedente”, añadió la muchacha.
‘No fue normal como él me estaba palpando’
La otra estudiante, cuya identidad se reserva, afirmó que Sánchez fue a la primera persona a quien le contó lo que le sucedió, también en 2016.
“Le escribí a esa muchacha al privado, me contó la historia de ella, yo le conté la mía, pero ni siquiera sé quién es. Simplemente nos solidarizamos con el tema”, afirmó.
Ella dice que tampoco recuerda por qué acudió al consultorio, pero sí asegura que después de recabar la información que necesitaba, Camacho le preguntó si se había realizado el examen de mamas. Y, como ella le dijo que no, le ofreció realizárselo.
"Él me empezó a palpar, y no fue normal, porque me estaba palpando de una manera diferente, como estimulando. Yo nada más cerré los ojos porque me sentía mal, la sensación que tenía no me gustaba. Lo volví a ver, y él no se inmutó ni nada.
“Cuando salí de ahí me sentía super mal. No le dije a absolutamente nadie, al tiempo empecé a ver que había publicidad de Salud de cómo se hacía el autoexamen y todo lo demás, y ahí empecé a ver que no fue normal lo que a mí me hicieron”, relató ella.
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La muchacha dijo que la publicación de Feuna “fue como un chispazo”.
“Yo dije: me pasó esto a mí también, me pasó algo con ese doctor. Y el impacto es duro”, afirmó.
En el 2005, una estudiante embarazada denunció que durante un chequeo y sin previo aviso, Camacho le levantó la blusa, le bajó el brasier y le tocó los senos, indicándole nada más que estaba revisando si estaba en condiciones aptas para amamantar a su bebé.
Diez años después, otra alumna denunció que luego de revisarle la espalda, por un dolor que tenía, Camacho le empezó a hablar sobre el autoexamen de mamas y le sugirió practicárselo, pese a que no había preguntado por ese procedimiento. Ella accedió pero, sin decirle nada, el doctor metió las manos bajo su ropa, le desabrochó el brasier, le subió la blusa y realizó el examen.
En el primer caso, Camacho fue absuelto, y por el segundo se le suspendió durante 15 días.
El Colegio de Médicos informó de que Camacho nunca ha sido denunciado ante esa instancia por hostigamiento sexual, acto que se cataloga una como infracción al Código de Ética de los doctores.
De acuerdo con Mauricio Guardia, fiscal general del Colegio, para la entidad es posible investigar las situaciones solo si las afectadas presentan denuncias formales, antes de que transcurran cuatro años desde los hechos.
“Estamos en toda la disposición de abrirlas, y considero que es necesario porque esto denigra la profesión médica, y esto tiene que ser juzgado y castigado si es que se presentan estos hechos”, afirmó Guardia.
¿Cómo se realiza el examen de mamas?
Hazel Borbón, enfermera especializada en ginecología, obstetricia y perinatología, explicó que el procedimiento para realizar un examen de mamas es muy específico y no debe causar incomodidad a las pacientes.
“Uno comienza haciendo como un barrido con sus manos de la parte más alejada del pezón a la mas cercana, pero es un tipo de masaje circular en busca de alguna pelotitas, de alguna irregularidad, con un patrón específico. No es tocar como si nada”, afirmó.
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La profesional en salud detalló que el examen se hace en el sentido de las manecillas del reloj, con un barrido o con movimientos circulares. Antes de realizarlo, se le debe explicar a la persona qué se le va a hacer y el objetivo, además de solicitar su consentimiento.
“Lo principal es que si la persona se siente incómoda, eso es suficiente y es válido y eso está mal”, afirmó Borbón.
La enfermera añadió que el examen por lo general se hace dentro de una consulta ginecológica; no es usual que el chequeo se realice en una cita que tiene como objetivo valorar una gripe o un dolor de estómago, por ejemplo. Según dijo, es distinto si la paciente manifiesta alguna inquietud sobre la salud de sus senos, en ese caso, sí es necesario que el médico los revise.
La profesional explicó que por lo general, en los centros de salud se busca referir a las personas a las citas especializadas que requieren.
De acuerdo con Borbón, si una mujer llega a sentirse irrespetada durante la revisión, tiene derecho a indicarle al médico que se detenga, así como a presentar una denuncia.
“Uno como mujer sabe y se siente incómoda, en la forma como la tocan y la examinan, y que sea un médico no lo exime de que pueda cometer algún acto de violencia”, declaró la enfermera.