A menos de dos meses de que se elija un nuevo Directorio legislativo y en medio de las polémicas que abarrotaron los discursos en el plenario en las últimas dos semanas, los diputados Eduardo Cruickshank, de Restauración Nacional (PRN), y Pablo Abarca, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), empezaron a mover sus fichas para pelear por la presidencia de la Asamblea Legislativa.
Entre cafés y negociaciones, entre moción y moción, ambos legisladores tantean cuál terreno político puede resultarles más fértil para sus respectivas propuestas, de cara a la tercera legislatura, la que se extiende de mayo del 2020 a abril del 2021.
Aunque tanto Cruickshank como Abarca integran partidos de oposición, sus propuestas para seducir apoyos podrían ser diametralmente opuestas por una sencilla razón: incluir o no al Partido Acción Ciudadana (PAC) en la nómina del Directorio.
Además, si bien ambos candidatos tienen sus ojos puestos en diversos sectores del plenario, una preocupación fundamental para los dos tiene que ver con las decisiones que, en los días próximos, tome la fracción más grande del plenario, la de Liberación Nacional (PLN).
Los verdiblancos tienen en sus manos la potestad de inclinar la balanza hacia Cruickshank o hacia Abarca.
Sin embargo, el PLN también podría intentar dejarse, por segundo año consecutivo, la batuta legislativa.
Antes de enfrentarse a ese cruce de caminos, el PLN deberá responderse la pregunta clave: ¿es conveniente pelear por seguir al frente del Directorio legislativo o no?, ¿hacerlo con el presidente actual, Carlos Ricardo Benavides, o con otro diputado?
El jefe de Restauración, Cruickshank, aseguró que ya ha conversado con miembros de todas las tiendas políticas, aunque no con los 56 congresistas.
“Estoy viendo cuál es la percepción que tienen de mí. Si el resultado es que tienen una mala percepción, uno no da ni el arranque; pero si es favorable, eso servirá como motivación”, dijo el limonense.
En cuanto a la opción de fundar una propuesta con el PAC incluido, dijo que no lo ha pensado, pero que “obviamente” lo ve complicado, “por toda la situación en que se ha visto inmerso ese partido”.
Cruickshank se refiere a la polémica por el decreto ejecutivo de creación de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), el cual pretendía darle a esa oficina acceso a información confidencial en poder de las instituciones públicas.
Pese a la duda, dijo que sí ha conversado también con diputados de la bancada oficialista.
PUSC no adelanta nada
Pablo Heriberto Abarca no deja ver sus cartas, aunque su aspiración la reconocen la jefa liberacionista, Silvia Hernández, y la oficialista, Nielsen Pérez, junto a una decena de diputados consultados por este medio.
Para este artículo, Abarca respondió que aún no han hablado nada oficial dentro de la fracción del PUSC, por lo que contestó que preferiría hablar del 1.º de mayo en los próximos días.
Dentro de la Unidad, la percepción es que aún es prematuro hacer movimientos muy vertiginosos para las negociaciones del Directorio, pero entienden que el principal contrincante de Abarca se está tratando de mover rápido.
Por su lado, la vocera del PAC alega que la tienda del gobierno no ha tenido diálogos oficiales con los aspirantes a la presidencia, pero que informalmente sí ha habido conversaciones.
En cuanto a la intención que tienen varias banderas de oposición de dejar al PAC fuera de la cúpula del Congreso, Pérez indicó que la intención del PAC es que la mesa “refleje el multipartidismo que hay en la Asamblea”.
“Sí, el PAC es una fuerza importante. Consideramos importante su presencia en el Directorio. Hay una realidad en la Asamblea, que somos siete fracciones y me parece que las siete, al menos la mayoría, deben estar representadas en el Directorio”, afirmó la vocera gobiernista.
El dilema del PLN
Los tambores que anuncian días de intensas negociaciones para el 1.º de mayo también suenan fuerte en Liberación Nacional.
“Eduardo Cruickshank ha hablado con todo el mundo. Pablo Abarca también. Pero lo primero que vamos a hacer nosotros es designar jefe de fracción”, dijo la vocera de Liberación.
La figura que se vislumbra en la coordinación de los 17 liberacionistas para el tercer año de labores es el exfuncionario legislativo de amplia trayectoria en el Congreso, Luis Fernando Chacón.
El paso siguiente, dice Hernández, es definir el rol que jugaría el PLN en el Directorio, o sea, elegir el puesto que quiere dejarse.
Luego de que los verdiblancos llevaron a Carlos Ricardo Benavides a la presidencia legislativa en mayo pasado, voces internas y externas a esa tienda mencionan a la propia Hernández o a Ana Lucía Delgado, coordinadora de la Comisión de Hacendarios, como eventuales candidatas de Liberación a la presidencia del Directorio.
“Partimos de la base de que ya tuvimos la presidencia. (...) A título personal, puedo decir que no hay duda de que, en la coyuntura actual, no es para nada asunto menor hacer hincapié en la situación que se está viviendo, no solo en indicadores económicos y sociales, sino también de confianza política”, dijo la verdiblanca Hernández.
Añadió que, en ese contexto, hay un gran “descanso en la Asamblea Legislativa”. Básicamente, dijo que las miradas están puestas en el actuar del Congreso y, por eso, la decisión sobre el próximo líder parlamentario “debe tomarse con mucha seriedad”.
Aunque los postulantes hasta el momento son dos diputados, Silvia Hernández dijo que “cualquier compañero o compañera que ostente la posibilidad de presidir la Asamblea” debe seleccionarse rigurosamente.
“No se trata de que un compañero diga ‘me gusta, yo quiero’; sino de que seriamente decidamos a quién poner ahí. Desde mi punto de vista, ya el PLN ocupó el cargo”, agregó.
De inmediato, dijo que, de todas formas, Liberación no ha evaluado si quiere una segunda presidencia en este periodo parlamentario.
Sobre las dos candidaturas actuales, añadió que definirán “quién representa mucho mejor los intereses que persigue Liberación para el país”.
Hora de la matemática
Para lograr cualquiera de los seis cargos del Directorio se requiere de la mayoría simple de los votos en el plenario. Eso quiere decir que, con los 57 escaños ocupados, cualquier candidato necesita 29 votos para ganar.
Eso podría incluir el escenario de que un candidato tenga la mayor cantidad de votos, sin llegar a 29, pero que haya votos nulos o en blanco que, al sumársele, le permitan llegar a la cifra de la victoria o, incluso, superarla.
El PAC tiene la nada despreciable cantidad de 10 votos. Liberación pone 17 firmas, mientras que la Unidad aporta nueve nombres. Los restauracionistas empatan con el bloque independiente Nueva República, con siete cabezas cada uno.
Si Cruickshank une, de un plumazo, al PLN y al PAC en torno a su figura, supera con creces los votos necesarios, pues en ese escenario ideal las tres tiendas suman 34 diputaciones.
Si deja al PAC de lado, le tocará arañar cinco apoyos para que la suma de Liberación y Restauración alcance 29, por ejemplo.
En cuanto a Abarca, luego de sortear la faena de reunir a los nueve socialcristianos, tendría que amarrar los 17 apoyos liberacionistas y, en ese escenario, asegurarse otras tres manos dispuestas a poner su nombre en la boleta de votación.
El 1.º de mayo, el Congreso elige tres puestos propietarios: presidencia, primera secretaría y segunda secretaría; y tres suplentes: vicepresidencia, primera prosecretaría y segunda prosecretaría.