El país ya no tendría que esperar dos meses enteros para que se defina el presidente de la República, cada cuatro años, en caso de ser necesaria una segunda ronda electoral.
Este lunes, los diputados aprobaron en el plenario un cambio de fondo en un proyecto de reforma a la Constitución Política, de manera que la segunda ronda se tenga que realizar el primer domingo de marzo, es decir, un mes después de la primera elección.
Adicionalmente, se incluye un párrafo para permitir al TSE que disponga, mediante resolución debidamente fundada, de un plazo excepcional de un mes y medio para la elección de segunda ronda, o sea, a más tardar el tercer domingo de marzo.
Al proyecto todavía le falta trámite en el plenario para ser aprobado, pues las reformas constitucionales implican un trámite sumamente calificado para convertirse en norma de la Carta Magna.
Esta es una propuesta que, originalmente, buscaba fijar un plazo menor para realizar la votación en segunda ronda, pero que planteaba su realización un mes después de que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) emitiera su declaratoria oficial sobre los candidatos que obtengan el primero y segundo lugares.
Tal como lo establece la Constitución Política actualmente, la elección de segunda ronda se realiza el primer domingo de abril, es decir, dos meses exactos después de la primera votación.
La moción fue promovida por el diputado Eliécer Feinzaig, jefe de fracción del Partido Liberal Progresista (PLP), como modificación al expediente legislativo 21.067.
Su propuesta tuvo el apoyo unánime de los 48 congresistas que estaban presentes en el plenario a la hora de la votación. Antes, se habían rechazado los dos informes que había emitido la comisión encargada de estudiar la propuesta original.
En consecuencia, para mantener viva la iniciativa legal fue necesario aprobar la moción de fondo planteada por Feinzaig, con otros cinco congresistas.
El liberal explicó que adelantar la segunda ronda le permite a la persona que resulte electa tener más tiempo para formar su gabinete y preparar el proceso de transición de un gobierno a otro.
También, considera que le da más tiempo a la nueva administración para preparar los proyectos de ley que enviará al Congreso en los tres primeros meses de su gestión, en los que precisamente tiene el Poder Ejecutivo el control de la agenda legislativa.
“Formar un gobierno no es algo que deba hacerse a la carrera, como les ha tocado a los últimos mandatarios electos. El propio presidente Chaves externó lo difícil que es lograr todas las tareas requeridas en el plazo de un mes”, apuntó Feinzaig.
También, adujo que el tercer gran beneficio es asignar los gastos de campaña de manera más eficiente, porque al tener un proceso de segunda ronda más corto, los gastos de campaña y de publicidad serían menores.