Los diputados de oposición acusaron este miércoles al gobierno de Rodrigo Chaves de instrumentalizar instituciones públicas para atacar a medios de comunicación críticos.
El planteamiento lo hicieron legisladores de varios partidos durante el debate reglado en el plenario de la Asamblea Legislativa para discutir la revelación hecha por el empresario Leonel Baruch, accionista del Banco BCT y del medio CRHoy.
Bajo juramento, el empresario relató que la jefa del oficialismo, Pilar Cisneros, le pidió en una reunión en el Congreso apoyar “los intereses del Gobierno” para desaparecer al periódico La Nación, porque, según ella, “convenía a los intereses de CRHoy” por ser medios en competencia. Así lo afirmó el lunes ante la Comisión Investigadora de las Finanzas Electorales.
Acerca de dicha revelación, negada por Cisneros, la diputada Andrea Álvarez, de Liberación Nacional (PLN), expresó que “esa fue una conversación entre una corruptora y una persona decente que se negó a ser corrompida”.
Baruch contó al foro legislativo que fue contactado por la jefa del oficialismo, a través de un amigo suyo, con el propósito de acordar una reunión con ella y con el presidente Chaves. La reunión se realizó en el despacho de Cisneros, el 29 agosto de 2022, sin la presencia del mandatario.
El empresario también manifestó que Cisneros le preguntó “qué cosas” podría darle el Poder Ejecutivo “para que haya una actitud benevolente de parte de CRHoy para con el Gobierno, a pesar de que ella conoce, porque estuvo ahí, que yo no intervengo en el contenido editorial”. Aseguró que así lo interpretó, aunque ese punto no fue explícito.
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La diputada Marín agregó: “Yo creo que lo que ocurrió o lo que se denunció el lunes, en la comisión, es que estamos en un potencial acto de corrupción que refleja la ética selectiva que ha tenido este Gobierno”.
Álvarez también advirtió a la jefa del oficialismo: “Diputada Cisneros, si esto llegara a trascender a niveles más altos, si fuera necesario, yo esperaría que usted renuncie a su inmunidad y que no lo tengamos que hacer nosotros por usted”.
La legisladora recordó que, en la condena de la Sala IV en contra del Gobierno por el cierre del Parque Viva, centro de eventos del Grupo Nación, los magistrados concluyeron que la orden de la administración de Rodrigo Chaves fue una “desviación del poder” por parte del Gobierno en perjuicio de la libertad de expresión. Esto porque buscaba afectar al diario La Nación por haber informado sobre la sanción por acoso sexual en el Banco Mundial y la presunta estructura paralela de financiamiento de su campaña.
“La misma Sala IV dijo que entre más alto sea el cargo de un líder, tiene que haber mayor tolerancia a la crítica e hizo ese llamado de atención a la Presidencia de la República”, citó la diputada.
“Yo me he preguntado en varias ocasiones cuál es el empeño de este Gobierno contra la libertad de la prensa. Porque los ataques contra la prensa no son un fin en sí mismo, sino que son un medio. Entonces me he preguntado qué es lo que quieren, cuál es el fin que buscan. En la parte práctica, me parece que lo que buscan es que la gente no sepa que ellos no están haciendo su trabajo”, continuó.
Los diputados Francisco Nicolás, Ariel Robles y Vanessa Castro, de Liberación Nacional (PLN), Frente Amplio (FA), y Unidad Social Cristiana (PUSC), sostuvieron que el hecho revelado por Baruch, sumado a anteriores ataques del presidente en contra de medios de prensa, demuestra que el Gobierno está instrumentalizando instituciones públicas para golpear a medios de prensa.
Incluso, manifestaron que los ataques también se han centrado en desprestigiar al Poder Judicial, a la Asamblea Legislativa y a diputados de la República, entre otros sectores.
“Hoy Zapote usa su institucionalidad para doblar brazos, amenazar y golpear”, dijo Ariel Robles.
El diputado frenteamplista agregó: “Le ofrecen recursos a cambio de silencio y, si no, castigo. Lo que les molesta es la crítica, les molesta que les digan que no. Vienen por quienes critican, por eso fomentan el odio”.
Vanessa Castro advirtió de “señales de alerta” que ponen en peligro la democracia costarricense y manifestó que “el presidente ha demostrado un preocupante patrón de comportamiento”. Agregó que “este modus operandi con el señor Baruch no es la primera vez, no es la primera vez que se le quiere llegar a un medio de comunicación, no es la primera vez que se le quiere condicionar”.
