Marta Araya Marroni, editora del libro de Óscar Arias “Con velas, timón y brújulas”, asegura que el exmandatario y Premio Nobel también la hostigó sexualmente, según el testimonio que dio al periódico digital The Tico Times.
En declaraciones a ese medio de prensa, Araya Marroni, de 52 años, aseguró que Arias hizo “múltiples avances sexuales no deseados” a lo largo de varias semanas en el año 2012 cuando se encontraron para brindarle asistencia mientras escribía el libro. Marroni Araya era entonces coordinadora de proyectos editoriales en Librería Internacional.
Según Araya, Arias era respetuoso “hasta que no lo fue”.
“Lo que más me molestó es que él seguía intentando hacerme creer que era normal y que estaba preocupado por mí”, declaró al Tico Times.
Araya aseguró en la publicación que, si bien su experiencia “no fue tan grave” como la de otras, compartió su historia “para apoyar a otras mujeres a quienes la gente no cree”.
Señaló que en dos ocasiones, él le tocó una pierna mientras estaban en la oficina de su casa mientras le preguntaba si necesitaba algo. Ella apartó la mano de su cuerpo y respondió: “No, estoy bien, gracias”.
Narró además que Arias incluso ofreció darle un masaje (una “sobadita” según su testimonio), a lo que también se negó.
"Quiero chinearte. Quiero darte un masaje en las piernas ", fue una de las frases que, de acuerdo con Araya, dijo el exmandatario.
La mujer , según dijo, le recordó a Arias que él tenía entonces una novia y que él ya le había faltado el respeto dos veces.
“No, no lo tomés así”, respondió Arias, según la versión de Araya. “Sucede; todos lo hacen”, agregó el Nobel de la Paz.
La editora añade en su declaración que compartió lo ocurrido con varias personas, entre ellas su jefe en la librería y amigos cercanos.
The Tico Times verificó el relato con dos amigos de la mujer.
Otra más
Esta es la quinta mujer que esta semana atribuyó públicamente, desde medios de prensa, comportamientos inadecuados al expresidente Arias.
El primer caso se dio a conocer este martes. Se trata de la doctora y activista antibélica Alexandra Arce von Herold quien presentó una denuncia por violación ante la Fiscalía Adjunta de Género.
Ella reveló el Semanario Universidad hechos que habrían ocurrido en el 2014, en la vivienda del expresidente, en Rohrmoser, cuando ella fue a dejarle documentos.
El mismo lunes, en horas de la noche, también la periodista Nono Antillón narró que Arias la “toqueteó” cuando laboró con él hace 35 años.
“Estaba sentada frente a su escritorio, se me acercó, me tomó la mano y me la puso en su pene que estaba erecto. Yo lo empujé y me puse de pie y él se me lanzó. Me cogió por los hombros, me tiró contra un ropero y me empezó a toquetear. Con el ruido, comenzaron a tocar la puerta. De ahí en adelante no volví a aceptar estar sola con él cuando me citaba a solas.
"Después lo intentó en el restaurante Ana, en paseo Colón. Yo le andaba huyendo. Estábamos en una reunión y me cogía la parte de atrás del brasier”, contó la noche de este martes a La Nación.
Este miércoles, Emma Daly, periodista de Human Rights Watch, se sumó a la lista al revelar desde su cuenta en Twitter que Arias le tocó los senos cuando ella ejercía como reportera para The Tico Times, en 1990.
“Lo que tengo muy claro en mi memoria es que éramos muchos periodistas en el Hotel Real Intercontinental de Managua, porque era el sitio de reunión. Había muchísima gente por los acontecimientos y en eso veo al presidente Arias y lo conozco porque había pasado más de un año cubriendo su administración y el plan de paz”.
Finalmente, la periodista de la revista Perfil, Mónica Morales, publicó este miércoles que el exmandatario la hizo pasar “un momento incómodo” durante una entrevista que le hizo en el 2013.
“Al finalizar la entrevista se desplazó a su escritorio para buscar algunas fotos en su computadora. Allí me insinuó (con un gesto) que me sentara sobre su pierna para que pudiera ver en la pantalla. No sé qué cara hice pero recuerdo que me mencionó que su esposa no se iba a enojar”.
“Ahí yo cambié el tema pues había conocido a su esposa quien fue portada de nuestra revista en febrero de ese año. Le comenté que yo la había entrevistado y que era una señora admirable”.
“El hecho no pasó a más. No hubo una agresión sexual, por suerte. Salí asustada y abrumada. Para ese entonces yo tenía 27 años –aunque pude haber tenido 18 o 33, y posiblemente tampoco hubiera sabido cómo reaccionar–”, expresó la periodista.