El proyecto que propone disolver la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) abre la discusión sobre el futuro de ese cuerpo policial.
La iniciativa se analiza en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico del Congreso.
La propuesta, que fue presentada por el legislador José María Villalta, del Frente Amplio, pretende eliminar esa dependencia debido a graves errores en la defensa de la seguridad nacional.
El diputado Villalta opina que la invasión nicaragüense en isla Calero y el viaje a Perú de la presidenta, Laura Chinchilla, en un avión privado son errores de la DIS.
El plan también abre la discusión sobre las funciones y la relevancia de un órgano de esa índole, en un país democrático.
El proyecto no tiene buen ambiente entre el resto de diputados que integran la Comisión de Seguridad y Narcotráfico
Los congresistas coinciden en que la solución no es eliminar la DIS, pero sí es conveniente abrir la discusión de su papel en la seguridad del país.
Celso Gamboa, nuevo jerarca de la Dirección de Inteligencia y Seguridad, dijo en la Comisión legislativa que la DIS es fundamental en la visión estratégica de la seguridad del país.
Gamboa agregó que es inconveniente desarticular la DIS porque es “un grupo que ha demostrado una eficacia y eficiencia en la lucha contra el crimen organizado”.
La Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional fue creada mediante la Ley General de Policía como un órgano de información de la Presidencia de la República en seguridad nacional.
Más argumentos. El presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso, Carlos Góngora, desaprueba eliminar la Dirección de Inteligencia y Seguridad.
“Preferiría que se reestructure. Esperamos las respuestas a consultas de la Comisión para decidir si de deja en donde está (Presidencia de la República) o se traslada al Ministerio de Seguridad”, dijo Góngora.
Rita Chaves, jefa del Partido Accesibilidad Sin Exclusión y miembro de la Comisión, opina que la DIS realiza un buen trabajo en la persecución del narcotráfico.
El socialcristiano Luis Fishman, quien fue Ministro de Seguridad en la administración Calderón Fournier (1990-1994), considera que la DIS no es una policía de combate al crimen organizado, en un sentido estricto, sino una policía política.
“Estoy completamente en desacuerdo con su disolución. La DIS es una de las policías mejor preparadas de Costa Rica, no solo a nivel operativo, sino también a nivel de inteligencia. Se han invertido años en cursos y capacitaciones, no solo en Costa Rica, sino también en países amigos”, comentó Fishman.
El congresista socialcristiano expresó que se debe revisar el papel de la DIS, en el momento actual, y su actividad de control de sindicatos partidos y líderes adversarios, pues podría no ser una policía propia para un país democrático.
Carmen Muñoz, jefa de fracción del Partido Acción Ciudadana, apoya disolver el grupo de policías y arguye que no es digno de una democracia tener un cuerpo policial del tipo de la DIS.
Diario Extra reveló, en enero, que la DIS envió a un policía a infiltrarse en una manifestación de trabajadores contra la empresa Matas de Costa Rica haciéndose pasar por periodista.
Ese tipo de actividades son las que generan críticas de las organizaciones sociales contra la existencia del cuerpo policial al mando de un ministro, cuya principal función es la de manejar las relaciones políticas entre entidades de gobierno y poderes.
Villalta y Fishman difieren en las atribuciones de la DIS. El primero achaca los errores de seguridad nacional a ese cuerpo, mientras que Fishman reconoce que esos policías se dedican al seguimiento de adversarios del Gobierno.
En la Comisión se abrió una subcomisión para que estudie el texto y determine cuáles elementos pueden ser rescatados del plan.