Francisco Nicolás aseguró que “estamos empezando a ver los primeros síntomas reales de un comportamiento dictatorial” y advirtió que “una prensa pagada es un bastón del dictador”.
El liberacionista dijo que si Cisneros considera que Baruch mintió, debe acusarlo en los tribunales, pero no lo hace porque el hecho es parte de una “larga cadena de ataques a la prensa nacional que viene desde la campaña cuando usaron el término prensa canalla”.
Mencionó que esa cadena está compuesta de otros hechos, como cuando dijeron que “el enemigo está afuera”, en referencia a la prensa, además de que los periodistas son sicarios. Otros eslabones, continuó, son “sacadas de clavo” como el cierre del Parque Viva e “inventarse el megacaso” contra Leonel Baruch.
“Están instrumentalizado instituciones y ministros para sacadas de clavo”, afirmó Nicolás.
Agregó que, por otro lado, en el Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) “están armando una agencia de publicidad estatal al mejor estilo totalitario, para hacerle alabanzas al presidente, para que lo adoren con dinero de costarricenses” que podría invertirse en otras cosas, como bonos de vivienda que van en caída.
“Aquí la prioridad es la imagen del presidente y al que se atraviese, le dan”, dijo el legislador.
Cisneros: ‘La Nación’ nunca fue tema de conversación
La diputada Pilar Cisneros, quien cuando ejerció periodismo laboró en La Nación, Telenoticias, de canal 7 y CRHoy, afirmó que Leonel Baruch dijo mentiras.
Aseguró que La Nación nunca fue tema de conversación en la reunión que sostuvo con el empresario en su oficina. Insistió en que únicamente se habló sobre el futuro del país y el equilibrio periodístico del medio que él preside.
Luego, divulgó unos mensajes de WhatsApp entre ella y el empresario del 30 de agosto en los que, según concluyó, no hay ninguna incomodidad de parte de él por lo conversado el día anterior.
“Esos fueron los mensajes que nos intercambiamos el señor Leonel Baruch y yo. Y ahí lo que reconocemos es que hubo una amplia conversación entre ambos. Ahí está la respuesta que yo le di. Entonces yo le quiero preguntar a ustedes, ¿ustedes ven ahí alguna mención a La Nación, algo que lo haya incomodado? No, él dice ‘nada me haría más feliz que ustedes logren una Costa Rica más próspera’”, argumentó la política oficialista.
“Vean que en los mensajes no hay ni en los más mínimos rastros del periódico La Nación, porque nunca fue parte de la conversación”, insistió.
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La jefa del oficialismo insistió en señalar a Leonel Baruch de “hacer un montaje”. Manifestó, además, que ella “jamás desearía el cierre de un medio de comunicación”.
“No hay ninguna intención de desaparecer” el periódico La Nación “porque se está extinguiendo solo”. Enseguida proyectó los estados financieros de este medio de comunicación en la transmisión de la televisión legislativa.
Además, le deseó suerte a Grupo Nación, empresa propietaria de La Nación, para pagar el próximo año los vencimientos de bonos que fueron comprados por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
‘No permitamos formas autoritarias’
Gilberto Campos, del Liberal Progresista (PLP), advirtió de que, en el socialismo, la prensa se alinea a los intereses del Estado; en el sistema autócrata, se alinea o desaparece y, en la dictadura, la prensa no existe. Por ello, considera que “la defensa de la libertad de prensa es la defensa de la libertad”.
“No permitamos nunca que las formas autoritarias, que las formas groseras atenten contra la libertad”, afirmó.
Fabricio Alvarado, jefe de la bancada de Nueva República (NR), manifestó que él no juzgará a la diputada Pilar Cisneros sobre las revelaciones realizadas por Leonel Baruch. El congresista apuntó que será la legisladora oficialista a quien le corresponderá defenderse si el caso se eleva a instancias judiciales (ella ha dicho que no lo hará).
Alvarado tampoco habló sobre la libertad de prensa en Costa Rica, sino que usó su espacio para “hacer una reflexión sobre el equilibrio” en las noticias.
Manifestó la preocupación de su bancada de dedicar espacios en el plenario legislativo “básicamente para resolver rencillas personales o a ponerle una guillotina en el centro para ver a quién le cortamos la cabeza”.