Una diputada que afronta dos demandas laborales ahora tiene en sus manos la administración del personal de la Asamblea Legislativa.
Se trata de la exlibertaria y ahora legisladora independiente Carmen Quesada, quien llegó al cargo de primer secretaria del Directorio del Congreso, este 1.° de mayo, gracias al apoyo del Partido Liberación Nacional (PLN).
Desde esa función, ella tramitará los nombramientos de los funcionarios de confianza de los diputados, así como la reubicación del personal de planta. Los acuerdos al respecto los tomarán por votación Quesada, el presidente y el segundo secretario de la Asamblea, puestos que recayeron en Gonzalo Ramírez, de Renovación Costarricense, y Michael Arce, del PLN, respectivamente.
En la actualidad, esta diputada enfrenta dos procesos laborales. Guillermo Barrantes, su exjefe de despacho, la demandó por acoso laboral ante el Juzgado de Trabajo y ante el Tribunal Contencioso Administrativo.
El exfuncionario alega que la legisladora lo empezó a hostigar al punto de verse obligado a incapacitarse, luego de que él se negara a apelar una asamblea del Movimiento Libertario, de marzo del 2015, en la que los resultados no favorecieron los intereses de la diputada.
A su vez, una exasesora legislativa denunció a Carmen Quesada, ante el Ministerio de Trabajo, argumentando que su exjefa impulsó su despido en el departamento Jurídico del Congreso, cuando ella todavía estaba en periodo de lactancia.
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Ante una consulta de este medio, la diputada independiente señaló, a través de su oficina de prensa, que las situaciones del pasado "quedaron en el pasado" y que no se iba a referir a estos temas. Por el contrario, prometió que "pondrá su empeño en realizar una excelente gestión desde la Primera Secretaría" del primer poder de la República.
Carmen Quesada negoció con el PLN los votos que permitieron darle la presidencia al diputado de Renovación.
La congresista formó parte de un grupo de diputados a los que se les conoció como el "G4", conformado por Jorge Arguedas y Ligia Fallas, que se apartaron ese día del Frente Amplio, el independiente Carlos Hernández (antes del FA), y la propia Quesada.
Se intentó conocer el criterio del candidato presidencial del PLN, Antonio Álvarez, quien en ese momento presidía el Congreso, sobre el impulso a una diputada que enfrenta procesos laborales. Sin embargo, el político evitó opinar y refirió la consulta a la nueva jefa verdiblanca, Karla Prendas.
Prendas, por su parte, justificó la decisión señalando que Quesada enfrentó situaciones "particulares" con personal de su despacho, que no deberían replicarse en la toma de decisiones desde la Secretaría del Directorio.
Asimismo, recalcó que las decisiones del Directorio legislativo responden a acuerdos colegiados, y dijo estar segura de que tanto el nuevo presidente legislativo, Gonzalo Ramírez, como el segundo secretario, Michael Arce (PLN), estarán pendientes de que se cumpla con la normativa vigente.
"Doña Carmen está anuente a actuar con ese cuidado", dijo Prendas.
Polémica de un pasado reciente
Antes de ser diputada, Carmen Quesada fue inhabilitada para ejercer cargos públicos porque, siendo directiva de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), participó en actividades electorales. Ese hecho le costó la destitución en Japdeva.
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Siendo diputada, sin haber cumplido un año de gestión, rompió con el Libertario porque no se le permitió acceder a la jefatura de fracción. Renunció a la agrupación para declararse independiente.
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Además, su exjefe de despacho entregó al Ministerio Público un audio en el que ella le confiesa que le "hicieron" la firma en una apelación contra una Asamblea del Libertario. Él denunció por ese hecho a la pareja de la diputada, Róger Rivera Mora, quien presentó el documento al TSE.