En el plenario de la Asamblea Legislativa, los diputados tomaron la decisión de bajar de tres a dos la cantidad de armas que puede inscribir cada persona ante la Dirección de Control de Armas.
Con 36 votos a favor y 11 en contra, los legisladores aprobaron, este lunes, una moción del frenteamplista José María Villalta, con la cual modificaron el artículo 23 de la Ley de Armas y Explosivos, para que cada ciudadano pueda inscribir hasta dos armas cortas.
Votaron a favor de la moción 13 diputados del Liberación Nacional (PLN), 10 de Acción Ciudadana (PAC), seis del bloque Nueva República, dos de la Unidad Social Cristiana (PUSC), dos de Restauración Nacional (PRN), dos de Integración Nacional (PIN) y uno del Frente Amplio (FA).
En contra, se pronunciaron siete del PUSC, dos del Republicano Social Cristiano (PRSC), uno del PIN y un independiente.
Con ello, desecharon la redacción que salió de la Comisión de Narcotráfico y Seguridad del proyecto de reforma a la Ley de Armas y Explosivos (expediente) 20.509, donde se mantenía la norma actual, que permite hasta tres armas por persona.
Igualmente, el plenario rechazó una moción del Partido Acción Ciudadana (PAC), que buscaba disminuir la cantidad de armas a una por ciudadano, como en la versión original del texto.
En el camino se quedaron otras dos propuestas de Pablo Abarca, quien por un lado proponía dos armas por persona, más una para protección de fincas o terrenos en zona rural. Según el socialcristiano, la realidad rural es que las armas son una herramienta de cuido de reses y de propiedades agrícolas.
La otra propuesta del rojiazul era para reducir, de tajo, la cantidad de armas por persona, y dejar el permiso en solo dos armas.
El proyecto continúa en discusión en el plenario. Este lunes, los legisladores no alcanzaron a darle primer debate. Es posible que este martes se efectúe la votación.
Esta reforma a la Ley de Armas, además, introduce varios controles para dar seguimiento a las armas registradas legalmente, entre ellas la obligación de inscribir esas armas cada seis años, cumpliendo con los mismos requisitos que se deben pasar la primera vez.
Aunque mantiene los permisos para utilizar armas deportivas, el proyecto especifica que estos deben ser para actividades “debidamente acreditadas” en el país, mientras que hoy la ley es más general, pues plantea que se inscriban para la práctica de deportes.
Por otra parte, se le da la potestad al departamento de Control de Armas del Ministerio de Seguridad de analizar y rechazar la solicitud de inscripción de armamento, de acuerdo con criterios de razonabilidad.
En el caso de las personas que cometan algún delito contra la libertad, delitos sexuales o infracción a las leyes antinarcotráfico y crimen organizado, la inscripción de armas será revocada, luego de un debido proceso.
Esta reforma sobre armas se complementa con otra, aprobada en primer debate la semana pasada, la cual aumenta las penas por posesión ilegal de armas.
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Error por solucionar
Aunque los diputados ya tomaron una decisión en torno a la cantidad de armas, se percataron de un error en el nuevo artículo 23 de la Ley de Armas, donde se establece que las personas jurídicas solo podrían inscribir armas si van a prestar servicios de seguridad privada.
Eso generaría un problema, según advirtió Zoila Volio y reconoció el presidente de la Comisión de Narcotráfico, Gustavo Viales.
El problema es que, en ese caso, las empresas estarían obligadas a contratar otras firmas para que les den servicios de seguridad ciudadana, y no podrían tener sus propios empleados para la seguridad de su negocio.
Viales comentó que optarán por abrir el plenario a comisión, con una moción de forma, para aplicar una modificación.