Luis Diego Vargas, diputado del Partido Liberal Progresista (PLP), denunció cómo su familia vivió un “aterrador” intento de estafa el domingo, mediante un “falso secuestro virtual”, una nueva modalidad que grupos delincuenciales utilizan para estafar a personas haciéndoles creer que un pariente está secuestrado.
Las bandas contactan a las personas por redes sociales simulando clientes que quieren contratar servicios. Los citan en zonas montañosas para hablar de un supuesto negocio y, una vez ahí, aislados, les hacen creer que están secuestrados por un grupo narco para extorsionar a sus familiares, a fin de que realicen pagos de hasta $15.000.
En el caso del legislador, su primo fue contactado e invitado a ir a un punto de Guanacaste, para ver a unos supuestos clientes. De camino al sitio, cuando se encontraba en una zona aislada, recibió un mensaje donde se le decía que había ingresado a un “anillo de seguridad del cartel Jalisco Nueva Generación” y se le solicitó que no se bajara de su auto porque le estaban apuntando.
“Les dijeron: ́ Si se salen de donde están, les disparamos porque los tenemos vistos desde una distancia. Rrequerimos que nos consigan el pago. Necesitamos 10 nombres de personas que puedan responder por ustedes en este momento si ustedes no pueden económicamente´. Ahí comenzó la extorsión psicológica”, narró el congresista.
Al instante, su primo recibió un enlace para que hiciera un depósito de $5.000. Al abrir el enlace, la organización criminal le hackeó el teléfono y accedió a los números de personas cercanas, entre ellas el diputado Vargas, a quien lo contactaron para extorsionarlo, diciéndole que su familiar estaba secuestrado dentro de una zona perteneciente al cartel Jalisco Nueva Generación y que tenía poco tiempo para enviar el dinero.
Estas mismas extorsiones fueron enviadas a distintas personas allegadas y a familiares, para que coordinaran el depósito a la banda.
“Si alguien no responde por él, lo vamos a tener que matar, si no paga. Entonces, yo le digo: ´No, no, no, este tipo de bromas no las acepto yo´ y siguieron ahí jugando de locos. Entonces, yo les corté y, aprovechando que estoy en la política, llamé al ministro de Seguridad (Mario Zamora) y a Randall Zúñiga (director del OIJ). Don Randall fue el ángel del proceso, me empezó a explicar que no estaban juntos (su primo y los secuestradores)”, comentó Vargas.
Según narró el diputado, envió a su primo la información que el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) le compartió, en la que se explicaba que era una estafa y le pidió que se marchara, pues en realidad no estaba secuestrado, sino que todo se trataba de un timo virtual.
Los supuestos secuestradores llamaron de nuevo al diputado y, cuando este les reclamó por el intento de estafa, ellos conectaron a su primo a la llamada, por lo que nuevamente le hicieron creer que era un rapto real. El legislador empezó tramitar el pago de los $5.000, pero las autoridades le explicaron que estas acciones eran parte de la presión psicológica para concretar la estafa y él decidió no depositar la suma.
“Se les cae la llamada con mi primo y le entró el mensaje donde le digo que es una estafa, que agarre el carro y se vaya. Leyó eso, se envalentonó y salió de la montaña. Eso fue el domingo cerca de las cinco de la tarde, no recuerdo bien. Fueron como cinco o seis horas de recibir llamadas de estos tipos diciendo cosas terribles”, agregó.
Vargas hizo un llamado a la ciudadanía para que no caiga en estas trampas, ya que estas personas están ubicadas en otros países y se aprovechan de presiones y de la tecnología para lograr sus cometidos.
“Tenemos que mejorar la legislación. Realmente, debemos agravar un tercio de la pena si simulan un secuestro y hasta un medio si pagan. Son fraudes. Lo hicieron esta semana cinco veces en Guanacaste, nos toca seguir trabajando. Tenemos que modificar la ley con mucho cuidado, con las IP también, porque ayer no podíamos localizar y todo esto lo hacen por WhatsApp”, detalló.
El congresista se presentó este lunes 22 de enero al Ministerio Público para interponer una denuncia.
El pasado 18 de enero, el OIJ informó de que, bajo el mismo modus operandi, un grupo empleados de una empresa de remodelación creyó que estaba bajo secuestro. Al igual que el primo del diputado del PLP, esa firma fue contactada por mensajería de WhatsApp por un supuesto cliente que les pidió que visitaran una propiedad. En este caso, pidieron $15.000 por el falso rescate.