La oposición duda de aprobar más créditos internacionales al Gobierno si este mantiene su falta de claridad sobre la negociación de un plan de ajuste fiscal con el FMI para estabilizar las finanzas públicas.
Legisladores del PLN, PUSC y PRN lamentan los efectos que puede generar en los mercados financieros esa mala señal, al cuestionar las evasivas del ministro de Hacienda, Elian Villegas, a responder si finalmente el Gobierno acudirá a negociar ese plan con el Fondo Monetario Internacional.
Ante esta situación, la liberacionista Silvia Hernández aseveró este jueves que los créditos de apoyo al presupuesto, presentados en la corriente legislativa, se mantienen con “un gran signo de pregunta si el Gobierno no plantea las soluciones de ajuste fiscal”.
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En lo que sí dijo estar de acuerdo es en apoyar un proyecto de avales para otorgar créditos al sector productivo afectado por la pandemia de covid-19 que, actualmente, se mantiene en consultas en la comisión de Hacendarios, foro que ella preside.
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El sábado anterior, al término del diálogo intersectorial convocado por el Gobierno, Villegas pidió a los diputados que le aprueben en diciembre un paquete de préstamos internacionales por $850 millones.
Uno de ellos es un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $250 millones y otro por $300 millones suscrito con el Banco Mundial.
Carlos Ricardo Benavides, también legislador del Partido Liberación Nacional (PLN), dijo que ante el actual escenario de “incertidumbre total del Gobierno, contradiciéndose sobre el acuerdo con el FMI, es improcedente la aprobación de esos préstamos”.
“Solo quieren apagar el incendio en el corto plazo, aunque la casa se queme más adelante, con todos nosotros adentro”, aseveró.
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En esa misma línea opinan Carlos Avendaño y María Inés Solís, diputados de los partidos Restauración Nacional (PRN) y Unidad Social Cristiana (PUSC), respectivamente.
Avendaño señaló la necesidad de que el Gobierno continúe las negociaciones de ajuste fiscal con el Fondo Monetario, el cual estaría ligado a un crédito de $1.750 millones.
“Nos preocupa esa falta de definición que pondría en riesgo la aprobación de créditos (en la Asamblea) que están ligados a las medidas de reactivación reactivación económica. El Gobierno sigue sin rumbo claro en lo económico”, señaló Avendaño.
Solís, quien es integrante de la comisión de Hacendarios, donde se dictaminan los créditos, dijo: “Dada la falta de claridad del Ejecutivo en la negociación con el Fondo Monetario Internacional y en las reformas estructurales, resulta imposible pretender que el Gobierno reciba más créditos sin tener ruta clara”.
“El Ejecutivo nos sigue debiendo claridad. El diálogo que ha tenido con los sectores no lo ha tenido con la Asamblea Legislativa y eso genera muchísima desconfianza”, subrayó la socialcristiana.
El sábado anterior, el ministro Villegas evitó, por segunda ocasión ante La Nación, indicar con claridad cuál era la ruta hacia la negociación con el FMI, una vez terminado el diálogo.
Esta semana, en dos ocasiones más, ante La Nación, evitó ser preciso.
Mientras que en una entrevista en vivo con el periodista Ignacio Santos, director de Telenoticias de Canal 7, tampoco contestó con respuestas generales, a pesar de que en setiembre anterior él dijo que era “indispensable” conseguir el financiamiento con el Fondo.
Ante ese panorama, el jefe de bancada del PUSC, Rodolfo Peña, pidió enviar mensajes positivos a los mercados financieros, donde el Gobierno podría acudir a colocar deuda.
“Se debe hacer con propuestas de recortes, pero de recorte inteligente, técnico y bien estudiado. El Gobierno debe estar anuente a tratar de hacer los cambios estructurales, todos con el afán de sanear nuestras finanzas”, agregó.
Peña consideró que el Gobierno sí tiene una ruta definida hacia unas negociaciones con el FMI, pero que ha decidido moverse con cautela promoviendo diálogos, para no tropezar como en setiembre, cuando presentó una primera propuesta de ajuste fiscal criticada por diversos sectores por estar cargada de impuestos.
A los cuestionamientos se sumó este jueves el independiente Erick Rodríguez Steller. El congresista coincidió con sus colegas en que la duda manda una mala señal a los mercados financieros.
“Primero por no saber si se va a llegar a un acuerdo con el FMI y, segundo, porque da muestras de que no se están tomando medidas con respecto al gasto público, que es la causa del déficit fiscal y el endeudamiento”, puntualizó.
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‘Nadado de perro al 2022’
Carlos Ricardo Banavides agregó que “es evidente que en el Gobierno empiezan a desdecirse, soñando con meter al país en un nadado de perro que busque la orilla del 2022″.
“Lo peor es que hunden al país, una vez más, en la incertidumbre, la desconfianza y la falta de decisión. Si el ministro de Hacienda no puede siquiera sostener los argumentos que hace un mes defendía, el presidente debe de hablar claro ya, despejar las dudas y liderar a su gobierno hacia alguna parte.
“El daño que se le hace a Costa Rica en los mercados internacionales y la inestabilidad interna que esto provoca, es enorme.
“Me preocupa mucho que el Gobierno, con el silencio de ciertos gremios y sectores políticos, quiera adormecer al país, haciéndole creer que la grave crisis es navegable sin reformas profundas e incómodas, en una nueva edición del ‘manejo heroico’ de las finanzas públicas.
“Eso solo garantiza más pobreza y desesperanza en el mediano plazo”, manifestó el expresidente legislativo.
Por su parte, Hernández lo planteó de la siguiente manera: “Genuinamente, confío en que el Gobierno no haya ‘tirado la toalla’ y que su falta de claridad obedezca a la posibilidad de anunciar pronto la propuesta que ‘están construyendo’ ante el FMI”.
“Probablemente, el Gobierno quiere, en su incapacidad, que la oposición reaccione ante estos vacíos de decisión e insista en la responsabilidad de ir al Fondo, para lavarse las manos diciendo que la Asamblea es la que pide ir al FMI.
“El único actor que puede tomar la decisión es el Gobierno. No lo puede hacer nadie más, por eso lo que esperamos es una definición, pero pronto”, reclamó.
Al respecto, María Inés Solís, diputada socialcristiana, se preguntó si en este momento habrá negociaciones “por debajo de la mesa” entre el Poder Ejecutivo y el organismo multilateral, o si realmente definitivamente pretende evitar un diálogo con el FMI.
“Cualquiera de los dos escenarios son muy complicados porque son escenarios que nada más demuestran el secretismo con el que el Gobierno está manejando la crisis económica”, finalizó.
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