Diputados de varios partidos afirmaron que las amenazas de muerte que les profirió este lunes un visitante son resultado de los discursos de odio que han llenado las redes sociales en los últimos meses.
En la sesión de la mañana, un individuo identificado como Álvaro Ariel Morales Salazar, de 33 años, se quitó la camisa en la barra del público del plenario y golpeó los ventanales, diciendo que sabía dónde viven congresistas de los partidos Liberación Nacional (PLN) y Frente Amplio (FA) y que él lo que quería es matar y encender fuego a la Asamblea Legislativa.
Los oficiales de seguridad lo expulsaron de la barra y lo dejaron en manos de la Fuerza Pública, con quienes actuó también de forma violenta, según informó la jefa de Seguridad de la Asamblea, Magaly Camacho.
Los liberacionistas Dinorah Barquero y Francisco Nicolás reaccionaron sumamente molestos y preocupados; consideran que ese tipo de actos está instigado por discursos de odio desde el oficialismo.
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“Lo ocurrido es gravísimo y debe revisarse. La política del odio que ha querido sembrarse desde algunos sectores ha producido esos resultados. Esto obliga a que la Asamblea revise sus respuestas en seguridad”, dijo Barquero, quien considera que al sujeto se le debió encarar para determinar si actuó a sueldo o si requería atención médica de algún tipo.
“La situación ha cambiado, deben revisarse esos ventanales y también la respuesta inmediata”, añadió.
Por su parte, Francisco Nicolás hizo referencia al refrán que dice “el que siembra vientos, cosecha tempestades”. Consideró la acción violenta como otro capítulo relacionado con los seguidores del oficialismo.
“Ya pasaron de los troles, los bots, las paginuchas y los influencers, a ataques y agresiones a instituciones del Estado. Estamos viendo los primeros síntomas del totalitarismo”, comentó.
Nicolás recordó que, la semana pasada, los magistrados constitucionales denunciaron a una seguidora del presidente, Rodrigo Chaves, porque rayó el parqueo interno de la Sala Constitucional, debido a la sentencia que restituyó a dos directivos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
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Esa misma seguidora, de nombre Yendry Quirós, amenazó al diputado frenteamplista Ariel Robles con sacarle el “sirope” de la nariz, mientras varias personas la secundaban en un mitin frente a la Asamblea.
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Acuña: ‘No son hechos puntuales’
El diputado del FA, Jonathan Acuña, advirtió de que lo sucedido no se puede pasar por alto, pues “no son hechos puntuales”. Expuso que hay una concatenación de amenazas no solo a parlamentarios, sino también a medios de comunicación críticos del Gobierno, que son calificados por el oficialismo como “prensa canalla”.
“Hemos visto cómo circulan videos alimentados por las voces del odio que se atreven a decir lo que se les viene primero a la cabeza, para aumentar el caudal electorero. Una cosa es tener diferencias políticas absolutamente necesarias y otra es alimentar eso. Lo que está en juego son los pilares de la democracia”, advirtió Acuña.
La diputada frenteamplista Rocío Alfaro cuestionó que se tomen pocas medidas contra la persona que amenazó a Ariel Robles y el sujeto que los amenazó este lunes. Pidió aumentar las medidas de seguridad en los alrededores del edificio legislativo.
La semana pasada, la oficina de Naciones Unidas en Costa Rica dio a conocer que los mensajes de odio están desatados en Costa Rica. La situación llegó al grado de que recomendó al Gobierno avanzar con urgencia en la creación de una estrategia nacional para detener este fenómeno.
El organismo internacional detectó más de 1,4 millones de conversaciones en redes sociales ligadas a mensajes ofensivos entre el 1.° de junio del 2022 y el 31 de mayo del 2023, lo que implica un crecimiento del 50% en comparación con el informe del año pasado.
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Aunque Kattia Cambronero, del Partido Liberal Progresista (PLP), quería elevar la voz contra lo sucedido, la presidenta legislativa en ejercicio, Gloria Navas, se lo impidió pues alegó que daba por cerrado el uso de la palabra en ese tema.
Por mensaje, Cambronero comentó a La Nación que el hecho de violencia sucedido en el plenario “llama mucho a la meditación a todos los sectores”, pues las visitas al Congreso deben ser “cívicas, moderadas, donde se conozca la labor de los diputados”.
“Es todavía más traumatizante porque nuestro despacho, el jueves pasado, tuvo la visita de niños de 4 a 6 años que vinieron a nuestro plenario. Solo me quedo pensando si hubieran estado esos niños y esta persona empieza con esos actos de violencia”, advirtió.
Agregó que se deben evitar los actos de violencia y no desacreditar la institucionalidad pública.
El oficialista Manuel Morales, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), alegó que el agresor no llegó al Congreso representando al oficialismo y adujo que la violencia en la Asamblea Legislativa no es un hecho reciente, pues hizo referencia a la bomba molotov que pusieron en la ventana de la exdiputada Zoila Volio, en el periodo legislativo pasado.
Aunque los reportes de seguridad enfatizaron que las amenazas se dirigieron específicamente a diputados del Frente Amplio y del PLN, Manuel Morales negó este hecho y dijo que el manifestante “no venía con una identificación ni lanzando improperios ni señales a nadie, sino a todos los diputados, no era contra un grupo específico”.
Morales también comparó el hecho con la violencia en los estadios y las carreteras, para decir que “siempre ha existido la violencia social”. Además, lo comparó también con carteles que, en días recientes, han colocado en esa barra contra el presidente Rodrigo Chaves y la oficialista Pilar Cisneros, entre otros.
“Deberíamos estar trabajando en esto, en lugar de estar rompiendo el cuórum”, dijo Morales.
Por parte de Unidad Social Cristiana (PUSC) y de Nueva República no hubo peticiones para reclamar por lo sucedido.