Un discurso pronunciado este jueves en Puntarenas por la diputada Pilar Cisneros, jefa de fracción del gobernante Partido Progreso Social Democrático (PPSD), indignó a varios legisladores que le achacaron haberle echado la culpa a los puntarenenses de la pobreza existente en esta provincia.
Cisneros afirmó que le llegó la hora a Puntarenas de aceptar “el reto de cambiar la pobreza por la riqueza, la desesperanza por las oportunidades, la violencia por la paz y las quejas por propuestas”.
La oficialista añadió que “lamentarse por el rezago que sufre esta provincia no ha cambiado nada y lo peor del caso es que no va a cambiar nada”, por lo que aseguró que los puntarenenses no deben esperar “que el Gobierno lo haga todo”.
“No lo va a hacer, no es posible”, afirmó la oficialista, quien dijo que el destino de la provincia solo está en manos de sus habitantes y de nadie más, porque “el poder, la fuerza y la determinación de construir una Puntarenas de oportunidades está en ustedes, no en el Gobierno ni en los otros agentes”.
De inmediato, reaccionaron molestos, en el uso de la palabra, los diputados Daniela Rojas, jefa de la Unidad Social Cristiana (PUSC); Ariel Robles, del Frente Amplio; y Kattia Cambronero, subjefa del Partido Liberal Progresista (PLP).
La socialcristiana Rojas dijo: “Las soluciones no caen del cielo, pero tienen que venir de quien decidió gobernar este país y quien dijo que podía gobernarlo, no viene de parte de ustedes, puntarenenses, no es responsabilidad de ustedes los índices de pobreza ni el subdesarrollo en el que están, no es que ustedes no han aceptado riqueza en lugar de pobreza.
“¡No acepten eso, no está bien. Es responsabilidad de quienes dijeron que iban a gobernar y que lo podían hacer, no lo permitan puntarenenses!”, aseveró.
Además de hablar sobre el reto de cambiar pobreza por riqueza, Pilar Cisneros les dijo a los habitantes del Pacífico que aprovechen al presidente “que escucha, busca soluciones y es valiente para tomar decisiones”.
No obstante, hizo nuevamente un llamado para que sean los puntarenenses quienes planeen qué sigue después del nuevo hospital y el nuevo liceo, en Chacarita, y los responsabilizó de definir cuáles son los planes “para potenciar la enorme riqueza de su costa, traer zonas francas, educar a las nuevas generaciones, traer más turismo o potenciar artesanos y agricultores”.
“Las soluciones no vendrán del cielo, pero sí las herramientas, la transparencia y la plataforma para que los puntarenenses puedan despegar”, dijo.
El frenteamplista Robles rechazó que los políticos hablen a los porteños desde el privilegio, y enfatizó que “la gente no es pobre porque quiera ser pobre”, sino porque le han faltado oportunidades.
“La gente ha trabajado y trabajado hasta el cansancio, y no se vale decirles que no se pueden quejar. Lo menos que debemos hacer es escucharles sus quejas. No se deje, Puntarenas, nunca condicionar; se queja Puntarenas cada vez que quiera. Faltaría muy poco que, tras del abandono histórico, hoy les digamos que no tienen ni siquiera derecho a quejarse”, clamó Robles.
La sesión tuvo lugar en el cantón Central de Puntarenas, por acuerdo del plenario, en conmemoración del fusilamiento del libertador y héroe nacional, el expresidente Juan Rafael Mora Porras, y su general, José María Cañas Escamilla, el 30 de setiembre y el 2 de octubre de 1860, respectivamente.
En respuesta al discurso de la jefa del PPSD, Kattia Cambronero, subjefa del PLP, achacó la pobreza al “estatismo desmedido, normas inconscientes y falta de una estructura regional, territorial, efectiva”.
“Eso ha hecho que este pueblo sea cada día más pobre y tenga menos oportunidades productivas. Los puntarenenses son gente de trabajo, son gente esforzada y tienen claro qué necesitan.
“No es cierto que ustedes decidieran ser pobres porque sí; ni que decidieran ser la provincia con el mayor índice de pobreza, ni es de recibo decir que no tienen claro qué necesitan ni hacia dónde van”, alegó Cambronero.
Otro diputados que no tenían previsto usar la palabra en la sesión solemne de Puntarenas, o que lo habían hecho antes de Cisneros, se sumaron a las críticas contra ella, en sus redes sociales o a través de sus encargados de prensa.
El liberacionista Francisco Nicolás, por ejemplo, calificó de inaceptable pedir al pueblo puntarenense que no se queje, que no manifieste su desesperanza, pues sostuvo que es la provincia que requiere más políticas públicas.
“No es de recibo de parte del oficialismo decir que nos toca guardar silencio y buscar nuestras propias soluciones”, reclamó.
A las quejas de Ariel Robles se sumaron sus compañeras de bancada Priscilla Vindas y Sofía Guillén, quienes vieron lo dicho por Cisneros como un insulto. “¿Qué pasó con comerse la bronca, entonces?”, escribió Vindas.