Los diputados aprobaron este lunes, en primer debate, un proyecto de ley que reducirá de 10 a cuatro años el plazo para declarar prescritas las deudas de casi 127.000 trabajadores independientes con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Se trata del expediente legislativo 21.434, Ley del Trabajador Independiente, que busca aumentar la formalización de trabajadores con el seguro social. El plan fue avalado de forma unánime con 48 votos.
La iniciativa define trabajador independiente como toda persona física que ejecuta trabajo sin subordinación, que ejerce el control de sus actividades y toma las decisiones de una unidad económica por cuenta propia, tanto si trabaja solo como en colaboración con otros independientes.
La ley aprobada establece que la CCSS puede cobrar a los independientes cuotas sociales e imponer sanciones, como multas e intereses, siempre que no hayan pasado más de cuatro años desde que se originó la obligación.
En su transitorio segundo, la iniciativa establece un periodo de 24 meses para que se inscriban los trabajadores independientes que hoy no están formalizados, si quieren acceder al beneficio. Estas son personas que ya laboran, pero no han pagado sus cuotas.
A los trabajadores que no se inscriban en ese plazo, posteriormente se les aplicará un periodo de prescripción de diez años.
El plazo de cuatro años sí se mantendrá para quienes hoy están formalizados y para las personas que vayan entrando al mercado laboral en condición de independientes.
También, se obliga a la Caja a hacer una campaña informativa para que los trabajadores informales se inscriban.
La iniciativa se aprobó después de varios días de tensiones entre las fracciones políticas, y principalmente por la oposición del Frente Amplio, que buscaba aplicar reformas a la iniciativa antes de su aprobación.
Acuerdo entre fracciones
Luego del acuerdo entre fracciones, voceros de cada tienda política participaron en un debate reglado con tiempos específicos para cada bancada.
Jorge Dengo, del Liberal Progresista (PLP), dijo que la iniciativa da seguridad jurídica a muchísimos costarricenses y no corresponde pensar en lo que perderían las finanzas de la CCSS, sino en cientos de miles de personas que se han visto sometidos a cobros abusivos de la Caja por extensos plazos de prescripción.
La liberacionista Carolina Delgado alegó que la iniciativa busca impedir casos como el de Leyla Rojas, quien aguantó siete años de hemorragias por la deuda que tenía con la CCSS.
“Este proyecto tiene la finalidad de reducir la incertidumbre con que históricamente han convivido los trabajadores independientes, es un paso en la dirección correcta para lograr mejores condiciones, de manera que miles de personas que laboran en la informalidad o tienen deudas con la Seguridad Social puedan acercarse a la Caja y formalizarse”, dijo.
Este proyecto busca apoyar a más de un millón de costarricenses que hoy están en la informalidad para que tengan una pensión digna, dijo Daniela Rojas, jefa de la Unidad Social Cristiana (PUSC).
El jefe del Frente Amplio, Jonathan Acuña, destacó que se aclararon varios puntos en el proyecto, entre ellos el plazo para el cobro y lo que pasaría con los trabajadores independientes que emitan declaraciones juradas irregulares.
Alegó que hubo errores “de bulto” no solventados y que podría haber una aplicación retroactiva de la ley y una contradicción respecto de la condonación del principal de las deudas, de acuerdo con lo resuelto antes por la Sala Constitucional, de que el principal no se puede condonar.
No obstante, en el 2021, la Sala IV dijo que, si bien las cuotas de la CCSS no se pueden condonar porque tienen asidero constitucional, sí se puede regular el plazo de prescripción.
En tanto, Acuña alegó que puede haber roces de constitucionalidad y buscará realizar dicha consulta antes del segundo debate.
El legislador José Pablo Sibaja, de Nueva República, aseguró que la iniciativa salda una deuda histórica con los costarricenses y que hay casos como el de un conocido suyo, que tuvo un patrono que lo inscribió como trabajador independiente, sin saber, y hoy acumula una deuda que le impide acceder a servicios de salud.
“No pensemos en lo que algunos llaman peces gordos, sino en aquel hombre o mujer, ama de casa, que por una simple cuota que dejó de pagar, por pandemia, problemas financieros, o lo que sea, la CCSS le ha cerrado las puertas y no lo atiende por no tener cuotas al día”, dijo el fabricista.