Los diputados están negociando los votos para darse vacaciones todo el mes de enero, en plena campaña electoral, recibiendo su remuneración de ¢4 millones por dietas y gastos de representación.
Las negociaciones entre las fracciones están a toda máquina, incluso con algunos diputados que son candidatos presidenciales. La intención es votar la moción en el plenario, el próximo miércoles 15 de diciembre, una semana antes de la salida a vacaciones de fin de año de los congresistas.
El liberacionista Jorge Fonseca, uno de los diputados a favor de que se cierre el Congreso en enero, confirmó que las gestiones para el receso son positivas; aseguró que ya tienen los 38 votos necesarios para aprobar la moción, es decir, mayoría calificada.
Fonseca alega que, en las últimas semanas, son constantes las rupturas de cuórum porque no se alcanzan los 38 diputados presentes para sesionar. De hecho, el lunes de la semana anterior, primer día de la semana, no hubo el cuórum de ley para sesionar al inicio del plenario, solo llegaron 36 congresistas, y eso impidió el trabajo de la Asamblea.
“La fracción (del PLN) está dividida, pero en mayoría sí estamos a favor. Hay algunas personas que se preocupan por lo que dirá la prensa, del qué dirán. Se ha hablado de una decisión libre, porque unos dicen que no están de acuerdo en que se tome un acuerdo o línea de fracción. Al final, será decisión de cada uno”, confirmó Fonseca.
El candidato presidencial liberacionista, José María Figueres, alegó que es una costumbre que los diputados se ausenten al Congreso en el mes previo a las elecciones. No obstante, negó haber recomendado a la fracción asumir alguna posición al respecto.
“Mire… prácticamente siempre ha sido la costumbre para el año de las elecciones que los diputados se integran a la campaña y, por eso, mantener el cuórum se hace mucho más difícil. Pero en esto yo soy completamente respetuoso de lo que decida la fracción”, afirmó Figueres.
Este jueves, la candidata presidencial del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío, confirmó que varias fracciones parlamentarias negocian ese receso de enero, para dedicarlo a la campaña electoral.
Ante la declaración de su candidata, el jefe legislativo de la Unidad, Pablo Heriberto Abarca, negó el tema. Dijo que “no hay nada concreto, no se conversa eso”, a pesar de que ya legisladores de otras banderas confirman que la votación se prevé para el próximo miércoles.
Sobre la posibilidad, Saborío evitó decir si está a favor o en contra: “Siento que depende mucho de la agenda legislativa que se encuentre en ese momento convocada por el Ejecutivo. Me parece que eso va a hacer la nota que lleve a los señores diputados a tomar una u otra decisión”.
El candidato presidencial y jefe de fracción del Partido Restauración Nacional (PRN), Eduardo Cruickshank, también rehusó contestar si avala el receso. Alegó que no ha valorado el tema, pero confirmó que su bancada debatirá el asunto el próximo lunes.
“No he asentado ninguna decisión, no he tenido tiempo, he estado muy ocupado. Yo analizo cada tema cuando se acerca el momento; no cruzo el puente antes de que se construya”, dijo el restauracionista.
En cambio, José María Villalta se pronunció en contra del receso legislativo. El diputado y candidato del Frente Amplio (FA) dijo que no apoya la agenda convocada por el Gobierno a sesiones extraordinarias, pero dijo que es necesario que el Congreso avance en las investigaciones activas por presuntos casos de corrupción.
“Me parece que hay investigaciones muy importantes, como Cochinilla y Diamante. Yo creo que algunos partidos están interesados en enfriar esas investigaciones. A mí me gustaría más bien que todo salga a la luz y yo creo que los partidos involucrados están tratando de tapar esas investigaciones, de enfriarlas para que la ciudadanía no conozca hasta dónde ha llegado la corrupción en este país”, dijo Villalta.
El congresista Otto Roberto Vargas, del Partido Republicano Social Cristiano, comentó que su posición es neutral. Dijo que otros diputados le han confirmado que el receso de enero previo a las elecciones ha sido una práctica de muchos años, “pero también tenemos una agenda muy apretada”.
