¿Sabía usted que aún estaba vigente una ley vinculada al financiamiento de la campaña nacional contra los filibusteros, que tuvo lugar entre 1856 y 1857, o una exoneración vinculada a los materiales para los tranvías, extintos hace décadas en el país?
Pues efectivamente, en el ordenamiento jurídico costarricense, existen casi 178 leyes con tributos o exoneraciones obsoletas que están a un paso de desaparecer y solamente quedar en los archivos de la Procuraduría General de la República como un recuerdo.
Para eso, los nuevos diputados aprobaron este jueves, en su trámite de primer debate, una iniciativa que deroga estas leyes, algunas de ellas tan antiguas como de 1825 y, las más recientes, con fecha de 1912.
El proyecto, presentado en noviembre del 2018 por los exdiputados Carolina Hidalgo, Floria Segreda y Dragos Dolanescu, tuvo este jueves el apoyo unánime de 45 congresistas, pese a las críticas de algunos legisladores.
Sobre el financiamiento de la guerra contra los filibusteros, se elimina una ley que cobraba un impuesto al destace de ganado como subvención de la campaña de 1856-1857. Se trata de la ley 14 del 2 de setiembre de 1857.
A su vez, se derogó la ley que, dos días después, cambió el impuesto del destace, para financiar la educación primaria.
Muchos constituyen tributos generales, o sobre terrenos, así como exoneraciones a varios productos de importación, entre ellos una exoneración de 1845 sobre la importación de felpa de seda para la fabricación de sombreros, muy comunes en la época.
También, se derogaron muchas leyes sobre los pasajes que se pagaban en los ferrocarriles, o reformas a la exportación del producto estrella de Costa Rica en el siglo XIX, el café.
Los productos gravados o exonerados eran tan particulares de la época como las llantas de fierro de cinco pulgadas (en 1857), las armas de fuego (en 1872), o las letrinas y objetos de limpieza para excusados (marzo de 1886).
Una de las leyes incluidas en la exoneración masiva es la exoneración de los materiales de construcción para el hipódromo de Mata Redonda, ley de 1886, que era un proyecto del comerciante estadounidense Silas Wright. El hipódromo finalmente se construyó en 1905, en donde hoy se ubica el Estadio Nacional.
La construcción de una penitenciaría en el país también tuvo un impuesto, que se creó el 16 de julio de 1895, y que igualmente se elimina en la iniciativa aprobada.
Aquí puede consultar la lista completa de leyes eliminadas:
El material fijo y rodante para el tranvía estuvo exonerado con una ley del 26 de julio de 1895, mientras que en 1886 se exoneraron los materiales para los tranvías de Cartago, específicamente.
Entre el listado de legislación caduca que se deroga hay varios impuestos creados entre 1825 y 1830, que venían del antiguo esquema tributario del Imperio español en las colonias americanas.
Tal es el caso de la ley 49 del 28 de setiembre de 1825, que establecía el cobro de la alcabala en ventas de fincas rústicas y urbanas, o el pago de alcabala del consulado municipal para comerciantes extranjeros, o un impuesto a tierras situadas en La Carpintera.
La alcabala era un antiguo impuesto colonial que significaba el pago de un porcentaje sobre un contrato de compraventa, y que le tocaba pagar al vendedor.
Además del ambiente polémico que rodeó al plenario esta semana por la ausencia de una agenda de proyectos bien nutrida por el gobierno de Rodrigo Chaves, hubo críticas adicionales en la discusión del proyecto que elimina leyes.
Por ejemplo, la diputada Gloria Navas, del Partido Nueva República, se quejó de que los demás congresistas estaban siendo muy decentes. “Es como un mal sueño, una pesadilla legislativa. Lo que estoy viendo sobre este expediente 21.073. ¿Cómo vamos a depurar el ordenamiento jurídico, cuando estas leyes tienen como 200 años, de estar caducas y obsoletas?”, reclamó.
Apuntó que no sabía a quién querían convencer, porque los diputados quieren trabajar de forma ardua, positiva y que les dé buenas respuestas a la ciudadanía.
El liberacionista Gilberth Jiménez alegó que concidía con Navas y cuestionó que con esa ley no causaba ningún impacto ni se podía engañar a nadie. “Sigue el partido oficialista demostrando el desconocimiento de lo que es administrar y dirigir un país, sigue la improvisación, los desaciertos”, criticó Jiménez, al entrar el plenario en la discusión del proyecto.
En cambio, el jefe del Liberal Progresista, Eliécer Feinzaig, destacó que las derogadas son leyes sin trascendencia porque no se están aplicando.
“La mayoría tiene que ver con impuestos, yo les hago un ruego vehemente: deroguemos este cerro de impuestos que no se están aplicando. No vaya a ser que algún día llegue un ministro de Hacienda desesperado por dinero, con mucha imaginación, y trate de revivir alguno de estos porque todavía están en el ordenamiento jurídico”, comentó.