Para ausentarse de las sesiones legislativas y poder cobrar la dieta, a los diputados les basta con apelar a una coletilla común que, además, les exime de explicar las verdaderas razones de sus ausencias.
La excusa genérica, para tramitar los permisos ante la presidencia del Congreso, es “atender asuntos relacionados con mi cargo”, “asuntos propios del cargo” o “compromisos atinentes al cargo”.
Así quedó evidenciado en los permisos que ocho diputados tramitaron esta semana, a través de sus jefaturas de fracción, para ausentarse de alguna de las sesiones del plenario en las que se discutían y votaban las mociones de reiteración del plan de empleo público.
Así, legisladores de la Unidad Social Cristiana (PUSC), Liberación Nacional (PLN) y Restauración Nacional (PRN) pudieron cobrar las dietas que, en promedio, equivalen a ¢75.000 por sesión.
El liberacionista David Gourzong utilizó la coletilla genérica para faltar el martes 23 de marzo.
El miércoles, la verdiblanca Paola Valladares y el restauracionista Carlos Avendaño también usaron la excusa común para justificar las ausencias y no perder la remuneración, al igual que el independiente Erick Rodríguez para atender asuntos propios del cargo fuera del Área Metropolitana después del mediodía.
Para este jueves 25, recurrieron a la coletilla genérica los socialcristianos Aracelly Salas y María Inés Solís.
El diputado Luis Fernando Chacón, jefe de fracción del PLN, también solicitó un permiso para este jueves 25, que había enviado a la presidencia legislativa desde el 24 de febrero. En su caso, adujo que se trataba de “atender asuntos impostergables propios” de su cargo.
El diputado y precandidato socialcristiano Erwen Masís, por su parte, igualmente había solicitado un permiso, desde el 16 de febrero, para atender asuntos relacionados con su cargo este jueves 25.
La presidencia legislativa también informó de que Rodolfo Peña, jefe del PUSC, tenía permisos para ausentarse los días miércoles 24 y jueves 25, pero no suministró copia del documento.
En el caso de la independiente Ivonne Acuña, se mantiene aislada en su casa, con covid-19, luego de anunciar el viernes pasado que había dado positivo al coronavirus.
El artículo 117 de la Constitución establece que las sesiones del plenario solo se pueden realizar con al menos 38 legisladores y, si no estuvieren, “los miembros presentes conminarán a los ausentes, bajo las sanciones que establezca el Reglamento, para que concurran”.
Igualmente, el artículo 2 del Reglamento de la Asamblea Legislativa ordena como un deber de los congresistas acudir a las sesiones y permanecer en su curul durante las sesiones y solo ausentarse con permiso del presidente del Congreso, “con la debida justificación”.
Cruickshank: ‘Todo el mundo usa eso’
El presidente legislativo, Eduardo Cruickshank, confirmó que “todo el mundo usa” esa coletilla y que la presidencia del Congreso no tiene la facultad de ponerlo en duda ni de verificarlo.
“Es una presunción iuris tantum que tiene a favor el diputado y que, salvo prueba en contrario, hay que creer que anda en cuestiones propias de su cargo”, indicó el jerarca.
El punto es que no hay reglamentación ni mecanismos que le exijan al congresista a explicar las razones de su ausencia y, desde que un diputado usa esa fórmula, “se presume que anda haciendo funciones propias”.
“Por supuesto que algunos se aprovechan de eso par ir a hacer cosas que no corresponden, pero tampoco uno tiene un poder fiscalizador de policía para saber qué hacen o no. Reglamentariamente, no existe nada que, si uno se da cuenta, podría sancionarlos. Eso sería propio del ámbito de incumplimiento del deber de probidad”, agregó.
El uso de esos permisos para justificar sus ausencias entra de lo que se conoce como “costumbre parlamentaria”, que es un conjunto de prácticas no reglamentadas que se siguen repitiendo y se perpetúan a través de funcionarios y asesores a los nuevos congresistas.
Tal como lo dio a conocer La Nación, este jueves se ausentaron 24 congresistas y solamente llegaron 33, pero se requerían 38 para hacer cuórom. Restando los seis que tenían el permiso genérico de ausencia, se sumó la socialcristiana María Vita Monge, quien recurrió a otra forma de permiso, que se tramita directamente en el plenario, a través de una boleta de solicitud.
Ella dijo que se sentía mal y acudió al Departamento de Servicios de Salud para una revisión. En el caso de Giovanni Gómez, de Restauración Nacional, le dieron una incapacidad, a último momento este miércoles, porque se golpeó una mano.
El resto de los ausentes no tenía ninguna especie de permiso. Es el caso de Welmer Ramos, del PAC; Pedro Muñoz y Pablo Abarca, de la Unidad; Wagner Jiménez, Karine Niño, Roberto Thompson, María José Corrales, Franggi Nicolás, David Gourzong y Gustavo Viales, del PLN; Melvin Núñez y Carlos Avendaño, de Restauración; Harllan Hoepelman y Marolin Azofeifa, del bloque independiente Nueva República; José María Villalta, del Frente Amplio, y el independiente Dragos Dolanescu.