“Me parece que sería irresponsable, porque hay que cumplir con una serie de proyectos que tenemos que sacar, como país. Creo que la mayoría está indecisa. La decisión final la tomaré el miércoles, cuando lo votemos”, indicó.
Para este artículo se intentó contactar a la jefa del PLN, María José Corrales, quien no respondió llamadas ni mensajes. La independiente Zoila Volio ignoró la consulta que se le hizo sobre ese receso, al igual que el independiente fabricista Jonathan Prendas. El aspirante presidencial Fabricio Alvarado tampoco respondió a las llamadas y mensajes para conocer la posición del Partido Nueva República (PNR).
PAC: ‘No, porque hay proyectos urgentes’
La vocera del Partido Acción Ciudadana (PAC), Laura Guido, declaró de plano su oposición a las vacaciones ampliadas –y remuneradas sin trabajar– de enero, porque enfatizó que hay una “serie de proyectos urgentes e impostergables”.
“Hay señales que debe dar la Asamblea si pretende materializar los siguientes desembolsos del crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI). Si no hay compromiso de avance de la agenda que deje despejadas esas inquietudes, entonces es inexplicable e insostenible el receso de enero”, indicó Guido.
La jefa del partido de gobierno añadió que es poco respetuoso con los contribuyentes que los políticos elegidos para legislar se vayan a hacer campaña electoral pagados por los ingresos de la gente, “cuando tenemos otro trabajo para el cual nos pagan y que no estaríamos haciendo en esos días”.
El diputado y aspirante presidencial del PAC, Welmer Ramos, afirmó no estar enterado de la negociación legislativa. “No podría referirme a algo que no conozco”, manifestó.
No obstante, Ramos añadió que como candidato cree que “hay que sacar una serie de proyectos y yo preferiría que la Asamblea viera los proyectos medulares. Yo tengo proyectos de defensa comercial para el agro, que quisiera que se pasaran, y el proyecto de medicamentos para mejor competencia en el mercado”, dijo.
‘Depende de la agenda’
La independiente Shirley Díaz alegó que primero va a revisar la moción antes de emitir un criterio concreto, pero alegó que el país requiere de una agenda “seria de reactivación económica, reestructuración de la deuda y mejoras en recaudación de impuestos y más créditos”.
Aunque Paola Vega, también independiente, dijo que está contra el receso de enero, “porque hay mucho que trabajar”, opinó que el Poder Ejecutivo debería estar poniendo en corriente legislativa “una agenda menos raquítica”.
“El Ejecutivo no está poniendo de su parte. Los diputados tenemos que ir a trabajar y la Presidencia tiene que convocar proyectos. De momento sí estoy en contra, a menos de que me convenzan de lo contrario, que me den una razón válida para el receso. Si es con la actual convocatoria, no vale la pena venir a trabajar. Dependería mucho”, respondió.
Para la campaña 2018, el gobierno de Luis Guillermo Solís les dio vacaciones a los diputados por todo enero y regresaron a sus labores el 5 de febrero, un día después de los comicios.
De cara a la elección del 2014, fueron los propios legisladores los que asumieron la responsabilidad de darse sus vacaciones electorales: aprobaron un receso legislativo que, en la práctica, les permitió 46 días de vacaciones.
En el caso de la campaña hacia las elecciones del 2010, la Asamblea se aprobó, el 23 de diciembre del 2009, un receso que les permitía regresar a funciones el 18 de enero del 2010, pero con la previsión de que el gobierno de Óscar Arias limpiara la agenda legislativa de ese mes, para realmente regresar al plenario hasta después de los comicios.
Hacia finales de la administración de Abel Pacheco (2002-2006), los diputados de entonces también fueron quienes aprobaron la moción para darse libre todo el mes de enero del 2006, para las elecciones de febrero. A inicios de diciembre del 2005, aprobaron una moción que les otorgó un receso de 45 días, entre el 23 de diciembre y el 5 de febrero, que fue el día de las elecciones, por lo que regresaron a labores el 6 de ese mes.