Si usted tiene más de 30 años quizá recuerda quién era Cachimbal y entonces solo deba saber que, tras su muerte en abril del 2011, el partido político que fundó, por primera vez quedó fuera de las elecciones.
Si usted es más joven y se pregunta quién era Cachimbal, una respuesta fácil: todo un personaje de la política nacional.
Juan Guillermo Brenes fue diputado cuatro veces gracias a un partido que sembró en su natal Cervantes de Cartago, que lo hizo ficha clave en tiempos del bipartidismo.
Pero ahora, el Partido Unión Agrícola Cartaginés (PUAC) mirará los comicios como ajenos desde que fue fundado en 1969 allá en las alturas de Cervantes, donde abundan las obras que Cachimbal canjeó por su voto en el Congreso.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) denegó a la agrupación el permiso de participar en las elecciones. No completó la renovación de estructuras como manda la ley, porque no llegó suficiente gente a la asamblea del 27 de julio.
La actividad, realizada en la casa donde vivió Cachimbal, reunió apenas a 20 de los 40 delegados. Ni su hija María de los Ángeles, secretaria general, ni su hijo Juan Carlos, presidente del partido, pudieron convocar a más dirigentes.
Ese sábado se evidenció el mal rato del PUAC. “Nos boicotearon”, dijo el hijo de Cachimbal, culpando a Reinaldo Granados, quien en los comicios del 2010 encabezó la papeleta diputadil y logró 11.862 votos, insuficientes para ir al Congreso.
Granados admite que no quiso ir ese sábado. Dice que ya no podía poner plata y que, de todas maneras, la agrupación está “tomada” por la familia del fundador.
Eso fue lo que él quiso. Llegó incluso a proponer a su hijo Juan Carlos para que fuera diputado, recordó Granados este jueves sentado en su casa, a 100 metros de donde vivió “el viejito”, como le dice.
“Lástima, porque nunca como ahora sería tan fácil alcanzar una curul, con las papeletas tan malas que llevan otros partidos”, opinó.
Minutos después, acompañó a un equipo de este diario a la sede del partido... la casa de la viuda de Cachimbal, Cecilia Fernández.
La familia quiere levantar el partido, quizá para las elecciones municipales en el 2016.
Juan Carlos Brenes, presidente de la agrupación, tiene sus dudas. “El momento actual es muy distinto. Hoy es una lucha de capitales.
”La familia no cuenta con posibilidades para invertir en una campaña, que es como una lotería”, agregó Brenes, que junto con sus hermanos maneja una finca de caña y un taller en Turrialba.
Mucha gente se ha ido del Partido. Por ejemplo el actual alcalde de Paraíso, Jorge Rodríguez Araya, quien fue diputado con el PUAC entre 1990 y 1994 y ahora encabeza la papeleta provincial del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Otro que fue diputado por el PUAC fue Martín Brenes (1978-1982), sobrino de Cachimbal. Es decir, primo del actual presidente y de la secretaria general.
La familia asegura que quiere mantener vivo el partido dirigido con el estilo auténtico de Cachimbal, que siempre puso precio a su voto en el Congreso.
“Él podía hacer 100 cartas de recomendación por día. En estos tiempos, quién sabe cuántas veces lo hubieran encerrado”, expresó Juan Carlos sobre la influencia que ejercía su padre en el Gobierno.
Hablaba en “campesino” y así se ganó el apodo, cuando una vez se opuso a una remodelación en un edificio bancario porque costaría “un cachimbal de plata”.
Entre 1958 y 1962 aprovechaba las sesiones de los viernes para larguísimas peroratas, lo que provocó que se cancelaran, hasta la fecha, recordó Humberto Morales, un experto asesor legislativo ya jubilado. Los diputados de hoy no sesionan los viernes gracias a Cachimbal.
El otro legado es un partido en peligro de extinguirse.