“En Nicaragua hay tres temporadas, la seca, la lluviosa y la de pleitos con Costa Rica.” Así se explica el diputado Rafael Ortiz, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), la eventual llegada de un nuevo conflicto con el gobierno de Daniel Ortega, por sus pretensiones de copropiedad sobre la isla Bolaños, en la bahía Salinas.
Como Ortiz, quien conoce esta expresión de las temporadas de boca de nicaragüenses, hay otros legisladores que auguran que otra vez viene Ortega con la calentura de los conflictos con Costa Rica, sobre todo ahora en época de campaña electoral.
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“No han terminado de pagar por los daños en la isla Calero, ahora vienen con esto, para mí no es un hecho aislado”, dijo Ortiz, expresidente legislativo.
El jefe de la fracción del Frente Amplio, Edgardo Araya, también lamentó el resurgimiento de las pretensiones vecinas sobre tierra costarricense.
“La distribución del dominio de la bahía Salinas es condominio, pero la isla es costarricense. Nosotros respaldamos todas las gestiones de la Cancillería y del presidente Luis Guillermo Solís para defender el territorio”, expresó Araya y se puso a las órdenes del Poder Ejecutivo.
Para Ronny Monge, liberacionista que preside la Comisión de Seguridad y Narcotráfico en el Congreso, “es triste ver que cada campaña” Daniel Ortega busca unificar a la gente en torno al pleito con Costa Rica, “para ganar adeptos” a su pretensión de seguir en el poder.
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El presidente del foro de Relaciones Internacionales, el verdiblanco Danny Hayling, comentó que hay responsabilidad gubernamental por no delimitar bien “las aguas territoriales y los puestos que nos pertenecen”, añadió que los desmanes los sufren, al fin y al cabo, los habitantes de esas regiones.
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El subjefe del Partido Acción Ciudadana (PAC), Franklin Corella, coincidió en que Ortega crea ficciones o polémicas fronterizas, bajo el discurso del nacionalismo, con el fin de que eso le genere dividendos políticos.
“Hay que manejarlo con la diplomacia, sin caer en el juego”, indicó Corella.