Rebeca Alvarado sueña con tener su negocio de repostería. Sería la forma de poder cuidar a sus cuatro hijos y generar ingresos para el hogar.
A través del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), la joven de 22 años supo de un programa de la Municipalidad de San José que podría serle de ayuda.
Fue así como llegó al Centro Municipal de Desarrollo Familiar, que abrió sus puertas en mayo. Ahí se ofrece desde capacitaciones para emprendimientos como el que pretende Rebeca, hasta grupos para enfrentar el duelo, terapias en casos de violencia intrafamiliar y guía para adolescentes que no estudian ni trabajan (ninis).
Lo más positivo es que cada caso se estudia de manera integral, entonces, si una persona acude en busca de empleo, se analiza su entorno, capacidades y la condición de cada uno de sus familiares y se ofrece una solución o alternativa para ellos.
En el caso de Rebeca, luego de la valoración de trabajo social se determinó que en efecto tiene potencial para ser emprendedora y solo necesita de un empujón.
Su empujón comenzó con trabajar la autoestima, porque como ella misma reconoce "uno no puede atender a los clientes bien, si no se siente bien".
También incluye charlas sobre "finanzas sanas" y de introducción al proyecto que les ayuda a poner en claro lo que desean hacer.
"Con cuatro chiquitos se complica conseguir trabajo porque a veces no hay campos para las guarderías, además mi última bebé nació de cinco meses y estuvo en el Hospital de Niños donde yo la tenía que acompañar las 24 horas, luego había que ir a citas dos veces por semana (...)
"¿Quién le va a dar trabajo a uno con tantos permisos? así que me puse a pensar en qué puedo trabajar y para qué sirvo y así empecé con una foto en Facebook a ofrecer repostería", relató la vecina de Pavas.
Mariela Echeverría Jefa de Servicios Sociales y Económicos del Ayuntamiento josefino conoce con frecuencia historias como la de Rebeca. La mayoría de las personas que llegan en busca de ayuda "es porque no tienen otra opción, pero sí quieren otra opción", dice.
Para ayudarlas, primero estudian sus aptitudes para alguna actividad generadora de ingresos. El siguiente paso será formar parte del programa para emprendedores, o bien, asesorarlo para buscar un empleo.
En esa segunda opción, le ayudarán a elaborar su currículum y le brindarán capacitación sobre disciplina y cultura organizacional.
Un potencial emprendedor también es candidato a recibir una "autorización municipal" para que realice una actividad de subsistencia, es decir, sin tener que pagar impuestos ni patente. Además, se coordina con el IMAS para que se les facilite la ayuda material o equipos necesarios.
Como parte del programa el próximo año también se desarrollará un proyecto denominado "rapi empleos" .
Se trata de una plataforma que reúna a profesionales que no se pueden colocar en una especie de bolsa de empleo, la cual mediante una aplicación móvil y un centro de llamadas los contactará con personas que requieran sus servicios. Por ejemplo alguien que busque un técnico que repare un equipo de computo o una señora que necesite los servicios de una manicurista a domicilio.
Terapia completa
En el centro que se ubica en San José se ofrecen actividades socioeducativas.
Así, si en uno de los casos la persona que pide ayuda, menciona que una de las causas por las que no puede trabajar es porque debe cuidar a un adulto mayor o persona con discapacidad, se le ofrecen capacitaciones sobre cuido y terapia psicológica individual o de grupo para personas con síndrome de cuidador cansado.
Las charlas también abarcan temáticas como el trato con adolescentes y se dan intervenciones familiares, atención psicológica para personas sobrevivientes de violencia doméstica o para sobrellevar el duelo por la muerte de un ser querido o una separación.
"Nos está sobrepasando en capacidad, pero estamos viendo todas las personas que nos llegan, si no califican para una ayuda económica, encuentran otros beneficios, la gente nos llega con desesperanza y estamos haciendo un cambio", añadió Echeverría.
Otro de los programas que se habilitará en las próximas semanas consiste en un banco de ayudas técnicas en el que se ofrecerán a préstamo artículos como sillas de ruedas, andaderas, bastones etc.
Además se brinda mediación y resolución en conflictos familiares.
"Una familia puede resolver problemas de guarda crianza sin ir a un proceso judicial, lo firman y se certifica y es válido judicialmente", explicó la encargada.
Ayuda en dos vías
Los dos últimos ejes del centro de desarrollo tienen como principal característica la colaboración mutua.
El primero de ellos es una ventanilla interinstitucional, que implica llevar instituciones a que hagan su oferta de servicios en el centro.
Por ejemplo, tras detectar un grupo importante de adultos mayores que podrían beneficiarse de una pensión del régimen no contributivo, se invita al personal de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para que registren estos casos, con el beneficio de que ya fueron precalificados por el personal del centro, mientras que las personas pueden realizar su trámite en solo lugar.
El otro plan se denomina "red cantonal de voluntariado" y aunque aún está en la etapa de maduración, tiene sus metas claras.
"Lo que quisiéramos es tener una red con personas que ofrezcan su ayuda, por ejemplo un adolescente que acompañe a la adulta mayor que no tiene quien la lleve a las citas, un psicólogo que done horas laborales"
Según dijo, la idea también es que de los mismos grupos que reciben charlas o capacitaciones, salgan estas buenas voluntades.