De ganar las elecciones, el candidato Eli Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP), rebajaría en 2 puntos porcentuales el impuesto al valor agregado (IVA) y reduciría la cantidad de productos de la canasta básica, para generar unos ¢58.000 millones anuales adicionales al fisco.
Para el candidato del PLP, “es posible reducir impuestos y mejorar la recaudación”. En esa línea, plantea disminuir el IVA del 13% actual al 11% y dejar en la canasta básica solo los alimentos que reflejen los patrones de consumo de los hogares más pobres del país. Actualmente, la canasta está integrada por 189 productos sobre los cuales el IVA es del 1%.
“Entonces, que la exoneración verdaderamente beneficie al pobre”, apuntó Feinzaig. Con el reajuste, estimó el economista, la recaudación del tributo aumentaría en ¢58.000 millones anuales, equivalentes al 0,14 del producto interno bruto (PIB). El año pasado, Hacienda recaudó ¢1,6 billones por IVA.
La proyección del candidato parte de un estudio del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), elaborada en octubre de 2020.
En pandemia, con una fuerte caída económica y de los tributos, el IICE lanzó varias propuestas para mejorar los ingresos del Gobierno sin reducir las jornadas laborales del sector público, idea planteada entonces por el Poder Ejecutivo como una forma de generar ahorros.
LEA MÁS: Eli Feinzaig propone cerrar Recope y el CNP
El planteamiento del centro de estudios excluiría 112 productos de la canasta básica que consumen el 5% de las familias con ingresos más altos. En primera instancia, esta bajaría de 189 artículos a 77. Luego, se le agregaría telefonía celular e internet para dejarla en 79.
La fórmula del IICE para recaudar los ¢58.000 millones anuales incluye el pago completo del IVA de la educación privada que hoy tiene un trato diferenciado. Sin embargo, Feinzaig sostuvo que el informe solo se toma de referencia para reafirmar que bajando impuestos se pueden aumentar los tributos.
“No estamos dispuestos a subirle IVA a los servicios de educación ni servicios de salud privada”, aseguró. Más bien, dijo, su planteamiento sería una alternativa al ajuste fiscal negociado por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Creemos que no hay que cargarle la bolsa al ciudadano que está hasta la coronilla de impuestos”, machacó.
De ese programa, solo rescataría dos iniciativas: la reforma al empleo público que controlaría el gasto en remuneraciones, a través de la aplicación de un salario global, y la eliminación de la exoneración del impuesto de renta al salario escolar.
En cuanto a los productos de la canasta básica, dijo que aún no tiene definido cuáles sacaría del grupo. “Sí recuerdo que estaba incluido el kiwi. ¿Cuántos hogares pobres consumen el kiwi? Lo que se busca es reflejar los patrones de consumo reales de la gente pobre”, cuestionó.
El político dijo estar dispuesto a incluir la telefonía celular y el internet en la canasta básica. “Pensamos que cualquier persona de cualquier estrato social necesita tener estas herramientas para su desarrollo”, subrayó.
La Ley Para La Definición De La Canasta Básica Tributaria Por El Bienestar Integral De Las Familias, aprobada en octubre del 2020, establece que la canasta básica debe incluir el conjunto de bienes consumido por el 30% de la población de menores ingresos del país y, además, debe incluir criterios nutricionales.
Bajaría renta a empresas y fusionar instituciones
Dentro de su propuesta fiscal, también figura reducir el impuesto de renta a las empresas y fusionar instituciones estatales, para generar ahorros.
El candidato no dijo en cuánto bajaría la tasa de renta. Citó un estudio de los economistas Pierre Bachas y Mauricio Soto, publicado recientemente por el American Economic Journal, que concluye que una reducción del tributo aumentaría hasta en un 80% la recaudación del impuesto.
“Estamos hablando de billones de colones, mucho más de lo que recaudarían los proyectos de impuestos del FMI que están en la Asamblea”, aseguró.
En cuanto a las fusiones, se comprometió a unir en una sola cartera de bienestar social las 23 instituciones que hoy trabajan el sector social, de ellas el IMAS.
No afectaría servicios
“Los números no están definidos, pero se estima que el ahorro de la fusión podría ser de ¢80.000 millones (anuales). No necesita 23 departamentos legales, 23 recursos humanos, 23 proveedurías, 5 ministros y 18 presidentes ejecutivos. No se trata de eliminar servicios, se trata de recortar burocracias.
“Los ahorros se pueden manejar dependiendo de las necesidades. Puede ser para disminuir deuda o aumentar los beneficios. Eso dependerá del análisis caso por caso en cada uno de los programas. Tampoco es un secreto que los programas sociales están mal formulados. No pretendemos eliminarlos, pero sí cambiar el enfoque asistencialista, paternalista, de regalarle a la gente las cosas. Lo que queremos por medio de esas ayudas es generar conocimiento y herramientas para que las personas se incorporen al mercado laboral”, amplió Feinzaig.
El candidato dijo que la fusión incluiría el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), el sector de industria y comercio del Ministerio de Economía (MEIC) y la Dirección de Energía y Minas del Ministerio de Amnienre y Energía (Minae). Estas entidades irían en una sola cartera de la producción.
En la parte económica fusionaría la cartera de Hacienda con la de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplán) y la parte de economía del MEIC en lo que se llamaría el Ministerio de Política Económica.