Como si se tratara de una clase en la que el profesor tiene que partir de lo básico para que comprendan sus estudiantes, el director nacional de Pensiones, Luis Paulino Mora, tuvo que explicarles a algunos diputados la diferencia entre los sistemas jubilatorios de excombatientes y beneméritos y los del régimen no contributivo de la CCSS.
El episodio ocurrió la noche de este martes 1° de octubre, cuando el jerarca de la Dirección Nacional de Pensiones (DNP), del Ministerio de Trabajo, acudió a una audiencia ante la Comisión de Asuntos Hacendarios del Congreso.
Mora fue citado a comparecer por la sétima modificación al Presupuesto Nacional del 2019, en la cual se aplica un recorte de casi ¢4.750 millones a la partida de las pensiones que debe pagar el Gobierno, específicamente en las líneas del Régimen Transitorio de Reparto (RTR) del Magisterio Nacional y de las pensiones de los regímenes no contributivos.
Entre esos regímenes no contributivos, se encuentran, por ejemplo, las pensiones de excombatientes y víctimas de guerra, gracia (antiguos funcionarios públicos), expresidentes, beneméritos de la patria y ganadores del Premio Magón.
Durante media hora, varios diputados increparon a Mora porque, según ellos, el recorte presupuestario afectaría a los pensionados del régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el cual se destina a otorgar pensiones a adultos mayores pobres en pobreza.
Principalmente, la diputada liberacionista Ana Lucía Delgado –presidenta de la comisión de Hacendarios– y Eduardo Cruickshank, jefe de fracción del Partido Restauración Nacional (PRN), cuestionaron que el jerarca de pensiones avalara al recorte presupuestario.
“Nosotros le habíamos pedido, por escrito, al señor exministro (Steven Núñez, exministro de Trabajo) que nos acreditara ante esta comisión, por escrito, el aval que tenía de esta cartera (de la DNP) sobre el movimiento de estas partidas que se consideran tan sensibles”, aseguró Delgado.
El director de pensiones respondió que, por sugerencia del departamento Económico Actuarial de la DNP y luego de confirmar que el recorte no perjudicaría el pago de pensiones a su cargo por lo que resta de este año, avaló el ajuste de presupuesto.
“Me voy a volver a anotar (en la ronda de preguntas de los diputados) para ver si me puede explicar el método que usted utilizó, o los supuestos base de proyección que se generaron para estos casos, y también para que me cuente por qué es que estamos reduciendo los recursos de las pensiones no contributivas”, insistió Delgado.
Luego intervino Wagner Jiménez, de Liberación Nacional (PLN): “Yo tengo una pregunta puntual, don Luis Paulino: ¿Usted, como jerarca, avaló estas proyecciones y estas rebajas de las partidas?". El jerarca le volvió a dar una explicación similar.
“¿Ustedes tienen algún plan por si esas proyecciones y estimaciones, a final de año, no son las esperadas?”, agregó el verdiblanco.
Mora contestó que, en caso de haber eventuales faltantes dentro del programa, se haría un ajuste en el presupuesto vía decreto ejecutivo.
Posteriormente, fue el turno de Cruickshank. “Don Luis, yo quisiera que usted me conteste, puntualmente, si usted autorizó el rebajo de ¢204 millones del régimen no contributivo para sufragar gastos corrientes”.
La respuesta fue que el pago de pensiones corresponde a un gasto corriente y que, después de consultar al departamento Económico Actuarial, acordaron que el rebajo no “haría mella” en el presupuesto.
“Consideramos que no iba a interferir con nuestra programación de gastos y, en ese sentido, estuvimos conformes con que se hiciera ese rebajo. Si no, vendría yo aquí mismo a decirles que no estamos conformes y que es peligroso para nuestros objetivos. En este momento, estimamos que no nos va a afectar”, agregó el líder de Pensiones.
Cruickshank continuó: “Señor director, ¿usted sabía que ese monto de ¢204 millones rebajados el régimen no contributivo alcanzaría para cubrir 2.492 pensionados por un mes? ¿Sabía eso?”.
De inmediato, Mora reaccionó. "¿2.492? ¿Esa es la cantidad de pensionados que tenemos de los regímenes no contributivos (de la DNP)? Yo creo que son un poco más. Son poco más de 6.000. Y sí hicimos las estimaciones de que se recorte no iba a afectar nuestras proyecciones″.
No obstante, ambos se referían a diferentes regímenes. Mora hablaba de los seis no contributivos administrados por la DNP, y Cruickshank, a los de la Caja.
