En menos de tres semanas, el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), Mario Arce, cambió radicalmente su posición sobre la idea de entregar los patios del tren de carga, ubicados en Limón, a la municipalidad local.
Pasó de oponerse rotundamente, por considerar que se trata de activos estratégicos y valiosos para el tren de carga, a votar a favor de la donación.
El cambio de opinión ocurrió dos días antes de que el presidente de la República, Rodrigo Chaves, realizara una gira al Caribe a principios de esta semana, en la que anunció la cesión de los inmuebles a la Municipalidad de Limón para que realice un proyecto que aún no está definido.
Durante su discurso del miércoles pasado, el mandatario aseguró que el alcalde de Limón, Néstor Mattis, le solicitó el traspaso de esa propiedad.
“Inmediatamente, ahí mismo, le dije: ‘Alcalde, cuente con eso’. Ahí mismo, instruí al presidente ejecutivo de Incofer, para que la Junta Directiva tomara el acuerdo y, este mismo lunes, el acuerdo está en firme.
“Le estoy ordenando aquí, delante de ustedes, al ministro de Justicia, don Gerald Campos, que le instruya al notario del Estado que le pase esa propiedad de manera inmediata a la Municipalidad”.
“Haga algo bien bonito alcalde, porque esa propiedad es hermosa, está al frente del malecón y sería una oportunidad valiosa para traer a gente a gastar dólares aquí”, expresó Rodrigo Chaves este miércoles, durante la sesión de Consejo de Gobierno abierto, celebrado en Limón.
El 10 de agosto, ante una solicitud del departamento de Giras e Información Territorial de Casa Presidencial, el presidente del Instituto de Ferrocarriles se había opuesto al traspaso al calificar de los patios de medulares y estratégicos para el servicio ferroviario.
En los terrenos de 46.051 metros cuadrados, se encuentra el centro de operaciones del Incofer en el Caribe. Allí se ubican oficinas administrativas, patios y talleres del tren de carga y de transporte de turistas, servicios que actualmente están en operación.
Además, durante la administración anterior, se invirtieron importantes recursos públicos en la remodelación de esa infraestructura.
Oposición de presidente de Incofer quedó por escrito
Mario Arce había dirigido a Casa Presidencial el oficio Incofer-PE-OF-0512-2022, en el cual respondió unas preguntas realizadas por el departamento de Giras e Información Territorial en torno a dicha propuesta.
En ese documento, el jerarca de Incofer expuso que la propiedad “es vital” para la operación de los servicios actuales en Limón.
“Dada la importancia de las actividades que actualmente se desarrollan en el sitio, es claro que se trata de un inmueble vital, medular, estratégico, con una indiscutible y absoluta vocación ferroviaria e indispensable y necesario para la operación actual y vigente del Incofer en el transporte de carga y de turistas en la vertiente atlántica”, señala el documento firmado por Arce.
No obstante, tres semanas después, el presidente ejecutivo de Incofer votó a favor de ceder el inmueble, en contra del criterio técnico que él mismo remitió a Casa Presidencial.
La deliberación en Consejo Directivo quedó empatada con tres votos a favor y tres votos en contra. La diferencia la marcó el voto de Arce, quien por mandato legal asume un criterio de desempate.
De esa manera, la autoridad ferroviaria autorizó el traspaso del inmueble, como el mandatario Rodrigo Chaves lo ordenó.
Ante consultas de La Nación, Mario Arce alegó que, en ese oficio que remitió a Presidencia, en realidad no expresa su posición, sino la del Consejo Directivo del Incofer. Sin embargo, la carta la firma él.
“Mi deber como presidente ejecutivo, ante cualquier consulta que se realizara sobre este tema, era manifestar la voluntad del órgano colegiado, es por esto que ante consulta del Departamento de Giras e Información Territorial de Casa Presidencial, se remitió el oficio INCOFER-PE-512-2022, en el cual se manifestaba la voluntad del Instituto”, aseguró el jerarca.
Agregó que “ante la solicitud expresa del señor presidente, como él mismo lo informó, en sesión extraordinaria del lunes 29 de agosto del 2022, la Junta Directiva por mayoría aprobó la donación, mediante acuerdo N°121-2022″.
Cesión del inmueble surgió a partir de ley
La propuesta para que el Instituto traspase ese inmueble a favor de la Municipalidad de Limón surgió de un proyecto de ley presentado por el exdiputado liberacionista David Gourzong. La iniciativa fue aprobada en el Congreso y entró en vigencia el 5 de julio de 2021.
Dicha legislación señala que “se autoriza” al Incofer a ceder dicha propiedad. Es decir, no obliga a la autoridad ferroviaria a hacerlo.
De hecho, en la sesión ordinaria 16-2022 del 2 de mayo anterior, la Junta Directiva acordó “no autorizar” el traslado de su inmueble, debido a la afectación que sufrirían los servicios de carga y transporte de turistas en el Caribe.
“Tratándose del inmueble que constituye el centro principal estratégico neurálgico operativo del Incofer en el Caribe, que se encuentra activo, y resulta indispensable para el adecuado, efectivo, eficiente y oportuno funcionamiento de actividades operativas sustantivas sensibles del Instituto, este Consejo Directivo, como órgano colegiado máximo jerárquico, manifiesta que no autoriza la donación a la que se refiere la Ley N.° 9.995″, señala el acuerdo de Junta Directiva.
Además, ese mismo órgano había emitido otros tres acuerdos, durante la etapa de discusión de la iniciativa de ley, oponiéndose a la cesión de los terrenos. De hecho, Mario Arce hizo referencia a todos esos acuerdos cuando remitió sus respuestas a Casa Presidencial.
Pese a todos esos antecedentes, la nueva administración decidió volver a deliberar sobre el mismo tema. Esta vez, el Consejo Directivo estaba conformado por tres miembros nuevos, nombrados por el actual Gobierno.
El transitorio I de la legislación aprobada establece que Incofer puede ocupar los terrenos por un plazo de cuatro años a partir de la entrada en vigencia de la ley; es decir, debería abandonar el inmueble a más tardar julio de 2025.
No obstante, Incofer no posee otros patios o talleres para reubicar la operación del tren de carga. Además, de comprar nuevos terrenos, tendría que hacer nuevas inversiones para levantar la infraestructura y construir tramos ferroviarios para llevar las locomotoras hasta ese sector.