Sin zapatos y sin medias, sobre una toalla blanca, la diputada Nidia Céspedes permaneció de pie por casi nueve horas en el centro del plenario legislativo, este lunes, para oponerse a proyectos de ley de despenalización del aborto.
Al cierre de la sesión donde se tramitaron mociones de reiteración del plan sobre empleo público, la legisladora fabricista afirmó que se mantendría toda la noche en el salón de sesiones de la Asamblea Legislativa, para mantener su reclamo.
La legisladora del bloque independiente Nueva República también pidió justicia por los crímenes de los líderes indígenas Sergio Rojas y Jehry Rivera, y abogó por avanzar en titular concesiones de terrenos en la franjas fronterizas norte y sur.
Céspedes inició su protesta a las 9:28 a. m. cuando empezó la sesión, y permanecía en el mismo sitio a las 6:06 p. m., cuando el plenario legislativo ya tenía varios minutos de haber terminado la jornada.
A esa hora, la legisladora se retiró momentáneamente del plenario hacia la zona del cafetín. Anunció a los medios que se trataría de mantener despierta toda la noche y, en caso de que el sueño la venciera, analizaría dormir en el suelo, en el centro del plenario, o bien en la silla de su curul.
“Es increíble que venga este proyecto a esta Asamblea por una manifestación de una minoría que hará que nuestros niños no vayan a nacer y que haga el aborto y una carnicería barata en Costa Rica”, aseguró la legisladora sobre la presentación de una iniciativa en la corriente legislativa.
Durante toda la sesión, Céspedes se movilizó de su sitio solo en los momentos en que requería votar cada una de las mociones del plan sobre empleo público, lo cual hizo en el podio que está colocado frente a la mesa del Directorio legislativo, al frente del presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank.
En el suelo, rodeando sus pies, la independiente tenía colocadas fotos de los líderes indígenas asesinados y de un tercero, Pablo Sivar, amenazado de muerte.
Al pedir justicia por los crímenes de Rojas y Rivera, Céspedes aseguró que estos asesinatos se encuentran en una “impunidad” terrible. Luego, abogó por ampliar la moratoria a las concesiones en la milla fronteriza, pues alegó que el plazo de vigencia de la ley vence en junio.
Durante su protesta, la diputada se acompañó de una pañoleta celeste, color utilizado por quienes se oponen a la aprobación del aborto libre, además de una copia del proyecto de ley que va en ese sentido y de la ley que vencería a mediados de año.
Detrás de Céspedes, estaban sus zapatos tirados en el suelo.
Incluso, la fabricista permaneció de pie en el centro del plenario durante los recesos, entre ellos el de hora y media ordenado por el presidente legislativo a la hora del almuerzo.
El pasado 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, el colectivo feminista Aborto Legal Costa Rica anunció una iniciativa popular para llevar al Congreso un proyecto para legalizar el aborto legal, seguro y gratuito, a partir de las 14 semanas de gestación, para lo cual necesitarán la firma del 5% del padrón electoral.
La diputada fabricista, como su bloque, se opone a ese tipo de iniciativas. En el 2019, Céspedes también protestó de pie, desde su curul, por alrededor de 9 semanas, en el plenario del viejo edificio legislativo.
En aquella oportunidad la legisladora protestaba en contra de un decreto para regular la interrupción del embarazo cuando la vida madre corra peligro, norma que finalmente el presidente Alvarado emitió a finales de ese año.
En cuanto al líder indígena Sergio Rojas, de 59 años, él fue asesinado la noche del 18 de marzo del 2019 en su casa en Yeri de Salitre, cantón de Buenos Aires, Puntarenas.
Ese día, al menos dos individuos le dispararon con armas de diferente calibre. Los autores materiales escaparon con rumbo desconocido.
Casi un año después, otro líder indígena, Yehry Helmut Rivera Rivera, de 45 años, fue asesinado de cinco balazos la noche del 25 de febrero en Mano de Tigre, un poblado de la Reserva Indígena de Térraba.