El plenario legislativo aprobó la tarde de este viernes, en segundo debate, el primer presupuesto extraordinario de la República que incluye ¢150.000 millones para otorgar subsidios a los trabajadores afectados económicamente por el nuevo coronavirus.
El plan fue sellado con el voto de 49 diputados y uno en contra. Al quedar aprobado en definitiva, solo resta que el texto sea firmado por el presidente de la República, Carlos Alvarado, y que posteriormente se publique en el diario oficial La Gaceta para que se entre en vigor.
La iniciativa aprobada también incluye ¢273.000 millones para mejorar el perfil de la deuda pública.
En el caso de los ¢150.000 millones, estos serán usados para otorgar bonos del programa Proteger, de entre ¢62.500 y ¢125.000 mensuales, a trabajadores que han sufrido despidos, suspensiones del contrato de trabajo o reducciones de jornadas laborales.
El beneficio aplica, también, para trabajadores independientes y del sector informal.
La votación en segundo debate estuvo precedida por un debate de casi dos horas en el plenario, en el que once diputados de diferentes fracciones urgieron al Gobierno ponerse al día con la deuda de ¢1,95 billones que tiene el Estado con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Opinaron en esa línea, los diputados Pedro Muñoz, Rodolfo Peña, Pablo Abarca y María Inés Solís, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC); Luis Fernando Chacón, del Partido Liberación Nacional (PLN); Walter Muñoz, del Partido Integración Nacional (PIN); José María Villalta, del Frente Amplio; Carlos Avendaño, de Restauración Nacional (PRN); y los independientes Ivonne Acuña, Ignacio Alpízar y Jonathan Prendas.
En el caso de Acuña, reprochó que el gobierno no haya incluido desde un principio recursos para fortalecer el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), entidad encargada por parte del Estado de realizar las pruebas del covid-19.
Recordó que ese vacío, como lo denonimó, se enmendó cuando una comisión legislativa trasladó una subpartida de ¢200 millones al Inciensa, dinero que inicialmente estaban destinado al área de información del Ministerio de Salud.
La legisladora también cuestionó que este primer presupuesto extraordinario careciera de fondos para fortalecer la labor del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), en tiempos en que varios cuerpos de Policía resguardan las fronteras.
Por su parte, el diputado Walter Muñoz, al referirse de la necesidad de que el Gobierno se ponga al día con la deuda de la Caja, señaló que también es urgente que la institución mejore la administración de sus recursos.
“Estamos totalmente de acuerdo con que el Gobierno le dé el dinero que le corresponde a la Caja Costarricense de Seguro Social, pero no nos engañemos, el problema de la Caja no es solo financiero.
"Si no mejoramos la manera de administrar los recursos y si no mejoramos la atención estructural, los dineros se los va a llevar nuevamente el viento”, cuestionó el jefe de fracción del PIN.
Como ejemplos mencionó que el año pasado la CCSS perdió $2.4 millones por medicamentos que no se utilizaron y que la entidad gasta mensualmente más de ¢10.000 millones en alquileres de edificios, cuando tiene infraestructura suficiente para evitar ese gasto.
Por su parte, el socialcristiano Pablo Abarca urgió a buscar equilibrio fiscal no solo a través del recorte de gastos en las instituciones, sino a través de las reformas estructurales del Estado para presupuestar menos.
“No significa que tiene que haber despidos o todo se tiene que cerrar”, añadió el socialcristiano.
En tanto, Pedro Muñoz, cojefe del PUSC, lamentó que el presupuesto haya recibido segundo debate 34 días después de que el Congreso aprobara los $500 millones del préstamo con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), que constituye una de las principales fuentes de financiamiento del bono Proteger.
Si bien el socialcristiano lo consideró un tiempo récord, afirma que ese plazo debió ser más corto. Con respecto al fortalecimiento de la Caja, añadió que esto se logra teniendo un sector productivo pujante.
“Es indispensable darle la mano al sector productivo para que genere mayor prosperidad y no imponerle mas carga tributaria porque implicaría arrodillarlo más. Es, casualmente, quitando cargas al sector productivo como vamos a fortalecer el sector público”, finalizó Muñoz.