Eliécer Feinzaig, candidato presidencial del Partido Liberal Progresista (PLP), propuso una reforma fiscal que, en vez de introducir nuevos impuestos, elimine una gran cantidad de tributos que aportan pocos recursos.
Su propuesta implica mantener o rebajar las tasas de los impuestos que generan el 90% de los recursos para el fisco, como el IVA o el tributo sobre la renta.
Según Feinzaig, existen numerosos tributos que dejan pocos recursos al Gobierno en comparación con el esfuerzo económico y de personal que demanda su recaudación.
“Entre más sencillo sea el sistema tributario, se recauda más”, dijo el economista, quien propone concentrar los esfuerzos del Ministerio de Hacienda en agilizar el cobro de los impuestos más importantes.
Estos cambios los presentaría a la Asamblea Legislativa en proyecto de ley.
El candidato explicó que vale la pena mantener tributos como el de valor agregado (IVA), renta y combustibles.
Según el informe de estadísticas tributarias del 2021, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los impuestos de mayor recaudación en Costa Rica son las contribuciones a la seguridad social (34%), el IVA (18%), renta (18%) y otros impuestos sobre bienes y servicios, como el de combustibles (16%).
El Ministerio de Hacienda, por su parte, hace un análisis que excluye a las contribuciones sociales.
Sin cargas laborales, casi un 40% de la recaudación provenía del tributo de renta y un 36% del IVA en junio del 2021, mientras que el de combustibles aportó un 10%. Solo estos tres gravámenes suman un 86% de la recaudación.
Para Feinzaig, es factible evaluar una reducción en IVA y en renta, aunque no precisó en cuántos puntos, porque falta encontrar el punto de equilibrio.
¿Qué pasa si baja la recaudación? El candidato del PLP plantea una compensación mediante la eliminación de exoneraciones fiscales, así como la aplicación de una misma tasa de IVA a varias actividades que actualmente tienen tasas diferenciadas, aunque mantendría la tasa del 1% para la canasta básica.
En cuanto al impuesto de los combustibles, Feinzaig reconoció que no contempla eliminar este tributo, el cual actualmente representa una tercera parte del costo de los combustibles.
Sin embargo, propone un nuevo cálculo de actualización para evitar aumentos en el gravemen cada tres meses.
Otros impuestos que cree prescindibles son los del cemento nacional e importado, así como los que pesan sobre los productos químicos de uso agrícola y la importación de medicamentos veterinarios.
Apertura
El plan fiscal propuesto por el PLP también contempla la apertura del mercado eléctrico, así como de los combustibles.
Feinzaig asegura que es necesario eliminar los límites que impiden comprar energía a privados, así como cambiar la regulación sobre los precios de compra.
Su plan también implica cerrar la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), manteniendo una oficina que se encarga de mantener la red de distribución y almacenaje de combustible para que se alquile a terceros.
La importación de combustible de terceros no estaría gravada, en ese escenario.