El diputado restauracionista le recriminó a Mora que las pensiones del régimen no contributivo están por debajo del umbral de pobreza, que es de ¢104.000, mientras que las jubilaciones de ese sistema de la CCSS son de ¢82.000.
“Usted desconoce si, efectivamente, le va alcanzar la cobija para poder llegar al 31 de diciembre y poder sacar la demanda que tiene, principalmente, cuando son recursos de pensiones no contributivas”, agregó Delgado, quien dijo que se trataba se “movimientos de partidas sumamente sensibles”.
Aclaración tardía
Luego de casi media hora de discusión, fue cuando Mora cayó en cuenta de que los diputados estaban confundiendo los sistemas de pensiones.
“Sobre este tema, señora diputada, quisiera hacer una aclaración. Está el régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social que, para mi gusto, es el que debería ser más fervientemente protegido, y están los regímenes no contributivos de nosotros (de la DNP).
“Los regímenes no contributivos de nosotros, a diferencia de los de la Caja, no se basan estrictamente en temas de justicia social", aseveró Mora.
El jerarca explicó que estas pensiones se las pagan, por ejemplo, a quienes han ejercido cargos como el de expresidente de la República, a quienes han recibido un Premio Magón, a las viudas de beneméritos de la patria y a quienes han laborado en una institución que se cierra.
"Todos esos son regímenes que no necesariamente tienen que ver con aspectos de justicia social. Y yo creo que deberíamos cambiar el paradigma de las pensiones no contributivas nuestras, pero no confundirlas con las no contributivas de la Caja.
"Las no contributivas de la Caja sí se basan en aspectos de justicia social, no como las pensiones de guerra, que se dan por haber participado o no en un conflicto bélico, o las de gracia, que tienen como requisito haber trabajado 15 años para el Estado.
“Si usted me pregunta qué haríamos con ese dinero de las pensiones no contributivas con cargo al Presupuesto Nacional, yo le diría ‘ojalá que las pudiéramos utilizar para fortalecer el régimen no contributivo de la Caja’”, argumentó Mora.
“Muchas gracias. Me quedó muy claro, señor director”, expresó Delgado, al darse cuenta de cuáles son los regímenes no contributivos de la DNP.
Seguidamente, la diputada Laura Guido, del Partido Acción Ciudadana (PAC), les solicitó a los representantes de la DNP aclarar que las pensiones sobre las cuales se les estaba cuestionando son totalmente aparte de las de la Caja.
“Hay que dejarlo claro porque, por su nomeclatura, se tiende a confundir el régimen no contributivo con cargo al Presupuesto Nacional con el régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social. El régimen no contributivo de la Caja, que es el que protege el principio de justicia social de la mejor forma, no tiene nada que ver con este presupuesto”, puntualizó.
Incluso, el director de Pensiones explicó a los diputados que algunas de las pensiones no contributivas de la DNP son previas al nacimiento de la Caja.
Por ejemplo, la CCSS fue fundada en 1941, seis años después de abierto el régimen de pensionados de Gracia, en 1935.
“Sí, veo que son bastantes (los regímenes)”, contestó la verdiblanca Delgado.
Mora reiteró que la merma de recursos fue solicitada por la Dirección de Presupuesto Nacional del Ministerio de Hacienda.
El recorte de ¢4.742 millones se realizó de la siguiente forma: ¢4.433 millones a las pensiones del RTR de Jupema y ¢309 a los regímenes no contributivos de la DNP.
Las otras pensiones no contributivas
Aparte de las 121.000 pensiones que otorga la Caja a personas pobres, existen las “no contributivas” de la DNP.
Se llaman así porque ninguno de sus beneficiarios o herederos cotizó nada para ostentarlas.
Los reciben pensionados de regímenes de Gracia, Guerra, Premio Magón, Expresidentes, Beneméritos y Guardia Civil.
Son muy antiguos, tienen más de 70 años de existir y, principalmente, hoy los reciben herederos, pues la mayoría de titulares han fallecido.
Además de estas jubilaciones, la DNP administra siete regímenes contributivos de pensionados de gobierno y exdiputados.
Estos aglutinan a las conocidas pensiones de lujo, porque aunque muchas no son millonarias, sus beneficiarios no cotizaron o cotizan lo suficiente en comparación con los beneficios que reciben.
Tanto las pensiones contributivas como las no contributivas conforman las jubilaciones con cargo al Presupuesto Nacional, regímenes que fueron cerrados en 1992 por ser deficitarios, y el Estado debió asumir su pago.
En total, la DNP gasta ¢768.000 millones en estos. Las pensiones contributivas le cuestan casi ¢756.000, mientras que las no contributivas, ¢12.000 millones.