La deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) creció en el 2021 al ritmo de la economía, advirtió la contralora general de la República, Marta Acosta, quien llamó a las instituciones a realizar un gasto eficiente de los ingresos para evitar un mayor endeudamiento.
Acosta expuso que el 2021 fue un año de recuperación y de mejora en algunos indicadores macroeconómicos, producto de un mayor dinamismo de la economía y de la aplicación de la reforma fiscal, entre otros factores. Sin embargo, la deuda del Gobierno sigue creciendo a un ritmo fuerte, “estrujando la disponibilidad de dinero para gastos operativos e inversión, lo cual deteriora no solo los presupuestos públicos, sino la calidad de vida de las personas”.
La advertencia la hizo el pasado martes ante los diputados de la Comisión Legislativa de Asuntos Hacendarios, donde se discute la liquidación del Presupuesto Nacional del año anterior.
De acuerdo con los datos, la deuda pública aumentó en ¢2,94 billones el año anterior, equivalentes a un crecimiento del 9,9%. Por su parte, el producto interno bruto (PIB) creció en ¢3,54 billones, equivalentes a un 9,8%, informó la contralora.
No obstante, en el 2021 se registró el menor crecimiento en la relación entre deuda y PIB de los últimos ocho años.
La deuda del sector público no financiero pasó de ¢29,79 billones a ¢32,73 billones. La producción, en tanto, pasó de ¢36,35 billones a ¢39,90 billones, de acuerdo con datos revelados por el ente contralor.
Frente a ese desequilibrio, la contralora general les recordó a los diputados que, sobre la economía nacional, existen riesgos que amenazan la estabilidad y el bienestar, “y cuya materialización ya hemos empezado a observar”, según añadió.
“Por ello, es una exigencia seguir tomando medidas que nos conduzcan y mantengan en la senda de la sostenibilidad”, instó Acosta.
“En una coyuntura como la que vive el país tenemos que ser cada vez más eficientes con cada colón. Como no hemos sido eficientes, entre otras causas, eso ha provocado que el país se tenga que endeudar para financiar todas esas ineficiencias, más allá de los gastos operativos y las inversiones del Estado”, señaló Acosta.
Las cifras de endeudamiento incluyen al Gobierno Central, cuya deuda pasó de un 66,8% a un 68,3% del PIB.
La jerarca llamó al Gobierno a asumir responsabilidades, como hacer un uso eficiente de los recursos públicos para evitar un mayor endeudamiento y a los diputados a mantener el control político sobre la ejecución del presupuesto.
Diputado urge reforma del Estado
Joaquín Hernández, diputado del Partido Liberación Nacional (PLN), afirmó: “Desde que se cometió el error de financiar gasto corriente con endeudamiento, el país viene para atrás. El destinar en un presupuesto como la liquidación del 2021 que estamos analizando, donde hay que tomar el 41% para atender intereses y amortización, es sumamente preocupante y lo que queda para inversiones después de gasto corriente, pues, es mínimo.
“Y lo peor es que tenemos que salir a buscar plata para financiar el presupuesto del próximo año. O sea, pedimos plata para pagar deuda. Entonces, ¿cuál es el futuro de Costa Rica?”, cuestionó el legislador.
Hernández señaló que quedan dos caminos. Seguir haciendo lo mismo o reformar la estructura del Estado.
“Si hay un reto importante para esta Asamblea Legislativa es una reforma de Estado responsable, acorde con la capacidad que tenemos, si aspiramos a que Costa Rica no se vaya en un hueco”, apuntó el legislador.
Sonia Rojas, también legisladora liberacionista, sostuvo que la deuda aumenta porque cada institución gasta sin controles. Como argumentos, la legisladora citó datos de la propia CGR que revelan un incumplimiento de 21 instituciones públicas de la regla fiscal, la norma que limita el crecimiento del gasto.
De 104 entidades analizadas, en 2021, solo 58 cumplieron con la regla, 21 no cumplieron y sobre otras 25 la CGR se abstuvo de emitir opinión por falta de información.