El empresario Rafael Ángel Zamora Fernández, propietario de Pedregal, le inyectó ¢345 millones a la campaña electoral de Fabricio Alvarado, candidato del Partido Nueva República (PNR), mediante la compra de bonos de deuda política.
Así consta en los estados financieros entregados por esa agrupación al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Los bonos son clase B y fueron adquiridos por el dueño de la constructora el 21 de diciembre anterior con un 15% de descuento, según consta en los documentos oficiales del partido.
Dichos certificados de cesión son de segunda prioridad de pago. Eso significa que, cuando el PNR sepa a cuánto dinero de la contribución estatal podrá acceder, por cantidad de votos, primero deberá pagar los bonos tipo A y, si queda dinero, continuará con los B.
La campaña fabricista ya tiene comprometidos ¢3.000 millones en bonos clase A para respaldar un préstamo obtenido ante la firma Consultores Financieros S. A. (Cofin), fiduciario del Banco Promérica. Esos certificados tienen máxima prioridad de pago.
La emisión de bonos de Nueva República es por ¢3.500 millones, de manera que todavía quedan disponibles ¢155 millones.
Un total de 22 partidos políticos han emitido bonos de deuda política por un monto que, en su conjunto, supera por mucho el dinero que el Estado dispuso para financiar la campaña electoral. Esto quiere decir que un importante porcentaje de esos certificados carecerán de valor y los proveedores e inversionistas que los acepten, como medio de pago, corren un alto riesgo de quedarse sin reembolso.
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Para los comicios venideros, la contribución estatal asciende a ¢19.780 millones, pero las agrupaciones han impreso certificados por ¢46.680 millones, o sea, un 136% más que el monto disponible.