La posibilidad de que las elecciones del 2022 se definan en una segunda ronda toma fuerza, según la más reciente encuesta del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
A cinco meses de los comicios del 6 de febrero, el 53% de las personas con inclinación a votar estaba indeciso y no tenía un candidato de preferencia.
El apoyo del 47% restante se diluía entre 17 eventuales aspirantes, sin que ninguno supere el 20% de apoyo.
La encuesta fue elaborada mediante 1.002 entrevistas telefónicas a mayores de edad hechas entre el 23 y el 26 de agosto.
José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), recibía un 17%, seguido de Lineth Saborío, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) con un 5%.
Después aparecían con un 4% el Partido Acción Ciudadana (PAC), que definió a Welmer Ramos como su candidato, y Fabricio Alvarado, de Nueva República (PNR), con un porcentaje similar.
Detrás de estos cuatro políticos, 13 aspirantes captaban porcentajes de apoyo dentro del margen de error de la encuesta, que fue de 3,1 puntos porcentuales.
Entre ellos estaban José María Villalta, Rodrigo Chaves, Rolando Araya, Eliécer Feinzaig y Greivin Moya, por ejemplo.
Por si fuera poco, otro 4% se iba entre quienes votarían nulo o en blanco.
“En otras palabras, el voto se diluye entre múltiples alternativas, la gran mayoría muestra un débil respaldo, de menos de dos dígitos.
“A estas alturas de la competición, la meta de alcanzar el 40% de los votos en febrero del 2022, y con ello evitar una segunda ronda, se torna lejana y poco probable”, concluyó el CIEP.
De continuar la tendencia, esta sería la tercera elección consecutiva que se define en segunda ronda y la cuarta en la historia. Hubo balotaje en los comicios de 2002, 2014 y 2018.
Adicionalmente, un 56% de los encuestados respondió al CIEP que la decisión de decidir por quién votar no será fácil.
En el estudio, tres de cada cuatro personas (75%) manifestaron que sí votarán en febrero de 2022.
El 25% restante indicó que no lo hará.
Posteriormente, al preguntársele a los entrevistados qué tan decididos están a votar, la mitad dijo que está totalmente decidida a acudir a las urnas (51%), mientras que un 24% mencionó que quizás sí votaría, el 8% dijo que quizás no lo haría y el 16% indicó que no sufragará.
“Al combinar las dos preguntas anteriores, es posible determinar que las personas que manifiestan que sí votarán y que, además, indican que es posible que vayan a votar o que están totalmente decididas a hacerlo, constituyen el 58% de las personas encuestadas”, explica el informe.
En otra parte del estudio, el 64% de la ciudadanía dijo sentirse muy preocupado con el resultado de la elección del 2022.
Además, el 48% aseguró que su motivación ante los comicios venideros es muy alta, mientras que el 38% contestó que es baja.